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Tardígrados, conocidos como los osos de agua© Adobe Stock

Así es el animal más fuerte del mundo: mide menos de un milímetro y puede sobrevivir en el espacio

Se escapa al ojo humano, pero su poder de supervivencia asombra incluso a la ciencia


25 de julio de 2025 - 12:00 CEST

En el sorprendente reino de los seres vivos, hay criaturas tan pequeñas que escapan al ojo humano, pero cuyo poder de supervivencia asombra incluso a la ciencia. Los tardígrados, también conocidos popularmente como “osos de agua”, son uno de esos ejemplos extraordinarios. Apenas miden entre 0,1 y 1,5 milímetros de largo, pero poseen una resistencia que desafía los límites de la vida tal como la conocemos.

Osos de mar, indestructibles© Adobe Stock
Osos de mar, indestructibles

Descubiertos por primera vez en el siglo XVIII, los tardígrados deben su apodo a su simpática apariencia: un cuerpo regordete dividido en segmentos, con ocho patas rechonchas que terminan en garras. Pero detrás de su aspecto inocente se esconde una criatura capaz de sobrevivir a condiciones extremas que destruirían a casi cualquier otro ser vivo.

Diminutos invertebrados

Estos diminutos invertebrados habitan en los lugares más diversos del planeta: desde los musgos y líquenes de los jardines hasta las profundidades marinas, pasando por glaciares y desiertos abrasadores. Y es que su capacidad de adaptación es legendaria. Los tardígrados pueden soportar temperaturas cercanas al cero absoluto (−273 °C) y calores de más de 150 °C. También sobreviven a presiones altísimas, a la radiación e incluso al vacío del espacio exterior.

¿Su secreto? Un proceso conocido como criptobiosis. Cuando las condiciones se vuelven extremas, los tardígrados entran en un estado de animación suspendida. 

Se deshidratan casi por completo, reducen su metabolismo a una fracción mínima y se encapsulan en una especie de “capullo” resistente. En este estado, pueden permanecer inactivos durante años, hasta que las condiciones mejoran y “reviven” como si nada hubiera pasado.

Sobreviven en el vacío espacial incluso sin protección

En 2007, una misión espacial europea demostró que los tardígrados podían sobrevivir al espacio sin protección, algo sin precedentes entre los seres pluricelulares. Desde entonces, su estudio ha despertado gran interés científico, tanto por su potencial en la exploración espacial como por las posibles aplicaciones médicas de sus mecanismos de resistencia celular.

Aunque no representan peligro alguno para el ser humano, al contrario, son inofensivos y casi invisibles, los tardígrados nos recuerdan que la naturaleza guarda aún muchos secretos, y que la vida, en sus formas más humildes, puede ser más fuerte de lo que jamás imaginamos.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.