A pesar de que están siendo unas Navidades difíciles para George Clooney y su mujer, Amal, han dado un paso significativo para afianzar su vida en Francia. El actor y la abogada, junto a sus gemelos de 8 años, Alexander y Ella, han obtenido oficialmente la ciudadanía francesa, según un decreto de naturalización publicado por el diario francés Journal officiel. Hay que recordar que, desde 2021, la familia viven una vida totalmente alejada del glamour de Hollywood y disfrutan de un día a día mucho más sencillo y fuera de los focos en su idílico viñedo francés, que compraron por aproximadamente 7,7 millones de euros.
Los Clooney pasan la mayor parte del año en su castillo francés cerca del pueblo de Brignoles, en el sur de Francia. George y Amal compraron la antigua bodega, Domaine du Canadel, en 2021 y se mudaron allí para criar a sus hijos buscando paz y tranquilidad. La finca, que se ha convertido en su retiro privado, ronda los 1,72 kilómetros cuadrados e incluye una piscina, una cancha de tenis, varios jardines, un lago, un olivar y un extenso viñedo. Además, está situada a solo cinco minutos del Chateau Miraval, el polémico viñedo por el que siguen batallando en los juzgados de Brad Pitt y Angelina Jolie.
"Viven como niños normales"
El actor y la abogada de derechos humanos han dejado claro en varias entrevistas que su principal motivación para mudarse a Francia fue ofrecer a sus hijos una vida lo más normal posible, lejos de la vorágine de los paparazzi. George ha comentado en varias ocasiones que aprecia profundamente la privacidad que le otorga vivir en un pequeño pueblo francés. "Aquí no hacen fotos a los niños. No hay paparazzi escondidos en las puertas de la escuela. Para nosotros, eso es lo primero", afirmó en una entrevista con RTL.
El actor, que creció en una finca, explicó cómo, aunque al principio detestaba la vida en el campo, ahora está convencido de que es lo mejor para sus hijos. "Tienen una vida mucho mejor", declaró, destacando que Alexander y Ella pueden disfrutar de una infancia más tranquila y alejada de las presiones mediáticas. "Viven como niños normales, no están pegados a los iPads. Cenan con adultos y deben llevar sus platos a la cocina", explicó a Esquire, asegurando que le preocupaba criar a sus hijos en Los Ángeles, "en la cultura de Hollywood".
Protegiendo la privacidad de la familia
Amal, quien es conocida por su labor en defensa de los derechos humanos, ha implementado medidas estrictas para proteger la privacidad de sus hijos. "Crear momentos y espacios privados es cada vez más difícil pero, por eso, también nos divertimos tanto en casa. ¡Ahora tengo una cesta para guardar los teléfonos de todos!", reveló en una entrevista con Glamour. La abogada agregó que, aunque es complicado mantener la privacidad en un mundo tan conectado, es fundamental encontrar un equilibrio para disfrutar de momentos de calidad en familia y con amigos, sin las intrusiones de los medios. "Es importante encontrar ese equilibrio. Así que hacemos todo lo posible para minimizar el impacto en nuestros niños. No los exponemos; nunca hemos publicado fotos de ellos ni nada parecido", afirmó.
Un futuro internacional para los gemelos Clooney
A pesar de que la familia se ha establecido principalmente en Francia, Alexander y Ella tendrán la oportunidad de crecer en un entorno internacional. Gracias a las propiedades de la pareja en Italia, Estados Unidos y Reino Unido, los gemelos son trilingües y hablan fluidamente inglés, italiano y francés.
De hecho, aunque George y Amal disfrutan de su vida en Francia, también comparten con sus hijos su pasión por los viajes, permitiéndoles explorar diferentes culturas y vivir experiencias enriquecedoras. Sin duda, la decisión de mudarse a Francia refleja el deseo de la familia Clooney de ofrecer a sus hijos una vida equilibrada, lejos de los flashes, pero con todas las oportunidades que el mundo puede ofrecerles.








