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Isabel Moreno, física y meteoróloga

Isabel Moreno, física y meteoróloga: “Si creemos que este calor es normal, no haremos nada para protegernos”

El calor de ahora no es como el de antes. Las olas de calor llegan antes, duran más y son más peligrosas de lo que creemos, pero aún podemos adaptarnos si entendemos lo que está pasando


Actualizado 17 de julio de 2025 - 18:39 CEST

Hace años el calor era cosa de julio y agosto. Ahora llega antes, se queda más tiempo y nos pilla desprevenidos. Las olas de calor son más frecuentes, más largas y más mortales, pero ¿es solo nuestra percepción o lo dicen los datos? 

Hemos hablado con Isabel Moreno, física, meteoróloga, embajadora del Pacto Europeo por el Clima y autora del libro Atmósfera de bulos (Ediciones B), que nos ayuda a desmontar algunos mitos y nos explica por qué el calor de ahora no es como el de antes. Y lanza una advertencia clara: “Si creemos que esto es normal, no haremos nada para protegernos”.

Primera ola de calor en España © Getty Images

No es tu imaginación: el calor de ahora es peor

“El cambio climático está haciendo más extremos los fenómenos meteorológicos, y en España lo vemos especialmente con el calor”, afirma Isabel. No solo hay más olas de calor, sino que en general hace más calor, durante más tiempo, y en más meses del año. 

Aunque parezca mentira, no existe una definición universal de 'ola de calor'. La que normalmente se usa en los medios de comunicación es la que establece la AEMET: temperaturas excepcionalmente altas durante al menos 3 días y en el 10% del territorio. Pero esto no siempre refleja el peligro real: “Mucho antes de alcanzar ese umbral ya hay un impacto sobre la salud”.

“El calor empeora enfermedades crónicas (cardíacas, pulmonares, renales, mentales), está relacionado con partos prematuros, y afecta más a mayores, niños pequeños o personas vulnerables”.

"Siempre ha hecho calor en verano": el mito más peligroso

Es cierto que el verano siempre ha sido sinónimo de calor, pero afirmar que “siempre ha hecho este calor” es un mito que no se sostiene frente a los datos. Las temperaturas actuales no solo son más elevadas, sino también más persistentes y extremas que en décadas anteriores. Veranos más largos, noches cada vez más cálidas y olas de calor más frecuentes reflejan una clara señal del cambio climático.  

Mujer acalorada abanicándose mientras está sentada en un sofá en casa.© nenetus - stock.adobe.com

La llamada canícula (del 15 de julio al 15 de agosto) sigue siendo el periodo más caluroso del año, pero Isabel revela un dato alarmante: “Ahora es 2,5 grados más cálida que hace 50 años”. Además, los episodios de calor extremo ya no se limitan al verano: aparecen antes y después, pillándonos sin preparación.

Los récords térmicos se concentran en los últimos años, y la ciencia es clara al respecto: no es lo de siempre. Minimizar este fenómeno solo contribuye a normalizar una realidad preocupante.  Isabel lo deja muy claro: 

“Siento deciros que no podemos fiarnos de nuestros recuerdos sobre el calor de la infancia. Nuestra memoria meteorológica es malísima, incluso para mí, que soy meteoróloga”.

 El mensaje urgente: hay que adaptarse y protegerse

No basta con resignarse: hay que actuar. Isabel insiste en que necesitamos planes de adaptación, casas preparadas, protección a las personas vulnerables y educación para entender los riesgos. Y todo empieza por reconocer que el verano que recordamos ya no existe.

La buena noticia es que está en nuestra mano. Como dice Isabel, informar, prepararse y exigir medidas no es alarmismo, sino supervivencia. Porque no se trata solo de soportar el calor, sino de proteger la salud y la vida. Y para eso, entender el cambio es el primer paso.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.