Ana Obregón se planta: nos desvela nuevos datos de su relación con Epstein y descubre toda la verdad


La actriz y presentadora nos cuenta, en una entrevista exclusiva, cómo fue su vínculo con el magnate


Ana Obregón, posando con un vestido rojo y rosa para ¡HOLA!© JESÚS CORDERO
Marta GordilloSubdirectora ¡HOLA!
Actualizado 24 de diciembre de 2025 - 8:49 CET

Su Navidad no se va a ver empañada por la polémica surgida por un reciente artículo, en The New York Times, donde se relata el vínculo de Ana Obregón con Jeffrey Epstein en los años 80, aunque lo cierto es que este aluvión de informaciones en vísperas de Nochebuena no ha sido un plato de buen gusto. En 2012, cuando Ana publicó sus memorias, Así soy yo, no ocultó que había conocido a Epstein en su época neoyorquina, pero aclaraba que con él no le unió más que una amistad, sin ningún tipo de connotación amorosa. Años después, cuando salieron a la luz los aspectos más oscuros y terribles del magnate financiero, ella fue la primera en condenar sus acciones.

Siempre habló abiertamente de su antigua amistad con Epstein. A pesar del revuelo mediático por un asunto que ella tiene más que olvidado, Ana Obregón, acostumbrada a estar en el ojo del huracán, permanece asombrada, pero muy tranquila. Así nos lo cuenta y así nos habla de la última polémica que la rodea. La famosa actriz y presentadora desea que esta nota desafinada que se ha colado en el villancico de su Navidad desaparezca de una vez por todas. Y que las risas de Anita cubran cualquier nubarrón que ose asomarse en su vida.

Ana Obregón posando al lado de la cabaña del jardín de su nieta Anita© JESÚS CORDERO
Ana, espectacular con un look de noche muy navideño, tiene clarísimo que no volverá a trabajar tan intensamente como antaño, como nos confiesa en nuestras páginas, porque quiere disfrutar de Anita

"Teníamos una amistad, pero yo nunca estuve unida sentimentalmente a esa persona. Dicen que gracias a mi familia y a otras familias españolas comenzó a labrar su fortuna, pero cuando yo lo conocí, ya era multimillonario"

—Ana, terminas el año rodeada de polémica por la publicación del reportaje de The New York Times en el que aparece tu nombre, ¿te has visto sobrepasada por la situación?

La verdad es que salir en The New York Times con la mala suerte de que tu nombre aparezca unido al de un pedófilo no me hace ninguna gracia. Me hubiera gustado salir, por ejemplo, por la labor filantrópica que hacemos Alessandro y yo en la fundación. Me ha sorprendido porque esta persona no tiene nada que ver conmigo. Yo lo conocí dos décadas antes de que se convirtiera en el ser repugnante en que se convirtió.

—¿Hay algo que te gustaría aclarar de lo que se ha publicado?

Hay cosas que publica The New York Times que no son ciertas. Teníamos una amistad, pero yo nunca estuve unida sentimentalmente a esa persona. Dicen que gracias a mi familia y a otras familias españolas comenzó a labrar su fortuna, pero en la época en la que yo lo conocí, él y John-John Kennedy, eran los solteros de oro de Estados Unidos. Porque él era un chico de veintipocos años que trabajaba en Wall Street. Vamos a ver, que vivía en un ático de 600 metros cuadrados en Nueva York, ¿tú sabes lo que es eso? Él ya era multimillonario, por lo tanto, no se ha hecho multimillonario por esas operaciones que dicen, de las que no soy consciente. No tengo ni idea de lo que están hablando y no voy a hablar.

"Esta persona (Jeffrey Epstein) no tiene nada que ver conmigo. Yo lo conocí dos décadas antes de que se convirtiera en el ser repugnante en que se convirtió"

—Lo que dicen es que varias familias españolas recurrieron a él para recuperar dinero perdido tras la quiebra de una firma de corretaje. 

Es que yo, de la familia, he sido la que no es empresaria. No te puedo hablar de eso porque no lo sé, yo vivía en mi mundo de estudiar Arte Dramático, de ser actriz. Lo que sí te puedo decir es que es falso que se hizo multimillonario por estas familias españolas.

—¿Cómo conociste a Epstein y cómo fue tu relación con él?

Me lo presentó un amigo, el director de Fiorucci; yo en esa época estaba saliendo con Miguel Bosé y nos hicimos muy amigos. Al nivel, por ejemplo, de que yo estudiaba en el Lee Strasberg Theatre & Film Institute y para llegar por las mañanas iba en metro no sé cuántas paradas y muchas veces quedábamos a desayunar a las 6:30 y él me decía: "Pues que te lleve el chófer". Se llamaba Benjamin, y me acuerdo porque en el año 2012 escribí ese libro de memorias, que es una transcripción de mis diarios. Recuerdo que me daba mucha vergüenza llegar a la escuela en Rolls-Royce y le decía a Benjamin: "Para una manzana antes, que no me vean mis compañeros". Debía pensar que yo era la persona más tirada del mundo, porque vivía en un miniapartamento. Y es mentira eso de que era un cazafortunas y que iba a por mí para luego entrar en mi familia. Es absolutamente falso. Como te digo, ya era multimillonario.

—Fuisteis a una fiesta de Elizabeth Taylor. 

Sí, fuimos a un homenaje, la foto esa famosa que ha salido por todos lados. Imagínate cuando me dijo que íbamos. En ese momento conocí también a Robert de Niro. Recuerdo que en mi 22 o 23 cumpleaños —igualmente han sacado estas imágenes— le dije que lo iba a celebrar en un sitio y se presentó sin yo saberlo. Vino Jeffrey y estábamos todos.

"Al año y medio de estar en Nueva York, vine a España y fue cuando le presenté a mis padres. Y mis hermanas, que venían a verme a Nueva York, le conocieron también"

Ana Obregón, posando con un vestido rojo y rosa para ¡HOLA!© JESÚS CORDERO

Dos años en Nueva York

—¿Conoció a tu familia?

Claro, yo estuve dos años en Nueva York estudiando en Lee Strasberg. Al año y medio de estar allí, vine a España y fue cuando le presenté a mis padres. Y mis hermanas, que venían a verme a Nueva York, le conocieron también. La verdad es que conmigo se portó maravillosamente. Tuve un problemón: se quemó mi apartamento y estuve como diez días viviendo en su espectacular ático. Había arriba una piscina de 40 metros en la parte de arriba del edificio, yo creo que debía ser uno de los más caros de todo Nueva York.

—¿Crees que él tenía interés sentimental en ti, que se enamoró?

No lo sé, nunca se lo pregunté. Conmigo fue siempre un caballero… y, claro, ver en lo que se convirtió dos décadas después me sorprende y me duele. Yo tenía 21 o 22 años, era casi una niña y no había salido de mi casa; imagina que estás lejos de tu hogar, sola en la Gran Manzana, todo eran grandes ruidos y echaba de menos a mis hermanos, a mi familia… Y encuentras a una persona que te ayuda y te acompaña y que sabes que, si pasa algo, está ahí. Eso no se puede olvidar. Era el hombre perfecto del que nunca me enamoré, como dije en mi libro. Para mí fue una decepción tremenda cuando, dos décadas después, me entero de que era sospechoso de pederastia y después acaba en la cárcel.

—¿Y te acuerdas de alguna anécdota especial con Epstein?

Pues todas, porque la verdad es que pasó de ser un recuerdo maravilloso que tenía de Nueva York a convertirse en una pesadilla de repente.

"¿Si se enamoró de mí? No lo sé, nunca se lo pregunté. Conmigo fue siempre un caballero… Era el hombre perfecto del que nunca me enamoré, como dije en mi libro. Ver en lo que se convirtió dos décadas después me sorprende y me duele"

—¿Nunca volviste a tener contacto desde que te marchaste?

Nunca jamás volví a tener contacto. Regresé a España, empecé a trabajar en el cine, a hacer una película detrás de otra, series, programas… Lo perdí totalmente de vista y no volví a hablar con él. Date cuenta, además, de que entonces no había móviles, era complicado.

—¿Y cuándo conociste lo que esta­ba ocurriendo y en qué estaba implicado?

No supe nada más de él hasta 2010. Y recuerdo la fecha porque ese año mi hijo, Aless, comenzó el curso en la Universidad de Duke, en Carolina del Norte, y yo me quedé a vivir en Miami. Y mi sorpresa fue cuando en un documental me entero de que Jeffrey era sospechoso de pederastia en ese momento y que había un montón de denuncias de chicas contra él. Todavía no estaba en la cárcel. Me llevé un disgustazo.

Ana Obregón caminando por el jardín con la pequeña Anita© JESÚS CORDERO

—¿Y no te dieron ganas de llamarlo entonces?

No me lo podía creer, era como Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Como cuando descubren a un asesino en serie y los vecinos dicen: "Pero si era buena persona… Pensé: ¿Cómo es posible?". Me dieron ganas de llamarlo, insultarlo y decirle: "No me puedo creer que haya sido tu amiga. ¿Qué te ha pasado? ¿Cómo has cambiado así, una persona que era trabajadora, generosa y con mucha empatía?". Entonces lo intenté a través de una amiga común que teníamos en Nueva York y a la que volví a ver en Miami después de dos décadas. Intentó ponerse en contacto con él, pero estaba en Palm Springs y luego hubo algo que me echó para atrás. Me vine a España por un trabajo y dije: "Mira no, no quiero saber nada de este ser".

—¿Algo más que decir Ana?

Si hay que aclarar las cosas, se aclaran, como estoy haciendo ahora y he hecho en el programa de Sonsoles, pero no voy a volver a hablar más.

Ana zanja la conversación porque ella lo que desea es seguir hacia adelante y hablar de Anita, la niña que trajo luz a su vida, con la que vive una nueva Navidad de ilusión a través de sus ojos.

TEXTO

Marta Gordillo

FOTOS

Jesús Cordero

ESTILISMO

Verónica Suárez

DECORACIÓN CASA Y JARDÍN

El Corte Inglés Home

'SHOPPING'

Jorge Gilarranz

LOOK 1

Mono: Jantaminiau/ Joyas: Sardinero Joyeros/ Guirnalda: El Corte Inglés

LOOK 2

Redondo Brand/ Joyas: San Eduardo Joyeros

LOOK 3

Ana: capa terciopelo: Seseña/ Vestido: Manuel de la Vega. Anita: Amaya Fashion for Kids/ Zapatos: Jeromin/ Calcetines: Condor

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.