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procrastinar© GettyImages

Así es la regla de los dos minutos: el truco viral avalado por la ciencia para dejar de procrastinar

Entender cómo funciona tu cerebro es el primer paso para dejar de postergar tareas con esta sencilla técnica


4 de julio de 2025 - 18:00 CEST

Si una tarea te lleva menos de dos minutos, hazla ahora. Esta frase simple, acuñada por David Allen en su bestseller Getting Things Done, se ha convertido en una poderosa herramienta contra la procrastinación.

Y es que, aunque solemos asociarla con pereza, la procrastinación es en realidad una respuesta emocional: postergamos tareas no por falta de tiempo o capacidad, sino para evitar el malestar, la ansiedad o el esfuerzo mental que nos generan. Es una forma de evasión que alivia en el momento, pero nos perjudica a largo plazo.

mujer agobiada con las tareas laborales© Getty Images

Lo que parece un truco de productividad es, en realidad, una estrategia respaldada por la ciencia y la neurociencia del comportamiento. Te explicamos por qué funciona, cómo aplicarla y qué impacto real puede tener en tu vida personal y profesional.

¿En qué consiste la regla de los dos minutos?

La regla tiene dos aplicaciones clave:

  • Completa al instante las tareas que tarden menos de dos minutos.
  • Usa esos dos minutos como puerta de entrada para comenzar hábitos más grandes.

Por ejemplo, “hacer 30 minutos de yoga” se convierte en “sacar la esterilla”; “estudiar” se transforma en “abrir los apuntes”. El objetivo es facilitar el inicio, porque una vez que empiezas, es más probable que continúes.

¿Por qué funciona tan bien?

La regla no solo ahorra tiempo, sino que reprograma tu cerebro. Según la neurociencia, cuando evitas una tarea, el sistema límbico (tu centro emocional) gana la batalla frente a la corteza prefrontal (tu parte racional). En cambio, iniciar una tarea —aunque sea pequeña— activa el circuito de recompensa con una dosis de dopamina, creando una sensación de logro y reduciendo el estrés.

Beneficios clave:

✔️ Reduce la resistencia mental a empezar 

✔️ Crea impulso positivo (una acción lleva a otra) 

✔️ Refuerza la constancia y el autocontrol

 ✔️ Combate la ansiedad por acumulación de microtareas

Aplicación práctica: cómo usarla paso a paso

  • Identifica el hábito o tarea que postergas. Ej.: leer más, hacer ejercicio, limpiar, estudiar, organizar papeles.
  • Redúcelo a una acción de 2 minutos. Ej.: leer una página, doblar un par de calcetines, responder un correo, abrir el documento.
  • Hazlo de inmediato. No pienses, actúa. Esa es la clave.
  • Usa recordatorios o puntos de anclaje. Ej.: justo después del café, antes de dormir, al volver del trabajo.
  • Regístralo si quieres medir tu progreso. Existen hojas de hábitos, apps o simplemente una lista.

El vínculo con la procrastinación: lo que dice la ciencia

La procrastinación no es pereza: es un mecanismo emocional. El sistema límbico evita el malestar, mientras que la corteza prefrontal trata de mantener el foco en metas a largo plazo. La “regla de los dos minutos” favorece esta última, entrenando al cerebro a actuar sin caer en la trampa del “lo haré luego”.

Además, interrumpe el ciclo de procrastinación, que suele ser: 

Tarea → Miedo o incomodidad → Evasión → Alivio → Culpa → Más evasión.

notas en un cristal © Getty Images

De tarea pequeña a hábito poderoso

Este sistema es especialmente útil para crear hábitos sostenibles. En Atomic Habits, James Clear lo explica así: un hábito debe ser tan fácil de comenzar que no puedas decir que no. Y a menudo, ese primer paso dura menos de dos minutos.

Ejemplos reales de transformación: 

  • Una persona que quería correr una maratón comenzó simplemente atándose las zapatillas.
  • Una startup mejoró su eficiencia respondiendo todos los correos en dos minutos.
  • Alumnos con TDAH lograron mayor concentración partiendo de sesiones cortas y pautadas.

 Evita estos errores comunes

 Hacer muchas tareas pequeñas sin sentido → Prioriza las que aporten valor real. 

Usar los dos minutos para procrastinar tareas importantes → Bloquea también tiempo para trabajo profundo. 

Creer que el truco no funciona porque “es demasiado simple” → Es justo ahí donde reside su poder.

Trucos extra para integrarla a tu rutina

Usa pausas estructuradas de 2 minutos para estirarte, respirar o hidratarte.

  • Crea rituales de cierre del día: ordenar el escritorio, guardar los documentos abiertos, limpiar la bandeja de entrada.
  • Automatiza tus decisiones pequeñas: prepara la ropa de mañana, pon una alarma para leer una página antes de dormir.
  • Combínala con apps como Todoist, Forest o Focus@Will si te motiva tener seguimiento.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.