Se tropieza con los juguetes, sus muecas exageradas son un poema y convierte cada tarea cotidiana en un enredo imposible. Desde derramar la leche hasta quedarse atrapado por la puerta del armario o perder un autobús... todo termina siendo una pequeña catástrofe cargada de humor. Si al leer estas situaciones absurdas te ha venido a la cabeza Mr. Bean haciendo de las suyas, Netflix tiene una propuesta imposible de ignorar: El hombre contra el bebé, con Rowan Atkinson, su icónico protagonista, al frente, recupera ese humor absurdo, los gags visuales y el caos doméstico que han hecho reír a varias generaciones y que resulta perfecta para disfrutar en familia durante estas Navidades.
En esta secuela de El hombre contra la abeja, Atkinson vuelve a meterse en la piel de Trevor Bingley para enfrentarse a unas fiestas muy poco convencionales. La última vez que lo vimos, su trabajo como cuidador de una mansión de alta tecnología se complicaba sin remedio por culpa de una abeja irritante. En esta nueva entrega, decide dejar atrás la industria de los vigilantes de casas y se convierte en conserje de un colegio en un pintoresco pueblo inglés tras su divorcio. Está ilusionado con las vacaciones de Navidad, que espera pasar con su hija Maddy y con su exmujer Jess,, pero la cosa se tuerce: ambas se van a Barbados con el nuevo novio millonario de la que fuera su mujer y, además, le recuerdan que la matrícula universitaria de Maddy en París costará 10 000 libras, unos 11.500 euros.
Desilusionado por la cancelación de sus planes navideños, sin un euro y al borde del desalojo de su piso, Trevor llega a la escuela para supervisar la obra de teatro navideña pensando que es el último día del trimestre, pero sin saber que también será su último día como bedel. En medio del caos de la función, recibe una oferta inesperada de Housesitters Deluxe, la empresa inmobiliaria con la que había jurado no volver a trabajar: cuidar un ático de lujo en Londres durante las fiestas. La suma que le ofrecen es justo lo que necesita para pagar la matrícula de su hija, así que no puede decir que no.
Parece que la suerte comienza a sonreírle por fin. Lo único que tiene que hacer es llegar a la capital antes de las cinco de la tarde. Pero, justo cuando parece que todo encaja, surge un pequeño gran contratiempo: nadie recoge al bebé que ha hecho de Niño Jesús en la representación del colegio, así que se ve obligado a llevarlo consigo a su nuevo trabajo. Con un ático que proteger y un diminuto compañero que no sabe ni eructar al que cuidar, Bingley se enfrenta a unas fiestas completamente fuera de control, cargadas de enredos, improvisaciones y caos navideño.
Rowan Atkinson describe a Trevor en esta nueva aventura como “definitivamente más blando y agradable" que en la entrega anterior, donde asegura que "era bastante psicópata, porque la irritación de la abeja lo llevaba a ese estado". Sin embargo, ahora "vemos un lado mucho más amable" y afirma que es "uno de los personajes más agradables que he interpretado".
Al comparar este rol con dos de sus papeles más icónicos, el actor de Love Actually cree que “Blackadder es un hombre bastante cínico y negativo", mientras que a Mr Bean lo considera "muy egoísta, centrado en sí mismo y algo infantil". Reconoce que "no son personas muy agradables"; Trevor, en cambio, "quizá representa el lado más amable de mí, mientras que los otros personajes representan mi lado más oscuro".
El actor añade sobre la creación de este nuevo personaje: “Me alegra que tengamos un personaje que funcione, porque inventar uno completamente nuevo no es fácil. Trevor es, sin duda, una valiosa incorporación a mi repertorio”, dice orgulloso. Alejada de las típicas comedias románticas que triunfan durante estas fechas, El hombre contra el bebé se centra en cuatro episodios cargados de enredos y humor inesperado. Una historia que llena las casas de sonrisas, alegría y una pizca de espontaneidad perfecta para estas fiestas.











