Irene Rosales ha dado un importante paso con su novio Guillermo cuatro meses después de anunciar su separación de Kiko Rivera, padre de sus dos hijas, Ana y Carlota. La sevillana, de 34 años ha asistido al enlace de unos buenos amigos de su pareja, y a juzgar por las imágenes que ha compartido no solo ha disfrutado de la fiesta sino que ha terminado más enamorada si cabe del empresario, de 42 años. "Qué bonito día y qué guapo mi chico", ha escrito más ilusionada que nunca.
Guillermo, por su parte, ha resumido su primera boda con Irene como acompañante con una palabra que lo dice todo: "Felicidad". Además, ha compartido una foto en la que aparece junto a ella dando la enhorabuena a los recién casados, una foto muy significativa que refleja que Irene empieza a integrarse por completo en su círculo de amigos.
La sevillana confesó en Y ahora Sonsoles, el programa de Sonsoles Ónega en Antena 3, que está "feliz y enamorada al cien por cien". "Me da hasta vergüenza decirlo, pero sí", reconoció con timidez. "Guillermo me cuida muy bien, nos estamos conociendo y todavía no conozco sus defectos", añadió.
Durante su visita al plató también quiso zanjar los rumores sobre el final de su matrimonio con el hijo de Isabel Pantoja. Aclaró que su relación no terminó por ninguna infidelidad y que ella jamás habría traicionado de esa forma la confianza del Dj. "Mi matrimonio con Kiko terminó y yo empecé a tener una amistad con Guillermo, y no ha tenido nada que ver con mi separación (…) Guillermo y yo solo somos dos personas adultas y sin compromisos que se están conociendo", puntualizó tajante.
A pesar de estar viviendo uno de sus momentos más dulces, Irene no se olvida de Kiko. "Somos familia", aseguró. De hecho, es probable que el próximo 15 de diciembre se reúnan para celebrar juntos el décimo cumpleaños de su hija Ana. "Podríamos haber durado toda la vida, pero hubiera sido muy egoísta habernos conformado con ese tipo de amor", añadió la sevillana, unas palabras que el DJ corroboró días después en el plató del programa De viernes, de Telecinco. "Mi matrimonio se ha ido desgastando hasta el punto de que parecíamos compañeros de piso. Nuestra relación estaba rota. Ese deseo, esas ganas de estar ya no estaban", admitió.







