"Dos pasos duros por quirófano en pocos días. Dos estancias largas y complicadas en la REA… pero siempre la sonrisa, las caricias, los desvelos y los cuidados de unos sanitarios que se dejan el alma, la piel y su propio bienestar para lograr que sanemos, incluso cuando sentimos que se nos apaga el alma. Un día menos es un día más. Volveré", son las palabras que ha compartido Carme Chaparro tras someterse a dos operaciones en menos de 15 días. Una situación que, pese a que la autora de Venganza no ha querido revelar el nombre de su enfermedad, mantiene muy preocupados a todos los que la quieren y admiran. Ahora, la periodista ha contado transcurridas unas semanas, cómo se encuentra.
Después de unos días complicados, Carme Chaparro por fin se encuentra en casa, tal y como ella misma ha contado a través de sus redes sociales, donde ha compartido la fotografía de un ramo de flores: "Flores de amigas para dar la bienvenida a casa", ha escrito junto a la instantánea. "Está siendo muy lento, doloroso y complicado. (...) Pero estoy en las mejores manos. Sigo de baja, con una recuperación difícil. Espero estar pronto bien", ha confesado la escritora y presentadora de televisión a El Español, ya que el suyo está siendo un proceso difícil por el que lleva meses apartada de la vida pública y del que ha explicado que no se siente preparada para hablar públicamente: "Cuando los médicos encuentren el piso y sepan si pueden hacer algo o no hablaré. Tengo muchas ganas de contarlo y ayudar a otras personas que están enfermas igual que yo".
Alejada de los medios de comunicación, la presentadora de Informativos Telecinco está viviendo la época más complicada de su vida: "Estoy muy medicada. Estoy tomando 10 pastillas al día. La medicación es muy fuerte y estoy cansada porque la enfermedad es muy jodida. Me atonta la medicación, me da mucho sueño, me reseca la piel. La medicación es muy fuerte. Estoy cansada porque la enfermedad es muy jodida", confesó hace unos días en una entrevista en Lecturas.
La escritora también habló previamente a operarse sobre su intervención y los riesgos que conllevaba, ofreciendo unas palabras que reflejaban la complejidad del proceso y la preocupación que lo rodeaba: "Hemos encontrado el barrio y la casa, ahora nos falta encontrar la habitación para operar. La operación no será fácil. He tenido un psiquiatra y una psicóloga maravillosas".
Durante su charla con el citado medio, Carme Chaparro también confesó cómo fueron los inicios de su tratamiento: "Tuve que cogerme la baja cuando ya mis médicos me dijeron que me iba a morir". Relató, con una sinceridad estremecedora, el impacto que la enfermedad tuvo en su vida cotidiana: "Verme en casa, enferma, muy medicada, sin poder hacer el trabajo que me apasiona, me hizo caer en un pozo muy oscuro, un lugar en el que yo no recordaba haber estado nunca y del que, gracias a Dios, he salido. Bueno, no a Dios, porque yo no creo. Más bien gracias a una amiga que llamó a un psiquiatra", declaró en su última entrevista al diario El País.
Sus problemas de salud
Fue a principios del pasado mes de marzo, cuando Carme anunció un pequeño parón para tratarse y priorizar su salud: "Voy a contaros algo que para mí es difícil de contar, pero que espero poder contar bien. He tenido que parar muchas cosas de mi vida para poder cuidarme y tratarme, pero vamos por el buen camino", afirmaba sin entrar en más detalles. El 28 de abril, día del apagón generalizado que dejaba a España sin electricidad, explicaba cómo se encontraba: "En la cama y con un día malo por la medicación me ha pillado el nuevo día de los transistores, como aquel 23F que me pilló tan pequeña, pero que tan bien recuerdo", rememoraba.
Desde entonces, la presentadora de Informativos Telecinco ha mantenido al corriente a todos sus seguidores, sin poner nombre a su enfermedad: "Cuando se trata de salud, es delicado. Ahora mismo estoy inmersa en un intenso proceso médico para determinar la mejor de las opciones de tratamiento. Os iré contando", anunciaba la pasada primavera y destacaba cómo su perrita era consciente de que algo pasaba: "No se aparta de mí. Me lame, me abraza".
En el pasado sí había hablado abiertamente de las enfermedades que padecía entonces: el síndrome de Ménière, una enfermedad del oído interno que le ha hecho perder el 65% de audición. "Vivo así, con un pitido constante, como una emisión de alta frecuencia. De día es insoportable, pero de noche no tanto", explicaba en una ocasión.







