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Una mujer haciendo cuentas en su casa© Getty Images

Este verano los españoles gastarán un 48% más: así puedes ahorrar sin renunciar al descanso

Te damos las claves para que tu descanso estival no tenga un precio más alto de lo esperado


21 de julio de 2025 - 18:00 CEST

Con la llegada del verano, los días se llenan de luz, los planes sociales se multiplican y las ganas de escapar de la rutina se vuelven imparables. Ir a la playa, hacer una escapada rural, visitar una ciudad europea o simplemente compartir más tiempo con familia y amigos son placeres que muchos esperan todo el año. Sin embargo, este anhelado descanso puede tener un precio más alto del esperado… y no solo en lo emocional, sino también en lo económico. Según datos recientes, más del 90% de los españoles planean irse de vacaciones este verano, con un gasto medio estimado de 1.339 euros por persona. Esta cifra representa un 48% más que el año pasado, y refleja tanto el aumento del coste de vida como las ganas acumuladas de disfrutar tras años marcados por la incertidumbre.

Una pareja haciendo cuentas juntos en su casa© Getty Images
Una pareja haciendo cuentas juntos en su casa

Pero no todo son buenas noticias. Desde la Fundación Nantik Lum, especializada en salud financiera, alertan de que el verano es uno de los momentos del año en los que más se descompensa el equilibrio entre ingresos y gastos. En muchas familias, este incremento del consumo se produce sin una planificación previa, lo que puede derivar en estrés financiero, uso excesivo de tarjetas de crédito, o incluso en el temido “síndrome de la cuesta de septiembre”.

Y es que, más allá del viaje principal, hay un goteo constante de gastos: cenas improvisadas, actividades para los más pequeños, caprichos de temporada, compras impulsivas... Todo ello va sumando en silencio hasta convertirse en una factura que muchas veces sorprende al volver a casa.

Para evitar que unas vacaciones idílicas se conviertan en una fuente de preocupación, los expertos insisten en la importancia de anticiparse. Algunas de las claves para mantener las finanzas bajo control serían: 

  • Elaborar un presupuesto realista antes de comenzar el verano: Utiliza esquemas como el 50/30/20: el 50 % para lo esencial, 30 % para el ocio (incluidas vacaciones) y 20 % para ahorro o pago de deudas 
  • Reservar con antelación: Planificando con tiempo tienes acceso a mejores precios: hoteles, vuelos y transporte cuestan menos cuando se reservan por adelantado 
  • Marcar prioridades: Decide qué experiencias realmente te importan y asigna el dinero allí; sacrifica lo que tenga menor peso emocional o de disfrute 
  • También recomiendan evitar el uso de créditos rápidos o compras aplazadas para sufragar el ocio, ya que suelen generar intereses elevados y un sobreendeudamiento innecesario.

Además, disfrutar del verano no tiene por qué implicar un gran desembolso. Hay formas de viajar y desconectar sin gastar en exceso: redescubrir rincones del país menos masificados, optar por estancias más cortas, pero de calidad, practicar el turismo de naturaleza o incluso aprovechar los recursos culturales gratuitos que ofrecen muchas ciudades.

El bienestar emocional y la salud financiera no son incompatibles. De hecho, cuando van de la mano, el descanso se vuelve más profundo, más reparador… y más auténtico. En definitiva, el verano debe ser un momento para recargar energías, conectar con los nuestros y volver a sentirnos bien. Pero, como en casi todo, el equilibrio es la clave.

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