La Navidad está a la vuelta de la esquina, pero para Victoria Beckham, esta temporada festiva tiene un sabor agridulce. Tras casi un año de distanciamiento con su hijo mayor, Brooklyn Beckham, la diseñadora británica se enfrenta a una de las épocas más importantes del año con el corazón dividido entre el deseo de mantener el espíritu familiar intacto y la dolorosa realidad de una relación tensa con su primogénito. Desde mediados de 2025, la relación entre Victoria, su esposo David Beckham y Brooklyn ha sido objeto de atención pública. El joven, de 26 años, permanece en Estados Unidos junto a su esposa, Nicola Peltz-Beckham, y ha estado ausente de múltiples momentos significativos de la familia durante este año, incluido el 50º cumpleaños de su padre y la ceremonia en la que David fue nombrado caballero, eventos que celebró con el resto de sus hijos pero sin la presencia de Brooklyn.
© Getty ImagesEste distanciamiento, según diversas fuentes, comenzó tras tensiones que surgieron alrededor de la boda de Brooklyn y Nicola en 2022, y que se han intensificado a lo largo de 2025. La falta de comunicación y la ausencia de gestos familiares por parte de Brooklyn han sido especialmente dolorosos para Victoria, cuya vida ha estado siempre muy centrada en la familia.
© Getty ImagesUn corazón dividido y una madre fuerte
Pese al profundo malestar que siente, Victoria ha adoptado una postura firme: no permitirá que este conflicto familiar arruine las celebraciones navideñas para el resto de su familia. “Victoria está decidida a no dejar que la pelea con Brooklyn estropee la Navidad”, revelan fuentes cercanas, explicando que aunque sigue “absolutamente destrozada” por la ausencia de su hijo, sabe que debe mantenerse fuerte, especialmente por su hija menor, Harper, de 14 años, y por los padres y los abuelos de Brooklyn, que están sufriendo tanto como ella.
© Getty ImagesEste enfoque refleja no solo su rol como madre protectora, sino también su capacidad para liderar con compostura en momentos difíciles. Victoria ha demostrado a lo largo de su carrera y vida familiar una mezcla de elegancia y determinación, tanto en los negocios como en su vida privada. Ahora, en un contexto más personal, esa misma fortaleza es clave para que el resto de su familia pueda disfrutar de las festividades sin que el eje familiar se rompa por completo.
Gestos simbólicos y esperanzas de reconciliación
Aunque Brooklyn no ha tomado la iniciativa de reconectar directamente con sus padres, Victoria ha lanzado pequeñas señales que podrían interpretarse como intentos de mantener las puertas abiertas. Una de las más comentadas fue una publicación en su Instagram Stories donde mostró el hogar de sus padres decorado para Navidad con calcetines festivos que tenían el nombre de cada uno de los nietos, incluido el de Brooklyn. Este gesto fue interpretado por muchos como un mensaje de cariño y de que, pese a todo, él sigue siendo parte de la familia.
© @victoriabeckhamSimultáneamente, otros miembros de la familia han intentado tender puentes. Cruz Beckham, hermano menor de Brooklyn, compartió recientemente en sus redes sociales fotos de momentos felices de infancia junto a su hermano, con un mensaje indicando la importancia de hablar y reconectar. Este tipo de gestos sugieren que, aunque el distanciamiento es profundo, todavía hay miembros de la familia que anhelan restaurar lazos.
© @victoriabeckhamUn dilema navideño entre tradición y realidad
Para Victoria, la Navidad siempre ha sido una época que celebra no solo el espíritu festivo, sino también la unión familiar. Sin embargo, esta será la primera Navidad en mucho tiempo en la que Brooklyn podría no estar presente, algo que no ha podido aceptar del todo, pero que reconoce como parte de la situación actual. Aun así, la diseñadora está enfocada en que sus demás hijos —Romeo, Cruz y Harper— tengan momentos felices y memorables, rodeados de seres queridos y tradición.
Además de las festividades navideñas, la familia Beckham también tiene planeado acudir a una boda el 27 de diciembre, lo que añadirá un matiz adicional de celebración en medio de la tensión familiar. Esta combinación de compromiso social y unión familiar refleja la dualidad de una familia que sigue tratando de navegar su vida pública sin perder su vida privada.
© victoriabeckham¿Podría la Navidad traer un milagro?
A pesar de la situación, tanto Victoria como David mantienen la esperanza de que esta época festiva pueda convertirse en una oportunidad para sanar. Muchos analistas de celebridades hablan de la posibilidad de un “milagro navideño”, un momento de reconciliación que podría surgir del deseo de compartir con los seres queridos durante una temporada tan emotiva del año. Aunque nadie puede predecir si Brooklyn regresará al seno familiar, la mezcla de gestos simbólicos, recuerdos compartidos y cariño incondicional sugiere que las raíces familiares todavía pueden tener un papel en cualquier posible reconciliación futura.
