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Un perro refrescándose con agua© Getty Images

Cómo saber si el suelo quema las patas de tu perro: la regla de los 5 segundos que arrasa en redes

Un truco sencillo y efectivo para proteger a tu mejor amigo de una experiencia muy dolorosa


29 de julio de 2025 - 10:00 CEST

En verano, las altas temperaturas no solo son incómodas para los humanos, sino también peligrosas para nuestras mascotas. Uno de los riesgos menos conocidos, pero muy reales, es el de las quemaduras en las patas de los perros debido al asfalto caliente. Por eso, en redes sociales se ha viralizado un truco sencillo y efectivo conocido como la regla de los 5 segundos, que puede ayudarte a proteger a tu mejor amigo de una experiencia muy dolorosa.

Mujer paseando con su perro en verano© Getty Images
Mujer paseando con su perro en verano

La idea es simple: antes de salir a pasear con tu perro, coloca la palma de tu mano o el dorso sobre el asfalto durante cinco segundos. Si no puedes soportar el calor durante ese tiempo, es demasiado caliente para que tu perro camine sobre él sin correr el riesgo de quemaduras en las almohadillas. Puede parecer una medida extrema, pero lo cierto es que cuando la temperatura ambiente supera los 30 °C, el asfalto puede alcanzar fácilmente más de 50 °C. A esa temperatura, la piel —incluidas las almohadillas de los perros— puede empezar a sufrir daños en menos de un minuto.

Cómo saber si se están quemando las patas

Si después de un paseo notas que tu perro cojea, lame compulsivamente sus patas, evita caminar o presenta ampollas o enrojecimiento, es probable que haya sufrido quemaduras. En ese caso, conviene consultar con un veterinario de inmediato para evitar infecciones o daños más graves.

Además de seguir la regla de los 5 segundos, es recomendable evitar los paseos en las horas centrales del día, cuando el sol está en su punto más fuerte. Opta por sacar a tu perro temprano por la mañana o al atardecer. También puedes buscar rutas con sombra, superficies de tierra o césped, o incluso usar botitas especiales diseñadas para proteger sus patas del calor extremo. Otra opción es hidratar bien las almohadillas con bálsamos específicos que ayudan a mantenerlas en buen estado, aunque no sustituyen una precaución básica: evitar el contacto con superficies abrasadoras.

Nuestros perros confían plenamente en nosotros para su bienestar. Con un simple gesto como esta regla de los 5 segundos, podemos prevenirles mucho sufrimiento y seguir disfrutando del verano juntos, con seguridad y alegría.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.