John Malkovich puede presumir de ser uno de los actores más respetados y reconocidos de la industria con más de 70 películas en su trayectoria, un Emmy por Muerte de un viajante y dos nominaciones al Oscar. Sin embargo, el genio, de 71 años, ha sido fotografiado mientras paseaba por las calles de Los Ángeles con un aspecto irreconocible bajo un gorro de lana, con perilla, ropa cómoda y un pañuelo anudado al cuello. El actor, fiel a su estilo bohemio y discreto, salió de compras por el mercado agrícola de Studio City y bien podría pasar por cualquier otro transeúnte anónimo de la ciudad.
Su camuflaje urbano ha conseguido que John Malkovich pase totalmente inadvertido, a pesar de ser una leyenda de Hollywood. El recordado actor de Las amistades peligrosas, En la línea de fuego o El imperio del sol lleva una vida completamente ajena a los focos y el relumbrón de Hollywood. Malkovich prefiere la comodidad y el anonimato en su vida cotidiana, muy lejos de la imagen sofisticada que tantas personas proyectan en el cine.
En el plano personal lleva una bastante discreta, pero se conocen algunos rasgos clave de su historia familiar, sus relaciones y su carácter. Malkovich se define a sí mismo como alguien irónico, introspectivo y bastante escéptico con la fama. Habla de la actuación como un oficio más y suele restarse importancia incluso cuando le preguntan por su estatus de “actor de culto”. Uno de los episodios más comentados de su vida es cómo en 2013 ayudó a salvar a un hombre de 77 años que sufría una grave herida en el cuello en Toronto. El actor estadounidense contuvo la hemorragia hasta que llegaron los servicios médicos, y luego se marchó en silencio, sin buscar para nada la atención mediática, lo que reforzó aún más su imagen de quien busca pasar completamente desapercibido.
Más de 30 años de relación y dos hijos
En 1982 se casó con la actriz Glenne Headly, a la que conoció en la compañía teatral Steppenwolf, pero el matrimonio terminó en 1988 después de que se hiciera público su romance con Michelle Pfeiffer durante el rodaje de Las amistades peligrosas. A comienzos de los 90 inició una relación con Nicoletta Peyran, asistente de dirección italiana a la que conoció en El cielo protector, pero no se han casado. Llevan juntos más de 30 años y tienen dos hijos, Amandine y Loewy, con quienes han vivido en distintos lugares, como Francia y Estados Unidos, llevando siempre una vida de lo más discreta.
En una rara excepción, John rompió la regla de oro y compartió el secreto de su relación en Men's Journal: "Mi pareja escucha con mucha imparcialidad, es muy analítica y tiene un gran sentido del humor, lo cual para mí es fundamental. ¿Qué es lo que los hombres deberían entender de las mujeres? Verlas no como algo a conquistar, sino como alguien con quien asociarse". Pocos detalles han trascendido de su vida privada, porque el siempre ha tratado de proteger a su familia, evita posar con sus hijos y rara vez habla de ellos, salvo para remarcar que prefiere una vida tranquila, doméstica y lejos del foco mediático.







