Septiembre siempre llega con un sabor agridulce. Mientras retomamos la rutina, las familias afrontan un aumento importante en los gastos. La famosa “cuesta de septiembre” se convierte en un reto financiero, especialmente con la vuelta al cole, los uniformes, el material escolar, las actividades extraescolares y, en muchos casos, el pago de impuestos y los recibos acumulados del verano. Pero la buena noticia es que, con planificación y estrategia, se puede salir airoso de esta etapa sin que la economía familiar se resienta demasiado. Laura Encina, es experta en finanzas y autora del libro Tu vida, tus normas, tu cuenta bancaria, nos ha dado algunas claves prácticas para lograrlo.
Haz un presupuesto realista y anticipado
Antes de salir a comprar, dedica unas horas a analizar los gastos que tendrás que afrontar. Incluye todos: matrículas, libros, transporte, material escolar y ropa. Al tener una visión global, evitarás gastos impulsivos y podrás priorizar lo realmente necesario.
Reutiliza y prioriza lo que ya tienes
Revisa mochilas, estuches, ropa y libros del curso anterior. Muchas veces, con pequeños arreglos, estos artículos pueden tener una segunda vida. Esta práctica no solo ahorra dinero, sino que también educa a los más pequeños en el consumo circular y responsable.
Compra de forma inteligente
Compara precios, busca descuentos y aprovecha las ofertas de “vuelta al cole”. Considera la compra en conjunto con otros padres para obtener descuentos por volumen o compra online, donde a menudo hay promociones especiales.
Evita las compras de última hora
La improvisación suele salir cara. Si planificas con antelación, tendrás más margen para buscar mejores precios y evitarás el gasto extra que generan las compras apresuradas.
Controla las compras compulsivas
Septiembre puede venir acompañado de cierta ansiedad por el cambio de rutina, y es fácil caer en compras innecesarias, salidas y escapadas para alargar el verano, muchas veces como forma de aliviar ese estrés. Reconocer este patrón es clave: antes de cada compra, pregúntate si responde a una necesidad real o a una emoción pasajera.
Separa lo necesario de lo prescindible
No todo lo que aparece en la lista es urgente desde el primer día. Algunos materiales pueden esperar unas semanas, lo que te dará más tiempo para repartir los gastos.
Reserva un “colchón” para imprevistos
La vuelta a la rutina suele traer gastos inesperados: excursiones, actividades o cambios en el material escolar. Contar con un pequeño fondo para estas eventualidades evitará que tu presupuesto se descontrole.
Involucra a toda la familia en la planificación
Hablar abiertamente de los gastos y de la importancia de priorizar ayuda a que todos tomen conciencia del esfuerzo que supone esta etapa. Incluso los niños pueden colaborar reutilizando material o siendo responsables con el cuidado de sus cosas.
Piensa en el próximo año desde ahora
Empezar a cuidar tu libertad financiera hoy es la mejor inversión para que la vuelta de las vacaciones del año próximo sea mucho más tranquila. Crear hábitos de ahorro, empezar a ver como tu dinero trabaja mientras duermes, planificar con tiempo y mantener un control constante de tus finanzas te permitirá afrontar septiembre sin sobresaltos y disfrutar de tus vacaciones con la tranquilidad de saber que tienes todo bajo control.