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Hombre tirándose a la piscina © Getty Images

Catador de piscinas: la sorprendente profesión que arrasa este verano

Te contamos en qué consiste este curioso oficio que arrasa entre hoteles y redes sociales


3 de agosto de 2025 - 14:00 CEST

Cuando pensamos en trabajos de verano, solemos imaginar a socorristas, animadores turísticos o camareros de chiringuito. Sin embargo, una nueva y refrescante profesión se ha colado en las listas de los empleos más curiosos del año: el catador de piscinas. 

Igual que un sumiller analiza el vino o un crítico gastronómico degusta platos, el catador de piscinas se dedica a recorrer distintos complejos hoteleros, clubes privados o parques acuáticos para probar, evaluar y puntuar sus instalaciones acuáticas.

Hombre bañándose en una piscina© Getty Images
Hombre bañándose en una piscina

¿Qué hace exactamente un catador de piscinas?

El rol va mucho más allá de tirarse un chapuzón y disfrutar del agua. Un catador de piscinas debe valorar parámetros como la temperatura, la limpieza, el nivel de cloro, el diseño del espacio, la comodidad de las hamacas, la accesibilidad e incluso la experiencia sensorial: desde el olor del agua hasta la música ambiental o la disponibilidad de cócteles en el bar de la piscina.

Algunos perfiles también miden la seguridad de las instalaciones, la rapidez del servicio y el grado de exclusividad que transmite el lugar. 

Todo esto se traduce en informes o reseñas que sirven tanto a los complejos turísticos para mejorar su oferta, como a los viajeros que buscan la piscina perfecta para sus vacaciones.

¿Cuánto pueden llegar a cobrar?

Aunque parezca un empleo de ensueño, no todo es ocio y relax. Los catadores deben cumplir con horarios estrictos, desplazarse constantemente y tomar notas detalladas después de cada visita. “No es solo bañarse, sino observar, comparar y valorar con criterio profesional”, aseguran los que ya ejercen esta curiosa ocupación.

Las cadenas hoteleras y plataformas de viajes han detectado el interés del público por experiencias únicas y diferenciadas, y de ahí ha surgido la figura de este experto acuático. 

De hecho, algunos puestos se han publicado como verdaderas ofertas de empleo, con sueldos que pueden superar los 2.000 euros mensuales por una temporada de pruebas.

El fenómeno en redes sociales

El auge de esta profesión también se debe, en parte, a TikTok e Instagram, donde abundan los vídeos de pool reviewers mostrando rincones paradisíacos desde Marbella hasta Cancún. Los usuarios consumen este contenido como si fueran reseñas de restaurantes, pero con un giro refrescante: la búsqueda de la piscina más espectacular.

No faltan quienes ven en ello una versión moderna de la crítica de viajes, adaptada a un público que valora tanto el descanso como la estética para sus publicaciones en redes. Y, por supuesto, los catadores se han convertido en auténticos influencers del verano.

Una tendencia creciente

Más allá de la curiosidad, el catador de piscinas refleja una tendencia creciente: la necesidad de las marcas turísticas de diferenciarse y ofrecer experiencias memorables. Porque hoy, las vacaciones no se miden solo en noches de hotel o visitas culturales, sino también en esos momentos de desconexión que suceden alrededor de una piscina perfecta.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.