Suelen decir los actores y actrices que, a la hora de actuar, es mucho más difícil hacer reír que llorar. No les falta razón. Y conseguir las dos cosas en una misma película, resulta más complicado aún. Por eso, tal vez el género de la comedia romántica sea tan sumamente efectivo y taquillero -que se le digan a Pretty Woman (Garry Marshall, 1990)-, muy apreciado por el público y no tanto por la crítica. Este tipo de películas son así. Te gusten más o menos, no engañan.
Por un lado, es bastante probable que te hagan soltar más de una carcajada y, por otro, que sueltes alguna que otra lagrimita (en este caso, más de emoción que de tristeza). Sea como fuere, e independiente de lo que le provoque a cada uno, ver películas como Eternity es, sobre todo, realmente entretenido (una máxima y algo básico cuando hablamos de cine).
La premisa con la que arranca este largometraje es ya de por sí disparatada, imaginando y recreando una especie de purgatorio por donde deambulan (como pollos sin cabeza) todas las almas del mundo antes de pasar a la eternidad. Lo hace a modo de una estación de tren, abarrotadísima de gente, donde van llegando uno a uno los que van falleciendo. Así lo hacían también en Bitelchús (Tim Burton, 1988), pero aquí lógicamente bajo una atmósfera menos gore.
En este caso, son múltiples andenes donde uno puede elegir con cuál quedarse, como un 'duty free' en el que cada dependiente-vendedor trata de convencerte de que su más allá es el más disfrutón, placentero o espectacular. Y por allí aparecerán los tres protagonistas, a quienes no les quedará más remedio que vivir un triángulo amoroso de lo más curioso y original.
Ellos son Elizabeth Olsen (36 años), la superheroína y poderosa Bruja Escarlata del universo Marvel; Miles Teller (38), el chico que nos cautivó sudando la gota gorda en la sublime Whiplash (Damien Chazelle, 2014), y mucho tiempo después fue el piloto de aviones de combate e hijo del malogrado Goose en la secuela de Top Gun (Joseph Kosinski, 2022;) mientras que el tercero en discordia que es Callum Turner (35), que saltó a la fama con Animales Fantásticos (2016-18-22) y quien desde el año pasado mantiene una relación sentimental con la estrella internacional de la música, Dua Lipa.
Acierta de pleno Eternity con su casting, para contarnos esta historia que viene a ser una mezcla de las míticas El cielo puede esperar (Warren Beatty, 1978) o Ghost (Jerry Zucker, 1990), por aquello de los muertos que tienen asignaturas pendientes en la Tierra y buscan la luz al final del túnel, y El Diario de Bridget Jones (Sharon Maguire, 2001), por lo de ver a dos hombres peleándose (a veces de forma patética) por conquistar a una mujer que no lo tiene nada claro a la hora de decidirse.
La nueva Oda Mae Brown
Es más: ¿Quién no recuerda a la maravillosa y desternillante Oda Mae Brown en aquel clásico de los noventa del recordado Patrick Swayze? Sí, el papel que encarnaba Whoopi Goldberg y que le valió nada menos que un Oscar. Pues bien, aquella pseudopitonisa estafadora que al final sí podía hablar con los espíritus, tiene en esta nueva película a una más que digna sucesora: la intérprete y cantante Da'Vine Joy Randolph (Alta fidelidad, 2020).
Son personajes que tienen mucho en común (y no solo por el color de la piel por su origen afroamericano), ya que actúan ambas como guías y mentoras para los que han perdido la vida y están desorientados. Las dos, además, con una vis cómica que es oro puro de cara al espectador (sí, lo reconocemos, te partes de risa cada vez que esta última abre la boca, como ocurría con la peculiar vidente).
Estrenada mundialmente el pasado septiembre en el Festival de Toronto (Canadá), Eternity llega este viernes 5 de diciembre a nuestras salas y, tras haberla visto ya, la recomendamos fervientemente. Porque no solo es una comedia al uso de tintes románticos en ese imaginativo escenario de ciencia-ficción. Es también una historia que nos habla de otras muchas cosas: desde el dolor y la añoranza por la pérdida del ser querido; hasta la diabólica disyuntiva que supone elegir entre tu amor platónico o el padre de tus hijos.
El (pequeño) detalle que dará un giro a los acontecimientos
En esa duda existencial andará Joan, el papel que interpreta la hermana menor de las gemelas Ashley y Mary Kate Olsen, (Padres Forzosos, 1987-95). La actriz de WandaVisión (Disney+) ejerce además en esta película de la compañía A24 como productora ejecutiva junto a su compañero Miles Teller, que en la trama da vida a su esposo Larry. Se 'entrometerá' en su matrimonio el 'don perfecto' Callum Turner, adjetivo que usan en la trama para describirlo con humor. Su personaje es el desdichado Luke, que cayó en la guerra de Corea (1950-1053) y lleva más de siete décadas esperando reencontrarse, donde sea, con su media naranja.
Dirigida por el irlandés David Freyne (Mi novia de mentira, 2020), hay que fijarse bien en los detalles -grandes y pequeños- de Eternity para entender luego cómo se resuelve el argumento principal. Es importante saber que dos de los tres protagonistas pasan al otro barrio cuando son ya abuelos mayores, pero en esa especie de reencarnación que viven sus cuerpos en el cielo vuelven a verse físicamente como en la época de su vida en la que fueron más felices. También jugará un papel fundamental ese pasaje llamado 'archivo de los recuerdos' que tanto les engancha, con momentos que tocan la fibra. Y hasta ahí podemos leer para no destripar lo que ocurrirá después.











