El pasado mes de septiembre, la reaparición televisiva de Jorge Javier Vázquez con el estreno de Gran Hermano no dejó a nadie indiferente. Su nueva imagen se viralizó en minutos, catapultándolo como uno de los temas más comentados en redes sociales. Tras semanas de especulaciones, el presentador de 55 años ha decidido sentarse en el plató de ¡De Viernes!, ante Bea Archidona y Santi Acosta, para compartir la verdadera razón detrás de su decisión de pasar por el quirófano y, sobre todo, el inesperado calvario que vivió en el postoperatorio. La sinceridad del presentador fue rotunda al explicar los motivos que lo llevaron a buscar un rejuvenecimiento. Jorge Javier desveló que no aceptaba el paso del tiempo, y el reflejo que le devolvía el espejo le sumía en una profunda tristeza. "Sinceramente, no aguanto verme todos los días en un plasma y sobre todo a una determinada edad", confesó. Y ahondó en este sentimiento: "Hay un bajón físico importante y creo que no es lo mismo cuando trabajas en un medio donde no te tienes que ver, que en que sí. Yo me veo todos los días ampliado y no me gustaba. Incluso había días que llegaba a pensar; 'prefiero quedarme en casa que verme así'. Me producía rechazo...la edad no perdona".
Motivado por este "rechazo" y decidido a restarse unos años, Jorge Javier visitó al cirujano con una idea muy clara: "Mi idea era hacerme únicamente el cuello", explicó. Sin embargo, el especialista le sugirió ir más allá. "Me dijo que era claro candidato porque al llegar allí, te ponen en un espejo y te dicen que hagas gestos", detalló el periodista. Tras esta valoración, la decisión se expandió: "Me dijo que había otro tipo de cosas que me podía hacer para rejuvenecer más la cara y ahí dije 'mira, estoy en un momento de mi vida que me encuentro bien físicamente'. Pensé que estaba bien de salud y creo que estas operaciones hay que hacerlas cuando eres más o menos joven y pensé 'me lo hago'".
El presentador se sometió a dos operaciones distintas, la primera de las cuales tuvo lugar en el mes de julio. "El 29 de julio me hice los ojos y luego me he hecho el lifting de la cola de la ceja, que te levantan un poco", desveló. Esta primera intervención, que también incluyó un 'lip lift' (una reducción de piel debajo de la nariz para levantar el labio), sumó un total de seis horas en el quirófano. "Me corté un poco de piel debajo del labio y te lo levantan, parece que te has puesto labios, pero no es así. Yo no tenía labio y es que con el envejecimiento, uno de los síntomas es que te crece la zona entre la nariz y el labio inferior. La nariz no me la he tocado", aclaró.
La segunda intervención, la "más importante" según él, se centró en el cuello y la mandíbula, y se extendió durante diez largas horas. El presentador fue muy claro al desmentir rumores: "No es una masculinización, como han dicho, es un rejuvenecimiento, una reconstrucción muscular". A pesar de que el cirujano le había recomendado tomarse las cosas con calma, Jorge Javier confesó su prisa por disfrutar del verano: "Yo como lo quiero todo, pues no quise perderme las vacaciones, me iba 15 días en julio y ya después solo me quedaba un mes para recuperarme".
No obstante, su historial médico complicó el proceso. El presentador, que sufrió un ictus en 2019, toma una medicación diaria que facilitaba el sangrado. "Yo tenía dos problemas, el tiempo y la más importante es que desde el 19 que me dio el ictus pues yo me tomo una pastilla todos los días; esto para las operaciones es complicado", reveló. El verdadero drama comenzó tras la primera intervención. "Me subió mucho la tensión la primera noche tras la operación y no podían bajarla. Fue una noche terrible, con unos dolores tremendos", recuerda.
Pero la situación se agravó una vez en casa. "Me dieron el alta y un día después noté que la cara se me llenaba de líquido y pensé que iba a estallar. Tuve que volver al hospital y al quirófano para drenar", desveló el periodista. La subida de tensión sufrida le desfiguró el rostro de manera dramática: "No podía cerrar el ojo, estaba como el hombre elefante y se me hizo un derrame terrible". Pese al calvario, Jorge Javier se muestra satisfecho con el resultado: "Estoy más cómodo con esta nueva cara, me veo bien, y hay que tener en cuenta que todavía estoy inflamado. Estas operaciones tardan entre 6 meses y un año en asentarse". El proceso, además, le ha servido para valorarse: "Fue complicado para mí reaparecer tras la intervención".
El reencuentro más esperado: Jorge Javier y Lydia Lozano
La noche de confesiones tuvo un interludio cargado de nostalgia y emoción: el reencuentro con Lydia Lozano. Los que fueran reyes indiscutibles de la audiencia durante 14 años en Sálvame llevaban dos años y medio sin verse en el plató de Telecinco. Lydia volvía al programa tras semanas difíciles por el delicado estado de salud de su marido, Charly. "Que no haya noticias es una buena noticia. Hay gente que me dice, no llores delante de él, pero Charlie me lo nota siempre", confesaba Lydia, visiblemente emocionada. La sorpresa llegó cuando Jorge Javier irrumpió en la sala donde se encontraba Lydia. Sin previo aviso, los dos se fundieron en un abrazo larguísimo y sincero, demostrando que su complicidad sigue intacta. La primera reacción de Lydia, fiel a su humor característico, fue directamente al aspecto de su amigo: "Estás de lujo. Ya no eres un meme. Se te ha bajado todo ya". Jorge Javier, entre risas, respondió: "Bueno, todavía queda".
El reencuentro estuvo lleno de guiños a su pasado. "Qué alegría verte. Hija, nos han pasado cosas", abrió la veda Jorge Javier, a lo que Lydia respondió con un lacónico "de todo", resumiendo las vueltas que ha dado su vida profesional. Lydia reconoció: "¡Mogollón!" al preguntarle Jorge si echaba de menos volver a Mediaset, y admitió que no esperaba regresar. La conversación dio un giro jugoso cuando Jorge Javier desveló que Lydia estaba "igual de guapa" que siempre y que su relación nunca se había roto, pues habían seguido hablando "por teléfono". No obstante, el presentador confesó que durante el verano había evitado verla, inventando excusas para que Lydia no se diera cuenta de su reciente operación.
Sin embargo, la tertuliana le devolvió la jugada: "En verano yo te decía 'no, no puedo quedar'. Estás descubriendo a quien te lo contó. Acabas de meter la pata. Eres una metepatas, una bocachancla, porque te lo contó una persona conocida por los dos. Mira, ya te he pillado. Si es que es más fácil pillarte... Así que alguien me traicionó", soltó Lydia a un sorprendido Jorge Javier. Él, entre carcajadas cómplices, replicó: "Entonces ya sé quién te lo ha dicho. ¡Lo has traicionado, eh! Porque es alguien que tenemos en común, con quien íbamos a comer los tres juntos. Es que sigues igual de bocachancla, tú no cambias." Ambos cerraron este emotivo reencuentro viendo un vídeo de sus mejores momentos en Sálvame. "Han sido 15 años todos los días. 15 años todos los días 4 horas... ¡Y los viernes 8!", señaló Jorge Javier, recordando la larga e intensa etapa profesional que compartieron, demostrando que, más allá de las operaciones y las ausencias, la química y el cariño entre ellos sigue intacto.














