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Intercambio de mensajes de amor © Getty Images

Tecnología

La IA ya sabe si tu relación va a fracasar (y tiene una precisión del 79%)

La inteligencia artificial entra en el terreno más íntimo: tus relaciones de pareja


30 de junio de 2025 - 13:30 CEST

Hasta hace poco, imaginar que una máquina pudiera decirte si tu relación de pareja iba a funcionar sonaba a ciencia ficción o a un capítulo de Black Mirror. Pero hoy, debido a los avances en inteligencia artificial (IA), esta posibilidad está más cerca de la realidad. ¿Puede una máquina anticipar una ruptura mejor que tú mismo? ¿Es esto fiable o una trampa emocional disfrazada de progreso?

Una pareja a punto de romper © Getty Images

La ciencia detrás de la predicción del desamor

Uno de los estudios más sólidos sobre este tema se realizó en la Universidad de Tilburg (Países Bajos), donde un equipo de investigadores siguió durante ocho años a 134 parejas y aplicó técnicas de machine learning como el modelo Random Survival Forest para identificar factores asociados a rupturas. 

Entre las variables que más peso tuvieron en la predicción: si la pareja vivía junta, si estaban casados, si se conocieron online y el grado de apoyo emocional mutuo. Pero no es el único caso.

En Estados Unidos, un equipo de la Universidad del Sur de California (USC) analizó sesiones de terapia de parejas usando IA para detectar señales sutiles en el tono, la pausa y la intensidad de voz. ¿El resultado? La IA predijo con un 79,3 % de precisión qué relaciones acabarían mal… y cuáles mejorarían. Lo más impactante es que no se fijaba tanto en lo que se decía, sino en cómo se decía.

Las claves invisibles que la IA detecta (y nosotros no)

Los algoritmos entrenados por estos equipos no se limitan al texto: analizan lo que se conoce como rasgos paralingüísticos. Esto incluye:

  • Cambios sutiles en el tono y la frecuencia de la voz, vinculados a emociones como tristeza o desprecio.
  • La duración de los silencios entre turnos o las interrupciones constantes, señales de falta de conexión.
  • La energía vocal, capaz de diferenciar una discusión apasionada (que no siempre es negativa) de una conversación apática.

Incluso en entornos digitales, como Reddit, estudios de la Universidad de Texas han demostrado que la IA puede anticipar una ruptura por el lenguaje: un aumento en las palabras negativas o el cambio de “nosotros” a “yo” son síntomas claros.

Un robor sujetando un corazón© Getty Images

La IA también escribe mensajes de ruptura (y muchos ya la usan)

Más allá de la predicción, otra función de la IA está ganando popularidad: redactar mensajes de despedida emocional. Según un estudio publicado en arXiv en 2024, muchas personas están utilizando ChatGPT y otras herramientas para escribir textos de ruptura con mayor claridad o empatía.

Y los datos lo confirman: una encuesta publicada en el New York Post en junio de 2025 reveló que el 41 % de la Generación Z ha recurrido a la inteligencia artificial para terminar una relación, pedir perdón o simplemente distanciarse de alguien.

¿Hasta dónde deberíamos dejar actuar a la inteligencia artificial?

Pese a sus aciertos, la IA no es infalible y presenta riesgos que conviene tener en cuenta:

  • Falta de contexto emocional: no capta sarcasmos, bromas privadas o días malos que pueden condicionar una conversación.
  • Profecía autocumplida: si una app te dice que tienes un 60 % de posibilidades de romper, es fácil que empieces a ver señales donde no las hay… y que acabes provocando la ruptura.
  • No mide el compromiso: una pareja con mala comunicación puede tener un alto grado de entrega mutua. Y eso, por ahora, la IA no lo sabe leer.

Y es que, aunque los algoritmos pueden ser de ayuda o servir de apoyo a terapeutas y personas que buscan orientación, no deben —ni pueden realmente— sustituir la comunicación humana. El amor sigue siendo algo demasiado complejo e impredecible como para que una IA pueda dictar su destino… al menos, por ahora.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.