Ir al contenido principalIr al cierre de página

Los 4 pasos para recordar tus sueños y entender lo que tu mente te dice mientras duermes


Explora los misterios de tu descanso y conoce las claves para recordar lo que tu mente imagina mientras no la controlas.


Vista superior de una joven durmiendo de lado en su cama por la noche. Hermosa niña durmiendo profundamente y soñando en casa con una manta azul. Vista en ángulo alto de una mujer dormida con los ojos cerrados.© Rido - stock.adobe.com
15 de agosto de 2025 - 12:08 CEST

Aunque todos soñamos cada noche, no siempre podemos recordar lo que hemos vivido mientras dormíamos. Si alguna vez te has despertado con la sensación de que algo importante sucedió en tus sueños, pero al intentar recordarlo todo se desvanece, no eres el único. La gran pregunta es: ¿por qué nos cuesta tanto recordar los sueños?

A lo largo de este artículo exploraremos las razones científicas detrás de este fenómeno tan común y te daremos algunos consejos prácticos para mejorar tu memoria onírica. 

dormir © Gtresonline

¿Por qué olvidamos nuestros sueños? 

La idea de que algunas personas "no sueñan" es un mito. La realidad es que todos soñamos varias veces por noche, pero por diversos motivos, no siempre logramos consolidar esos recuerdos. Estas son las causas más comunes.

1. El papel del sueño REM (y el no REM)

La fase del sueño conocida como REM (Movimiento Rápido de Ojos, por sus siglas en inglés) es la etapa en la que nuestros sueños son más vívidos, narrativos y emocionales. Sin embargo, es importante matizar que también soñamos en las fases no REM, aunque este contenido suele ser más conceptual, fragmentado o parecido a un pensamiento. Si no pasas suficiente tiempo en la fase REM o te despiertas bruscamente desde un sueño profundo, es probable que no puedas recordar lo que soñaste.

2. La neuroquímica del despertar

El olvido es un proceso natural y rápido. Esto ocurre debido a los cambios químicos en nuestro cerebro cuando pasamos de estar dormidos a despiertos. Para recordar un sueño, nuestro cerebro necesita transferir esa información de la memoria a corto plazo a la de largo plazo, un proceso que es muy frágil. Los neurotransmisores que nos ayudan a consolidar recuerdos durante el día, como la noradrenalina, están menos activos durante el sueño. Al despertar, estos sistemas se reactivan bruscamente, "borrando" a menudo los rastros de los sueños.

3. El impacto del estilo de vida moderno

Factores como el estrés crónico, los horarios de sueño irregulares y el uso de pantallas justo antes de dormir pueden alterar la arquitectura natural del sueño. La luz azul de los dispositivos, por ejemplo, suprime la melatonina (la hormona del sueño), dificultando conciliar el sueño y afectando la calidad de las fases REM. El estrés, por su parte, puede provocar un sueño más ligero y fragmentado, impidiendo que el cerebro complete sus ciclos de forma adecuada.

4. Trastornos del sueño

Algunos trastornos pueden afectar directamente la capacidad de recordar. La apnea del sueño, por ejemplo, al interrumpir la respiración, provoca microdespertares que pueden hacer que se recuerden más fragmentos de sueños, a menudo de naturaleza angustiosa. Otros trastornos como el insomnio también interfieren con la memoria onírica al impedir un descanso profundo y continuado. 

¿Qué puedes hacer para recordarlos?

Aunque olvidar los sueños es normal, existen técnicas que te ayudarán a entrenar tu cerebro para prestarles más atención:

1. Escribe un diario de sueños Es la manera más efectiva. Ten un cuaderno cerca y anota cualquier fragmento, emoción o imagen que recuerdes, sin juzgar, tan pronto como despiertes. Este simple acto le envía a tu cerebro la señal de que los sueños son importantes, mejorando tu capacidad para retenerlos.

2. Establece buenos hábitos de sueño La calidad del descanso es clave:

  • Duerme lo suficiente: Intenta dormir entre 7 y 9 horas para asegurar que completas varios ciclos de sueño REM.
  • Mantén una rutina constante: Acostarte y levantarte a la misma hora (incluso los fines de semana) regula tu reloj biológico.
  • Crea un santuario de descanso: Asegúrate de que tu dormitorio esté oscuro, silencioso y fresco. Evita las pantallas al menos una hora antes de dormir.

3. No te levantes demasiado rápido Cuando suene la alarma, quédate unos minutos en la cama sin moverte demasiado. Intenta mantenerte en ese estado intermedio entre el sueño y la vigilia, y pregúntate suavemente: "¿qué estaba soñando?". A menudo, los recuerdos emergen en ese espacio de calma.

4. Un truco anecdótico (con precauciones) Algunas personas notan que recuerdan más sus sueños si beben agua antes de dormir. Esto no es un consejo de salud general y debe tomarse con cautela. La explicación no tiene que ver con la memoria, sino con que la necesidad de ir al baño puede provocar despertares naturales justo al final de un ciclo REM, el momento perfecto para "capturar" un sueño. Sin embargo, el riesgo es evidente: puedes fragmentar tu descanso y empeorar la calidad general de tu sueño, por lo que no es una estrategia recomendable para todos.

mujer durmiendo plácidamente sobre una nube© Adobe Stock

¿Es realmente útil recordar lo que soñamos?

Recordar los sueños puede ofrecerte una mirada fascinante a tu subconsciente, reflejando preocupaciones, deseos y emociones. Para muchas personas, es una herramienta valiosa de autoconocimiento. Si bien no es esencial, puede ser de gran ayuda, especialmente si tienes sueños recurrentes o cargados de emociones.

¿Puedo controlar mis sueños?

Los sueños lúcidos, en los que eres consciente de que estás soñando, son un fenómeno real y entrenable. Un conocido estudio de la Universidad de Adelaide demostró que combinar varias técnicas, como realizar "pruebas de realidad" durante el día (preguntándote si estás soñando) y usar la intención consciente antes de dormir, puede aumentar significativamente las probabilidades de experimentar y controlar tus sueños.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.