“Creo que, para dedicarte a esto, tienes que tener una buena conversación contigo mismo. Yo he hablado mucho conmigo sobre cómo me siento. Tengo una buena imagen de mí, me conozco y me trato muy bien”. Esta aplastante autoestima podría ser uno de los secretos del éxito de Marina Rivers, seguramente salpimentada con bastante espontaneidad y una buena dosis de ideas claras. Todo ello ha convertido a esta chica “de lo más normal y de un barrio normal” en una de las “influencers” del momento. Pero a sus 23 años, no se frena y va a por todas. Ha pasado los últimos seis en las aulas de la Universidad, haciendo un doble grado de Derecho y Economía y, entre leyes y libros, ha ido haciendo prácticas en la otra universidad, la de la vida. Y aprende rápido. Con más de dos millones de seguidores en Instagram, casi ocho en TikTok, tiene su podcast, ha colaborado con Ana Rosa Quintana, quedó subcampeona de MasterChef Celebrity, ha sido presentadora de La Velada del Año de Ibai Llanos, compagina rodajes, campañas de publicidad y apariciones en televisión con reuniones, alfombras rojas y su participación en la Queens League…Y suma y sigue. Mientras planea su regreso a YouTube, estrena el próximo 29 de diciembre en Prime Vídeo la nueva temporada de “Mi fin de semana perfecto”, donde podremos descubrir, a través de dos capítulos del documental de ocho, su lado más humano y conocer a la persona detrás del personaje de “la Riverss”.
Marina ¿qué descubriremos de ti en “Mi fin de semana perfecto”?
Bueno, se ven un poco los entresijos de la Queens League, la copa de Piqué e Ibai Llanos, y cómo se vive desde dentro, y eso no se ha visto mucho. Y luego lo que es básicamente mi mundo, mis amigos, mi entorno más cercano y algo también de mi época de MasterChef, porque hago una pequeña receta que aprendí allí en el programa.
Ahora son dos capítulos que forman parte de un documental de ocho con otros nombres, pero ¿este es el primer paso para hacer algo más largo tú sola?
Pues yo sería muy feliz de hacerlo, la verdad. Mientras fuese fiel a lo que yo soy, porque al final soy una “influencer” no tan al uso, y tengo esa dualidad de las redes y la carrera. Siempre que se mostraran las dos vidas, me encantaría. El año que viene empiezo en un máster de abogacía.
¿En qué punto profesional y personal te encuentras ahora mismo?
En el mejor, vengo de hacer dos proyectos muy grandes, MasterChef, que coincidió justo con la época de exámenes de la carrera, y es bastante duro mentalmente sostener doce asignaturas y retos como estos. Y ahora estoy mucho más tranquila porque tengo un año mucho más extendido a nivel académico y por otro lado el trabajo me va mejor que nunca, haciendo proyectos muy chulos y con muchas ganas de que llegue 2026 y hacer cosas más divertidas y diferentes y seguir molestando, que yo molesto mucho -ríe-.
¿Algo que nos puedas adelantar?
No mucho, vamos a hacer cosas muy chulas con una marca que yo creo que a la gente le va a molar un montón. Y luego un proyecto personal mío es que quiero volver a YouTube y vamos a ver si se materializa una serie, que estoy adelantando cosas que todavía no están bajadas ni a tierra. Pero bueno, yo creo que YouTube está volviendo muy fuerte, hay pocas youtubers en España y hace falta un poco de contenido femenino.
Vuelve un boom fuerte, como dices.
Sí, es por el desplazamiento de la gente de Twitch, muchos están volviendo a YouTube y están de vuelta los grandes creadores y eso ha hecho que la gente vuelva a consumir ese contenido largo. Me gustaría abogar también porque intentemos consumir algo de contenido largo, porque creo que nuestra generación con esos algoritmos, esas plataformas que son maravillosas pero que también son adictivas, te hacen consumir contenido sin una lección clara y muchas veces compulsivamente. Otras plataformas como YouTube ofrecen vídeos largos, y ahí la elección es tuya, tú eliges el vídeo que quieres ver, no es un algoritmo que decide por ti. Creo que también está bien esta dualidad de ambas plataformas. E intentar incentivar a los jóvenes también a estar focalizados más de 30 segundos en una misma cosa.
Yo intento, por la parte que me toca, mandar un mensaje contrario al del no leer o no estudiar. Me parece súper importante. Claro que hay que entender a una generación que desde que tiene prácticamente cuatro años ya tiene tablets, pantallas, ordenadores, que son cada vez más dependientes de la tecnología para todo. Lo veo muchas veces con mi hermana que está con un vídeo en YouTube, con videoconsola jugando a algo y estudiando o haciendo deberes. Y esa es la realidad de muchos niños. Creo que está bien el contenido largo de fondo y hacer una sola cosa. También me pasa que estoy viendo una peli y saco el móvil, y por mi parte estoy encantada intentando cambiar esto un poco, por eso me gusta también ir al cine y animar a la gente joven a que vaya. Además de lo divertido que es y que apoyamos a las estrellas de cine, obligamos al cerebro a hacer una única cosa y que no siente que la falta dopamina
¿Qué has descubierto sobre ti misma en los últimos años que no sabías o que no veías antes?
He descubierto que me importa muy poco lo que dicen los demás de mí, la verdad. Evidentemente, todo el mundo cuando es adolescente busca una cierta validación exterior y cuando llevaba ya un tiempo en redes sociales, tampoco mucho, como un año, cuando recibí mi primera ola de odio, pongo en la balanza todo lo que tengo, mi familia, unos amigos que me quieren y me di cuenta de que es la carrera de mis sueños, la comunicación en redes sociales y pensé “pues que me odien mil o dos mil personas, sinceramente, me da igual”. Me di cuenta de que esto se me da bien, que podía vivir de ello y que no afectaba a mi salud mental. Y eso sorprendió a mis padres, que pensaban que me iba a dar algo y lo cierto es que lo llevo súper bien.
Quizá seas más fuerte de lo que creías, porque no es fácil enfrentarse al “hater”. A mucha gente sí le influye.
Y es completamente normal, lo que no es normal es que no me afecte. Creo que, para dedicarte a esto, tienes que tener una buena conversación contigo mismo. Yo he hablado mucho conmigo sobre cómo me siento y la perspectiva que tengo de mí misma. Me conozco mucho, tengo una buena imagen de mí misma y me trato muy bien. Además, tener una red de apoyo que te sostiene -y yo tengo la suerte de tener unos padres que piensan que su hija no es perfecta y se lo recuerdan siempre- me ayuda a tener claro lo que soy, lo que valgo y lo que hago bien y mal, y no me desestabiliza un usuario 37, por decir un ejemplo. Así que cuando tienes buena autoestima, esa red de apoyo y una buena conversación contigo misma, es muy difícil que alguien te diga algo que te pueda llegar a doler de verdad.
¿Qué te mantiene con los pies anclados en la tierra cuando todo gira tan rápido?
Sobre todo, la universidad y ser una alumna de una lista, dónde lo más importante del día es el examen, y luego disfrutar e ir al bar de la “otra” universidad, con mis amigos y mi familia. Y es bueno que he mantenido las amistades de toda la vida, siempre. A una de mis mejores amigas la conozco desde que éramos niñas y a mi grupo de amigos desde hace ocho o diez años y a los de la universidad desde hace seis. Y tengo un padre que me ha mantenido siempre consciente de dónde vengo, de lo que soy, de los valores que importan…es que, sinceramente, me alegro mucho de que me haya protegido así: ni soy nadie con dos millones de seguidores ni dejo de serlo si los pierdo. Porque es cierto que este discurso de que vales más o te lo mereces más, me da un poco de miedo, el día que no tengan esos números, porque todo baja, van a sentir que ya no valen nada, y eso no es así. Yo sé perfectamente que valgo lo mismo con dos millones de seguidores que con mil.
Esa red de apoyo de mi familia y mis amigos, de mi gente que me voy como quien soy, Marina, me han hecho creer que la Rivers es un anexo de mí, pero ni es la parte más importante ni una parte completamente necesaria de lo que yo soy. El día que no pueda ser más la Rivers y sea otra vez Marina, seré igual de feliz y de válida.
¿Cómo describirías a Marina, no a la Rivers, de las redes?
Bueno, es que yo también soy una persona muy extrovertida, muy loquita, siempre he sido muy líder…Ya desde pequeña siempre he caído bien o he caído mal. Creo que Rivers es la versión lujosa de la Marina normal. La Rivers está no sé dónde, porque la han invitado a un evento, pero Marina es lo mismo, aunque en el bar cutre. Yo, la verdad que soy un poco cutre en esencia -ríe-, soy una persona a quien le gusta lo natural, lo normal. No sé, a mí me gusta más estar con mis amigos en un bar de Móstoles que estar con gente que no son mis amigos en el mejor hotel del mundo. Me encanta el lujo, obviamente, cuando es gratis, pero que igual estoy en un viaje estupendo con una amiga en un hotel top, también me gusta hacer un viaje súper low cost. Es dónde soy más yo, aunque es verdad que al final te vuelves un poco pijo.
¿Te sientes más comunicadora, activista, creadora o una mezcla de todo?
A ver, creo que llamarme activista es un poco osado. Siempre defiendo los derechos humanos cuando creo que es necesario y si me preguntan, respondo. Algo que me caracteriza, es que no tengo pelos en la lengua y a mí no me importa ofender a nadie, no me da miedo dar mi opinión, aunque a alguien no le guste, que siempre me puedo equivocar, evidentemente. Y me encanta que la gente me enseñe y me corrija. Pero no tengo es miedo de dar mi opinión y hablar públicamente de temas sociales que importan, pero estoy muy lejos de ser una activista, pero tampoco pretendo serlo, porque es muy difícil. Creo que hago mi pequeña labor de incentivar al estudio y a la formación y demostrarle a la juventud que se puede ser influencer y apuntarse a todos los “fregaos”, porque yo me apunto a todos, son dejar de lado la universidad. Se pueden hacer muchas cosas en la vida, que no hace falta ser solo una, y eso les molesta también mucho en redes sociales ¿cómo vas a ser abogada si bailas en TikTok? Como si no se pudiese bailar, ser sexy y joven, que tengo 23 años, y luego ser licenciada en Derecho. Lo que suba a TikTok no me va a quitar los grados o los no grados que yo tenga.
¿Cuándo fue la última vez que lloraste de emoción?
Últimamente estoy súper llorona, no sé qué me pasa…el otro día mi novio me dio un regalo porque me han nominado cuatro años a los premios Ídolo y no he ganado nunca. Me hizo un premio y me dijo que, si hubiese premios a la mejor persona, tendría la vitrina llena y me puse a llorar de la emoción.
¿Qué te ayuda a recomponerte en los días en los que dudas?
Si me levanto un día en que estoy cruzada o perdida, me gusta leer, me gusta también mucho el derecho, entonces me pongo a buscar cosas de sentencias, por ejemplo. Para mí el camino principal siempre ha sido ese, así que intento conectar con eso. También ver películas o una serie me ayuda a desconectar o quedar con algún amigo o que venga a casa y estar juntos y hablar de nuestra vida.
¿Qué campo del derecho es el que más te gusta para ejercer?
Todavía no lo tengo clarísimo, pero sí sé a lo que no me voy a dedicar. No me gusta para nada el derecho penal, que le encanta a la gente. No es lo mío. Me gusta mucho más el derecho financiero y tributario y el mercantil. Yo creo que me voy a especializar en el derecho privado y en la adquisición y reabsorción de empresas. También me gusta mucho el derecho a la imagen, que está un poco relacionado con lo que hago en las redes. Tal vez podría trabajar en ese sector, fíjate, a lo mejor redactando yo los contratos que ahora firmo con las marcas, o a lo mejor todo lo relacionado con el tema de la publicidad y lo que tiene que ver con la publicidad desleal…Y tengo que decir que me encantaría ser notaria, pero no creo que me dé la vida. Me encanta hacer testamentos. Lo último que hicimos en derecho civil fue le testamentario y me gustó mucho. Se pueden hacer cosas superdivertidas con el testamente y yo sería la típica que te diría: ¿Y no quieres hacer esto? Como es tu última voluntad se puede hacer a tu arbitrio y puedes condicionar a mucha gente a conseguir la herencia sólo si cumplen ciertos requisitos…Es un poco triste también, claro, y luego he hablado con varias personas que se dedican al derecho de familia y me dicen: Marina, luego ves a hermanos tirándose del pelo por un Fiesta del 97. También creo que en estos momentos sale como lo peor del ser humano, en los divorcios, los testamentos, las custodias, pero la verdad es que me encantaría ayudar a la gente a hacer testamento, pero no luego a repartirlo, no quiero contar la historia, solo la quiero escribir.
¿Qué le dirías hoy a la Marina de hace cinco años?
Le diría que lo ha conseguido, porque cuando comencé la carrera tenía dudas de si era de verdad lo que quería hacer, porque estaba más inclinada a la rama de la ciencia, pero al final me decidí por las letras, por el derecho, porque hice debate mucho tiempo y pensé que, si me pagaban por llevar la razón, que me encanta, pues estaba guay. Pero me daba miedo, así que le diría que lo he logrado porque he encontrado aquello que me apasiona. Al final te empujan a los 18 años a decidir qué quieres hacer el resto de tu vida y mucha gente se equivoca y no encuentra aquello que le apasiona. Yo he tenido la inmensa suerte de acertar a la primera y encontrar aquello que me mueve y me emociona. Y a esa Marina que quería cambiar el mundo y creía que podría hacerlo, le diría que no lo puede cambiar, pero está haciendo cosas por hacerlo. Porque yo creo que el derecho es una de las cosas que cambia el mundo y a la gente, como la política.
¿Qué importancia le das al amor, Marina?
El amor lo mueve todo. Para mí el amor es lo más importante, no solo el amor de pareja… de verdad tengo una suerte enorme con la familia que tengo. Tengo unos padres que me aman, que me apoyan, que son mi sostén, mis mejores amigos, y me ayudan en absolutamente todo, que confían en mí, que me remarcan cuando lo hago mal, que me enseñan. Y tengo unos amigos que reman conmigo siempre. Y luego, la verdad, es que tengo bastante suerte en el amor, no me puedo quejar.
Siempre he tenido gente que me ha querido mucho. Soy una persona superpositiva y en general me enamoro y me prendo rápido de las cosas. Soy muy emocional, todos los proyectos me hacen ilusión, todas las cosas me gustan. Entonces, vivo como un poco enamorada de la vida, enamorada de la gente que me rodea y el amor me acompaña siempre y tengo bastante suerte con eso, la verdad.












