Chiara Ferragni, en uno de sus peores momentos de toda su carrera, ha recordado cómo fueron sus inicios desde 2009. La megainfluencer italiana, a la que la fiscalía le pide 20 meses de cárcel por cargos de fraude agravado, ha compartido una serie de fotos que describen su camino desde que comenzó su carrera en las redes sociales. Todo se torció cuando la creadora de contenido fue multada por vender un producto con supuestos fines benéficos, y salieron otras campañas dudosas que amenazan a sus más de 28 millones de seguidores porque la fiscalía de Milán le solicitó una condena de un año y ocho meses de prisión.
En estas campañas sospechosas, realizadas entre 2021 y 2022, la influencer italiana daba a entender que donaría el dinero a organizaciones benéficas. Se trataba de campañas para vender pandoros, dulces típicos navideños de la marca Balocco, y huevos de Pascua de la marca Dolci Preziosi. El dinero generado, en principio, debía ir a la construcción de un hospital en Turín. En el caso de los dulces navideños, la empresa ya había donado 50.000 euros al centro médico, por lo que la campaña con la creadora de contenido no tuvo nada que ver.
Ferragni, ante las primeras acusaciones, respondió con un vídeo en el que describía lo ocurrido como "un error de comunicación" y aseguró que donaría su sueldo al mismo hospital. Tras todas estas controversias, la influencer fue abandonada por varias marcas como Coca Cola o Pantene, y no apareció en la Semana de la Moda. Pese a que se intentó defender durante meses, a finales de 2024 ya había tenido que pagar un total de 3,4 millones de euros para resolver todas las investigaciones que habían surgido en su contra. Un millón fueron para cubrir la multa por las acusaciones del pandoro, otro millón para el hospital y 1,2 millones a la organización de niños con autismo vinculada a la venta de huevos de Pascua.
Todo ello también le coincidió con su complicado divorcio con Federico Leonardo Lucia, el rapero italiano conocido como Fedez. Fue en 2018 cuando se casó con su exmarido, con el apoyo de marcas como Dior o Valentino. Desde su matrimonio, Fedez y Ferragni se hicieron todavía más famosos. Junto a sus hijos, Leone y Vittoria, mostraban su lujoso estilo de vida. De hecho, en 2021, se estrenó el reality show The Ferragnez, que seguía la vida familiar del matrimonio y la carrera musical de Fedez. Existen rumores de que su marido la había abandonado en febrero de 2024, y que parecía que se había mudado del lujoso apartamento que tenían en el centro de Milán. En noviembre fue cuando formalizaron su divorcio, y desde ese momento sus hijos apenas aparecen en sus redes sociales.
Se estima que la influencer y empresaria tiene un imperio de 75 millones de euros, que incluye una agencia de talentos para influencers, inmobiliaria y marcas de productos con licencia, además de su sitio web The Blonde Salad, lanzado en 2009. A partir de este mismo portal empezó a publicar frecuentemente temas sobre moda y complementos en las redes, cuando todavía estudiaba Derecho.
Mientras era estudiante en la Universidad Bocconi de Milán, abrió este blog en inglés e italiano por pura diversión. A la empresaria siempre le ha gustado que le sacasen fotos, por lo que nunca fue un tema que le diese vergüenza. Su madre fue la que impulsó esta facilidad para posar.
Para comenzar con buen pie, la influencer se compró una buena cámara de fotos y su novio de aquel entonces, Riccardo Pozzoli, se encargaba de retratarla. En sus inicios, la italiana posaba con sudaderas, camisetas con dibujos animados o se atrevía a mezclar diferentes prendas de ropa. De hecho, el nombre Salad le vino porque sus looks eran como una ensalada, en la que podía mezclar muchos estilos y gamas de ropa.
Al final, dejó la carrera de derecho y se mudó a Los Ángeles en 2013. Fue aquí donde pasó a ser completamente rubia. Ya en Estados Unidos, las revistas empezaron a llamarla y se creó su propia cuenta de Instagram. En 2014 ya contaba con 3 millones de seguidores, e incluyó su blog de estilo revista, con sus propias líneas de productos y patrocinios personales. En 2015, se convirtió en la primera bloguera en aparecer en la portada Vogue, en Vogue España.
El pasado 25 de noviembre se celebró una audiencia en la que la fiscalía de Milán solicitaba la misma condena también a Fabio Damato, antiguo colaborador de Ferragni, y al presidente del grupo al que pertenece Dolci Preziosi, Francesco Cannillo. La próxima cita será el próximo viernes, 19 de diciembre, cuando la defensa de Ferragni tendrá que testificar y el tribunal de Milán tendrá que tomar una decisión. "¿Algo que no volvería a hacer? Bueno, muchas cosas, como confiar en la gente equivocada, eso es todo", comentaba la celebridad en marzo. Ahora, en mitad de todo este revuelo, Chiara Ferragni intenta centrarse en sus inicios, cuando todo era todavía perfecto.











