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Es la protagonista indiscutible de la película y de la truculenta historia que conmocionó a Italia en la década de los 90. Lady Gaga pasa a ser Lady Gucci en la adaptación cinematográfica de House of Gucci, el libro basado en el crimen de Maurizio Gucci, por el que entró en prisión su exmujer Patrizia Reggiani acusada de orquestar su asesinato con la colaboración de una amiga vidente (Salma Kayek en la ficción) que contrató a un sicario. 

A comienzos de los años 70, Patrizia encandiló a Maurizio Gucci con su parecido a Elizabeth Taylor. Se casaron cuando tenían 24 años y un futuro prometedor por delante, no en vano él era el heredero de todo un imperio de la moda. Sin embargo, fue precisamente cuando asumió el mando de la compañía tras la muerte de su padre cuando todo se torció y acabó vendiendo sus acciones a un fondo de inversión tras años de disputas familiares. Ella nunca le perdonó lo que consideró un fracaso, un fracaso que no se hubiera producido de seguir sus consejos, o eso sostiene ella. ¿Fue ese el movil del crímen? Es difícil de decir con seguridad porque Patrizia, que pasó 18 años en prisión siempre se declaró inocente

 

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Maurizio Gucci, interpretado en la película La casa Gucci por Adam Driver, era el nieto de Guccio Gucci, el fundador del famoso imperio de la moda. Era uno de los hombres más envidiados de Italia. A sus veintipocos años era atractivo, casado con una no menos atractiva mujer con la que formaría una bonita familia con dos hijas y heredero de la firma de lujo. Sin embargo, la década de los 80 no terminó del todo bien para él. La empresa le supuso una pugna por el poder con su tío y sus primos y acabó costándole su matrimonio con Patrizia Reggiani. Finalmente, terminó vendiendo sus acciones en la compañía y la operación le convirtió en uno de los hombres más ricos del país. Además, tras su divorcio encontró de nuevo el amor con la diseñadora de interiores Paola Franchi. Se podría decir que estaba iniciando una ilusionante etapa que se truncó una mañana de 1995, con cuatro tiros por la espalda que acabaron con su vida

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No tenía una posición fácil Paola Franchi, interpretada en la película de Ridley Scott por la actriz francesa Camille Cottin. Cuando comenzó su historia de amor con Maurizio Gucci fue acusada de cazafortunas, hasta el punto que tuvo que puntualizar que había dejado a un hombre mucho más rico que el empresario por él. Superado ese estigma y cuando planeaba un futuro con su pareja, llegó el trágico desenlace.

En el juicio, la diseñadora de interiores aseguró que Patrizia Reggiani les acosaba y que tenía espías para controlar todos los movimientos de su exmarido. La primera esposa del magnate de la moda nunca le perdonó que perdiese el negocio familiar, y admitió en varias ocasiones haberle deseado la muerte, aunque siempre negó haber consumado este deseo. Tras el crimen, Patrizia se mudó con sus hijas al domicilio familiar, mientras Franchi recibía una orden de desalojo tan solo un día después de perder a su pareja

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Al Pacino se pone en la piel de Aldo Gucci, el hijo mayor de Guccio, fundador del exclusivo imperio de la moda. Tomó las riendas de la compañía cuando tenía 20 años y fue el responsable de su expansión internacional. Sin embargo, su legado se vio oscurecido por los conflictos familiares, primero con su hijo Paolo, con el que se vio envuelto en litigios por el uso de la marca, y después con su sobrino Maurizio. Además, en 1985 su hermano Rodolfo lo sustituyó en el cargo después de que fuese acusado de evasión fiscal, delito por el que acabó cumpliendo una condena de cinco meses de prisión

 

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Las disputas familiares son el eje central de La Casa Gucci, un imperio lleno de intrigas que por sí solas ya dan material más que suficiente para un guion cinematográfico sin el trágico crimen de Maurizio. Paolo Gucci  fue el que abrió la primera gran brecha en la familia. Jared Leto es el encargado de interpretar al hijo de Aldo, presidente de la compañía tras la muerte de su fundador, que quiso utilizar su propio nombre en productos que competían directamtente con la empresa familiar, lo que dio lugar a una batalla judicial que acabó ganando Paolo. Además, su colaboración con la policía fue clave para la condena de su padre por desviación de fondos en 1988

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Rodolfo Gucci no era a priori el hombre destinado a ponerse al mando de la empresa familiar. Comenzó su carrera como actor en la década de los 30 protagonizando varios títulos en cine y teatro bajo el nombre artístico de Maurizio D'Ancora. Sin embargo, tras la muerte de su padre en 1953 se sumó al negocio que presidía entonces su hermano Aldo y del que, más adelante, por una carambola del destino acabaría asumiendo el mando. En 1982 Aldo fue expulsado de la compañía tras verse envuelto en un escándalo fiscal, pero el mandato de Rodolfo solo duró un año ya que en 1983 falleció de un ataque cardiaco. En la gran pantalla, es Jeremy Irons el encargado de ponerse en su piel 

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