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Herencia © Getty Images

Millennials con millones: por qué los nuevos ricos prefieren gestionar sus fortunas en secreto

Heredan millones pero evitan el foco; esta generación de jóvenes prefiere gestionar su patrimonio en silencio con estructuras profesionales y lejos de la ostentación


9 de julio de 2025 - 18:00 CEST

En 2025, la llamada "Gran transferencia de riqueza" está en pleno apogeo: según Capital Group y Bank of America, más de 84 billones de dólares (unos 77 billones de euros) pasarán de manos de los baby boomers a las generaciones millennial y Z antes de 2045. Pero no todos los nuevos ricos están compartiendo su herencia en Instagram. De hecho, un número creciente de jóvenes prefiere mantenerse en la sombra. Se les conoce como "herederos silenciosos".

herencia © Getty Images
Lejos de los focos, los llamados ‘herederos silenciosos’ gestionan fortunas millonarias con discreción, estructuras profesionales y un propósito personal alejado de la ostentación

Un estudio conjunto de Edward Jones y Morning Consult revela una paradoja significativa: aunque el 71 % de los padres dice sentirse cómodo hablando de traspaso de riqueza, solo el 27 % ha tenido esa conversación. El resto la evita por tabú o miedo a romper la armonía familiar. La consecuencia es clara: el 70 % de las transferencias de patrimonio no cumplen sus objetivos por falta de preparación o conflictos familiares, según el mismo informe.

¿Qué define a estos herederos discretos?

 Poca o nula exposición pública, formación privada con asesores financieros, y una fuerte responsabilidad sin ostentación. Muchos sufren culpa o fracturas familiares internas. Otros se forman en silencio para asumir la gestión de empresas, inversiones o fundaciones.

Casos reales: discreción, conflictos y decisiones radicales

Ejemplos hay varios y bien documentados. Kendalle y Sarah Getty, hijas del multimillonario Gordon Getty, manejan su herencia a través del "Pleiades Trust", con asesoramiento legal y fiscal de alto nivel. Aunque han preferido mantener un perfil bajo en muchos aspectos, su implicación en una disputa legal con una exasesora financiera ha hecho pública parte de su gestión patrimonial. Su caso ilustra cómo incluso dentro de dinastías ultrarricas se opta por una gestión profesional, aunque la discreción pueda ser relativa.

Kendalle Getty junto a su padre Gordon Getty© Kendalle Getty
Kendalle Getty, heredera de la saga Getty, gestiona su patrimonio a través de estructuras como el Pleiades Trust

En Austria y Alemania, el colectivo Taxmenow agrupa a herederos que defienden más impuestos a los ricos, muchos de ellos actuando con pseudónimos para proteger su identidad. Entre ellos destaca Marlene Engelhorn, heredera de BASF, quien ha donado el 90 % de su fortuna y promueve una redistribución fiscal más justa. Vive una vida sencilla en Viena y rehúye entrevistas salvo en contextos activistas.

En Hong Kong, Adrian Cheng, nieto del fundador de Chow Tai Fook, asumió la dirección del grupo New World Development. Ha impulsado una estrategia que combina inversiones, arte y filantropía mediante la fundación K11. Aunque con presencia institucional, Cheng evita mostrarse como figura mediática y prioriza el legado familiar con visión contemporánea.

 Adrian Cheng© Getty Images
Adrian Cheng, heredero del imperio Chow Tai Fook, lidera con una visión moderna que fusiona arte, empresa y filantropía, sin renunciar a la discreción familiar

En Estados Unidos, Milane Frantz, hija del magnate energético Dan Duncan, recibió más de 3.000 millones de dólares (2.760 millones de euros) sin pagar impuestos de sucesiones en 2010. A pesar de figurar en la lista Forbes, mantiene un perfil público bajo. Se dedica a inversiones privadas y es conocida por evitar a la prensa.

España también tiene sus herederos silenciosos

En España, el fenómeno también es real. La Fundación Afi estima que los millennials españoles recibirán una media de 250.000 euros en herencia, un 41 % más que generaciones anteriores. Aun así, la mayoría prefiere mantenerse fuera del foco. Un reportaje de Expansión recoge el caso de un joven que heredó más de 50 millones de euros, pero sigue trabajando como programador y pide que su patrimonio se gestione como si tuviera un sueldo alto, no una fortuna. Además, el caso de herederos de empresas familiares también es común: muchos estudian en IE, ESADE o IESE para prepararse en la sombra.

Marlene Engelhorn© Getty Images
Marlene Engelhorn, heredera austriaca de BASF, ha donado el 90 % de su fortuna y lidera iniciativas por una fiscalidad más justa desde el anonimato

El auge silencioso de los 'family offices'

Este perfil bajo se sostiene sobre estructuras como los family offices. En España operan cerca de 166, según El País. Gestionan patrimonios familiares con discreción, desde inversiones hasta filantropía. En el mundo ya hay más de 5.000, según Inequality.org, y su número se ha triplicado desde 2019.

El silencio, en muchos casos, es una estrategia de protección. Las grandes fortunas son blanco de extorsiones y fraudes. También existe un componente emocional: heredar sin haberlo ganado puede generar ansiedad o 'índrome de riqueza repentina', según el psicólogo Stephen Goldbart.

La herencia también se vive con conciencia. Algunos jóvenes eligen reestructurar los equipos de asesores de sus padres: el 81 % de los herederos millennials planea sustituirlos por expertos alineados con valores modernos, según Bank of America Private Bank.

En un contexto donde el 1 % más rico acumula el 27 % de la riqueza en España y el 50 % más pobre apenas el 7 %, estos herederos emergen como una generación que no solo recibe, sino que reflexiona. Porque en 2025, tal vez el mayor lujo sea el anonimato.

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