La emblemática voz de Ana Torroja, conocida mundialmente por su papel como vocalista de Mecano, ha vuelto a sorprender, pero no por nada que tenga que ver con su carrera musical, sino por una historia personal que dejó con la boca abierta al público. La artista fue la invitada este lunes 15 de diciembre a La Revuelta, conducido por David Broncano, donde compartió con el público aspectos inéditos de su vida, entre ellos el profundo orgullo que siente por su abuelo, Eduardo Torroja, uno de los ingenieros civiles más influyentes del siglo XX. Lejos de centrarse únicamente en su trayectoria musical o en los rumores sobre la posible reunificación de Mecano, la cantante dejó perplejos a los espectadores al hablar abiertamente sobre su historia familiar y el origen de su título nobiliario. Aunque hoy es conocida por su música, la artista explicó que proviene de una familia con fuertes raíces en la ingeniería y las ciencias, lo cual ha marcado su percepción del trabajo, la disciplina y el mérito.
Su abuelo, un pionero
El eje de la conversación giró en torno a la figura de Eduardo Torroja Miret, abuelo de Ana, a quien ella describió con cariño y admiración como un profesional de enorme influencia en el campo de la ingeniería civil. Reconocido internacionalmente como uno de los grandes especialistas de su tiempo en hormigón armado y estructuras vanguardistas, Torroja no solo fue un investigador y docente brillante, sino también un pionero en técnicas que siguen siendo estudiadas y aplicadas hoy día.
Entre sus obras más destacadas en Madrid y sus alrededores se encuentra la cubierta de la tribuna del Hipódromo de la Zarzuela, una estructura de hormigón que es considerada un hito en la historia de la arquitectura y la ingeniería españolas por su audacia técnica y estética. Esta obra emblemática ha sido reconocida como Bien de Interés Cultural, consolidando así no solo su valor arquitectónico, sino también su simbolismo como testimonio de la ingeniería moderna española.
Pero el legado de Torroja va más allá de una sola construcción. Su carrera incluyó proyectos como el Frontón Recoletos –un innovador frontón en Madrid–, así como viaductos y hangares que demostraron su maestría en el uso de materiales y su capacidad para resolver retos estructurales complejos. Además, fue docente e investigador, transmitiendo su visión y conocimiento a generaciones futuras de ingenieros.
Marquesa de Torroja
En La Revuelta, Ana Torroja reveló que, al principio, “no se creía merecedora” de portar el título de marquesa que hoy ostenta, pero que cambió de opinión al comprender el profundo significado que tenía para honrar la labor de su abuelo. Este marquesado fue concedido de forma póstuma a Eduardo Torroja en reconocimiento a sus valiosos méritos profesionales, una distinción que posteriormente pasó a su familia.
La cantante no solo compartió anécdotas sobre sus orígenes familiares, sino que también reflexionó sobre cómo la ciencia y el arte han convivido en su casa. Aunque decidió seguir una carrera artística, heredó de su familia una valoración profunda por el esfuerzo, la curiosidad y la excelencia profesional.








