Gritos, emoción y mucho champán. La plantilla de Bimba y Lola ha sido agraciada con el segundo premio de la Lotería de Navidad. La alegría se apoderó este lunes en la sede central de Bimba y Lola, en el barrio de Lavadores en Vigo, cuando los trabajadores de la firma descubrieron que el número con el que habían participado en el Sorteo Extraordinario de Navidad, el 70048, había sido agraciado con el segundo premio de la Lotería Nacional. La empresa textil de ropa y complementos puso a disposición de su plantilla de toda España, de forma online, décimos y participaciones de 5 euros.
Cada décimo premiado ha repartido 125.000 euros, y buena parte de la plantilla tenía participaciones del número, lo que desató una auténtica explosión de felicidad en las instalaciones de la compañía textil. "Estábamos trabajando y alguien empezó a gritar. Pensábamos que le había tocado a alguien en particular y resulta que era el de todos. Hemos empezado a gritar y a brindar", contaba uno de los empleados a las puertas de la multinacional.
Aunque el segundo premio del Sorteo Extraordinario de Lotería de Navidad se vendió íntegramente en Madrid, viajó hasta Galicia y otras partes de la geografía después de que la firma textil Bimba y Lola, con sede en Vigo, adquiriera ese número para repartir entre sus trabajadores y clientes.
Alrededor de las doce del mediodía, con el ambiente en plena ebullición, la dirección de la empresa dio el día libre a toda la plantilla y organizó una celebración por todo lo alto, reservando una discoteca en el centro de Vigo para continuar la celebración. "Ha sido una histeria colectiva. Fue sorprendente. Nunca me ha tocado nada y ahora, de repente, no te lo crees. Me ha tocado y lo compartiré con la familia y lo ahorraré para un piso", ha explicado una de las empleadas en unas declaraciones recogidas en La Voz de Galicia, en las que destaca que "la plantilla son gente joven y nos ha venido muy bien a todos". Muchos ya piensan en destinar el dinero a comprar su primera vivienda o reformar un piso, mientras que otros, entre risas, celebran su sueño más inmediato. "¡Por fin puedo comprarme un coche!", gritaba otra trabajadora, incapaz de contener la emoción.
Entre los rostros más felices también estaba el de Paula Prado, quien vuelve a los titulares por un motivo completamente opuesto al de la última vez. El 17 de agosto de 2017, Paula permaneció varias horas atrapada en una tienda de Las Ramblas de Barcelona durante el atentado terrorista que costó la vida a 16 personas. Hoy, sin embargo, su testimonio es puramente alegre: "Nos vamos todos de celebración", afirmó con una sonrisa que lo dice todo.






