Celia Vega-Penichet se despide de un 2025 que ha sido delicado en cuestiones de salud. Tal y como la sobrina de Ana Obregón reveló, padece "una compleja condición viral-bacteriana que causa agotamiento inmunológico crónico y desregulación" y "una respuesta neuroinmune e inflamatoria que afecta varios sistemas a la vez". En la recta final del año, Celia ha sufrido un último susto, que ocurrió el día de Nochebuena y que ha decidido contar a sus seguidores.
"Una Navidad diferente". Así ha calificado la hija de Celia García Obregón estas fiestas, que no han sido como todos esperaban. "El día 24 llegué a casa de mi madre para preparar juntas la cena y cenar tranquilamente, pero mi cuerpo tenía otros planes", ha empezado relatando. Tal y como explicado, nada más llegar sintió "malestar general, dolor de cabeza, mareo y sensación de que me siento regulinchi". Y, en vez de mejorar, pronto fue a más: "Vómitos, fiebre muy alta, escalofríos y un dolor articular brutal". Y algo más que le hizo convencerse de que necesitaba ayuda médica: "De repente, los dedos rígidos en forma de garra, me costaba respirar y perdía sensibilidad en cara y pies".
De modo que, siguiendo el consejo de su madre, decidió ir a Urgencias. "Urgencias en Nochebuena. El trayecto en taxi ni lo recuerdo. Temblaba, deliraba y luchaba por mantenerme consciente", ha recordado, subrayando su "gratitud infinita" al personal sanitario que la trató cuando ella se encontraba en sus momentos más bajos en la víspera de Navidad: "Gritos de dolor, por fin me cogen una vía, mi cuerpo y cara rígidos, frío gélido. Mi mente repetía un único mantra: El dolor es relativo”.
Celia esperaba volver a casa lo antes posible, pero las analíticas no dieron el resultado que le habría gustado: "Leucocitosis con neutrofilia, alteraciones de electrolitos, inflamación sistémica y una infección en sangre sin foco claro". O, tal y como ha aclarado a sus seguidores: "Traducción: mi cuerpo de fiesta y yo sin saberlo". No era la primera señal que le daba su cuerpo: "La semana anterior, anginas que me obligaron a cancelar el inicio del tratamiento para la enfermedad de Lyme que me diagnosticaron a finales de septiembre. La semana previa a esa, pielonefritis aguda, otro ingreso", ha revelado.
De esta forma, Celia pone nombre al trastorno que padece: "Convivo —y conviviré— con la enfermedad de Lyme. Es compleja, multisistémica y poco colaboradora", ha comentado, señalando que "en España es apenas conocida y difícil de diagnosticar". La sobrina de Ana Obregón explica que vivir con esta enfermedad es como "una montaña rusa: días malos, buenísimos… y cambios en cuestión de horas. Genial".
Aun así, tener diagnóstico es, para ella, algo positivo: "He aprendido a escuchar a mi cuerpo y a cuestionar ideas muy arraigadas: descansar no es rendirse y Celia no equivale a su productividad", ha reflexionado. Dando las gracias a todos los que la apoyan, se ha mostrado optimista y sin perder la sonrisa: "Pero… a ver, que estoy bien, ¡y a full de motivación! Como siempre, más y mejor y siempre con mucho sentido del humor".







