Este lunes, España entera estaba pendiente del tradicional sorteo de Navidad para saber si unos u otros eran agraciados con una lluvia de millones de euros. Quienes no tuvieron esa fortuna, que son la inmensa mayoría, suelen recurrir a un tópico muy efectivo en estos casos: que el verdadero premio en sentir el cariño de la gente a la que quieres y que te rodea. Entre esas personas que tienen claro lo que es realmente importante en la vida tenemos a Maribel Verdú, quien pasaba el lunes 22 de diciembre en compañía de una persona fundamental para ella: su gran amigo Antonio Resines. "Mi gordo de la lotería. Es lo que me ha tocado", decía con mucho humor la actriz sobre el actor, tras compartir una fotografía de ambos disfrutando de este señalado y gélido día en prácticamente todo el territorio nacional.
Tras hacer ese cómplice y divertido comentario sobre su íntimo en redes sociales, algunas de sus compañeras de profesión reaccionaban a la publicación de la intérprete con distintos mensajes de afecto. "Pues qué suerte", le decía Aitana Sánchez-Gijón. "Qué ideales", escribía Belén López. "Qué guapos", señalaba Pilar Castro, mientras otras como Dafne Fernández o Ana Risueño respondían con emoticonos de un corazón rojo. En definitiva, se nota que entre Maribel (55 años) y Antonio (71) hay una enorme confianza y se adoran, compartiendo todo tipo de planes después de más de cuatro décadas de amistad.
Curiosamente, aunque hablamos de dos grandes nombres del cine español que tienen una exitosa y dilatada carrera a sus espaldas, solo han trabajado juntos una vez en la gran pantalla. Eso sí, hablamos de uno de los largometrajes más aclamados de la década de los noventa en nuestro país: La buena estrella. Fue un drama dirigido por Ricardo Franco en 1997, sobre una historia tremenda de perdedores que conquistó el Goya a mejor película y que le valió a Resines el único 'cabezón' que tiene hasta la fecha como actor protagonista. Mucho antes de eso, también representaron sobre el escenario Miles gloriosus (1989), basada en una obra de Plauto, en el Festival de Mérida.
Viaje para celebrar sus 40 años de amistad
Sobre el largo tiempo que llevan compartiendo experiencias, precisamente quisieron celebrarlo el pasado verano con un viaje a un lugar muy especial para Resines: Trasvía. Se trata de un encantador rincón en Cantabria donde este tiene su refugio habitual, rodeado de naturaleza, historia y mar. No estaban solos, ya que les acompañaban sus respectivas parejas: Pedro Larrañaga y Ana Pérez-Lorente. Allí, disfrutaron de un merecido tiempo de descanso y desconexión en el que no faltaron paseos, risas, recuerdos compartidos y, por supuesto, deliciosos platos de la gastronomía local. “Gracias por estos días inolvidables. Os quiero”, les dijo la actriz a los anfitriones.
En otra ocasión, al hablar de esta conexión con Resines, Verdú señalaba que "hemos hecho de todo y siempre salimos bien parados". Sin duda, la suya es una relación que ha resistido al paso del tiempo, las distancias y los compromisos profesionales, un vínculo que trasciende a lo laboral ya que se entienden, se cuidan y se admiran profundamente. “Es uno de los hombres más generosos y divertidos que conozco”, decía Maribel en una entrevista. Él, por su parte, revelaba con humor una curiosa tradición que tiene con ella por su cumpleaños: “Le envío flores cada 2 de octubre. Una vez lo hice y como le gustó tanto…”.








