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Estos son los medicamentos y alimentos que sufren más con el calor© Getty Images

Mar Santamaría, farmacéutica, advierte: estos son los medicamentos y alimentos que sufren más con el calor

En plena ola de calor, la experta de PromoFarma by DocMorris explica qué productos son más sensibles a las altas temperaturas y da las claves para conservarlos en buen estado durante el verano


11 de agosto de 2025 - 10:09 CEST

En plena ola de calor, solemos preocuparnos por hidratarnos, protegernos del sol o buscar sombra. Pero hay algo que muchas veces pasamos por alto: las altas temperaturas también ponen en riesgo la eficacia de los medicamentos y la seguridad de los alimentos que guardamos en casa.

alimentos medicamentos© Adobe Stock

En España, los veranos son cada vez más calurosos y prolongados. El último informe de la AEMET apunta a una media de temperaturas estivales por encima de lo habitual, lo que aumenta el riesgo no solo para nuestra salud, sino también para nuestra despensa. Muchas veces no pensamos que ese exceso de temperatura en casa, sobre todo en viviendas sin aire acondicionado, o dejar ciertos productos en lugares como el coche o la terraza, puede alterar la calidad de los fármacos que usamos o la seguridad de los alimentos que consumimos.

Para saber cómo prevenirlo, hemos hablado con Mar Santamaría, Responsable de Atención Farmacéutica de PromoFarma by DocMorris, que nos ha explicado qué productos son más vulnerables y cómo debemos conservarlos cuando el termómetro no da tregua.

Medicamentos: más sensibles de lo que parecen

Por encima de los 25 °C, algunos fármacos ya pueden sufrir un deterioro mínimo y, si se superan los 30 °C, el daño puede ser mucho mayor. “A los medicamentos se les somete a pruebas de ‘estrés’ térmico durante sus fases de desarrollo para evaluar su uso seguro”, explica Santamaría.

Hay algunos especialmente delicados:

  • Adrenalina inyectable (epinefrina) para reacciones alérgicas graves.
  • Nitroglicerina en comprimidos sublinguales o parches para crisis de angina de pecho.
  • Anti­inflamatorios, hormonas (anticonceptivos y tiroideas), antiácidos, antibióticos y antihistamínicos.
  • Formas líquidas como jarabes y colirios, emulsiones como cremas y pomadas, y supositorios u óvulos vaginales.

Señales de alerta

Separación de fases en cremas, aspecto turbio en colirios o precipitados en inyectables son indicadores claros de deterioro. 

“En ocasiones, el principio activo se puede haber deteriorado sin que lo notemos visualmente, por eso si han estado expuestos a calor intenso es mejor desecharlos en el punto SIGRE de la farmacia”, recomienda Mar Santamaría. 

Marian Barrantes Ortega, psicóloga sanitaria experta en terapia de pareja

Suplementos y cadena de frío

Los suplementos grasos como el omega 3 o los probióticos también son vulnerables. Y, si un medicamento requiere refrigeración y se rompe la cadena de frío, “habrá perdido sus propiedades óptimas”, advierte la experta.

Alimentos: lo que más sufre en verano

En la cocina, el calor acelera la proliferación de microorganismos. Santamaría destaca que los más sensibles son:

  • Frutas abiertas y con alto contenido en agua (sandía, melón).
  • Cremas, sopas, salsas y conservas abiertas.
  • Arroz cocido, por la bacteria Bacillus cereus, que puede provocar diarrea si se deja a temperatura ambiente.
  • Elaboraciones con huevo crudo o poco hecho (mahonesa, crema pastelera, tortillas poco cuajadas).

Además, insiste en mantener los huevos en la nevera (no en la puerta), evitar lavarlos con agua y extremar la higiene para prevenir la salmonelosis.

Estos son los medicamentos y alimentos que sufren más con el calor© Getty Images

La temperatura ideal en casa

“En verano, más vale asegurar los 4 °C en la nevera para evitar problemas”, aconseja. También conviene comprobar el correcto funcionamiento del frigorífico y evitar transportar alimentos sensibles a temperatura ambiente durante horas, incluso con neveras portátiles.

Consejos básicos para hogares sin aire acondicionado

  • Guardar medicamentos, suplementos y cosméticos en el lugar más fresco y seco posible, lejos de baños y cocinas.
  • Mantenerlos alejados de la luz directa.
  • No acumular fármacos innecesarios.
  • Etiquetar con fecha de elaboración las preparaciones caseras y anotar la fecha de apertura en bricks y conservas.

El caso es que proteger medicamentos y alimentos del calor no es solo una cuestión de orden, sino de salud. Unas horas de exposición a temperaturas elevadas pueden bastar para que un fármaco pierda su eficacia o un alimento se convierta en un riesgo.

"La clave es ser proactivos: conservar en condiciones óptimas lo que consumimos y usar siempre el sentido común antes de correr riesgos innecesarios", concluye Santamaría.

Marian Barrantes Ortega, psicóloga sanitaria experta en terapia de pareja

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