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Javier de la Cruz, arquitecto y director del estudio DMASC Arquitectos

Javier de la Cruz, arquitecto: "Muchas soluciones que hoy vendemos como sostenibles ya las usaban nuestros ancestros"

El director de DMASC Arquitectos explica por qué las casas antiguas eran más frescas y cómo la arquitectura tradicional regulaba el calor sin tecnología


18 de julio de 2025 - 11:31 CEST

¿Recuerdas esas casas de pueblo donde hacía fresco incluso a 40 grados en la calle? No es solo nostalgia: tiene base científica y arquitectónica. Durante siglos, la humanidad aprendió —sin tecnología— a construir espacios confortables, adaptados al clima. 

En un verano marcado por las olas de calor y el aumento del consumo energético, muchos se hacen la misma pregunta: ¿cómo conseguían nuestros abuelos mantenerse frescos sin aire acondicionado?

Calle empedrada de Calatañazor (Soria), un pueblo medieval construido con adobe, madera de sabina y técnicas tradicionales que aún hoy regulan el calor de forma natural.© Getty Images

La respuesta, según los expertos, está en la propia arquitectura. Hablamos con Javier de la Cruz, arquitecto y director del estudio DMASC Arquitectos, que nos invita a mirar hacia atrás con criterio y recuperar lo que él llama “inteligencia climática tradicional”. En sus palabras, la clave del confort térmico está en “la geometría, la orientación y los materiales nobles”, y no tanto en la tecnología.

Y lanza una advertencia clara: 

“Paradójicamente, no te imaginas la cantidad de soluciones avanzadas que se venden hoy como tecnología sostenible pero que no son más que la reinvención de principios ancestrales”.

Por eso, reivindica volver a un diseño que piense primero en el clima y en las personas, y no en los dispositivos. Sus respuestas son una lección de diseño pasivo, saber ancestral y sentido común que la arquitectura contemporánea no debería olvidar. 

Los elementos que sí funcionaban: muros, patios y sombras bien pensadas

En medio de veranos cada vez más calurosos y un consumo eléctrico en aumento, vuelve el interés por cómo se construía antes para mantenerse fresco sin aire acondicionado. La arquitectura tradicional, pensada para adaptarse al entorno, ofrece ideas sencillas y efectivas que hoy cobran nueva relevancia. Como explica el arquitecto, muros gruesos, patios interiores y sombras bien orientadas eran soluciones clave para mantener la casa fresca de forma natural.

El arquitecto, Javier de la Cruz, lo tiene claro: "los sistemas más eficaces parten de un conocimiento empírico del clima. El primero, sin duda, son los muros de alta inercia térmica; materiales como adobe, tapial o piedra natural que absorben el calor durante el día y lo liberan lentamente por la noche, manteniendo el interior más fresco. [...] Lo fascinante es que todo esto se hacía sin un solo kilovatio de energía, solo con geometría, orientación y materiales nobles."

Calles de la isla de Mallorca © Getty Images

Por qué la arquitectura moderna lo olvidó todo (hasta ahora)

Durante décadas, la arquitectura moderna apostó por la tecnología como respuesta universal, dejando de lado principios básicos que habían guiado la construcción durante siglos. El confort pasó a depender de máquinas, y se perdió la relación directa con el clima y el entorno. Hoy, ante la urgencia ambiental, muchas de aquellas ideas "olvidadas" vuelven a ponerse en valor.

Según el arquitecto, "durante gran parte del siglo XX se confundió progreso con mecanización. […] El desarrollo del aire acondicionado y la calefacción artificial generó una falsa idea de que podíamos diseñar sin tener en cuenta el sol, el viento o la temperatura. […] Paradójicamente, no te imaginas la cantidad de soluciones avanzadas que se venden como tecnología sostenible, pero que no son más que la reinvención de principios ancestrales." Y ante la pregunta de si se puede recuperar lo aprendido, se muestra tajante: 

"Sí, absolutamente. Pero no basta con nostalgia o discurso ecológico: necesitamos una transformación técnica y cultural. [...] La eficiencia real empieza mucho antes que la tecnología: empieza en el trazo del plano."

Las tres soluciones tradicionales que aplicaría hoy

Ante los retos del diseño sostenible, algunas de las soluciones más eficaces no son nuevas, sino heredadas. Recuperar ciertos recursos tradicionales puede marcar la diferencia a la hora de crear espacios confortables sin depender del consumo energético. Estas son tres ideas clave que, según el arquitecto, siguen teniendo plena vigencia hoy:

  • Primero, la ventilación cruzada
  •  Segundo, incorporar elementos móviles de control solar como celosías, persianas mallorquinas, toldos exteriores...
  • Y tercero, utilizar materiales naturales con capacidad térmica, como la tierra compactada, el ladrillo artesanal o la madera maciza."
Villa de piedra en el Mediterráneo con piscina, terraza sombreada y mobiliario de fibras naturales: un ejemplo de diseño pensado para el descanso y el confort en climas cálidos© Getty Images

El verdadero lujo no es tener más tecnología, sino necesitar menos

En un mundo cada vez más dominado por la tecnología, el verdadero lujo no está en acumular dispositivos, sino en diseñar espacios que aprovechen al máximo los recursos naturales. Como señala el arquitecto, la clave está en un buen diseño desde el origen, que permita vivir mejor con menos: “hoy en día, todo se ha convertido en una cuestión de dispositivos, certificaciones y automatismos, cuando la verdadera eficiencia comienza con el diseño arquitectónico bien pensado. Una orientación mal resuelta no la arregla ni el mejor sistema domótico. [...] Volver a la sencillez no es retroceder: es ser más inteligente con menos recursos. Ese es el lujo real del futuro.”

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.