Para celebrar la publicación en Francia de Reconciliación, el libro de memorias del Rey Juan Carlos que le ayudó a escribir, Laurence Debray reunió, el miércoles pasado, en París, a su familia, amigos, periodistas e intelectuales en una velada íntima y animada. Había mucho por lo que brindar esa noche: ante el éxito en ventas del libro, el editor francés Stock anunció el mismo día de su salida una segunda edición. Unos 50 invitados de renombre acudieron para felicitar a la historiadora y escritora francovenezolana por este récord, que augura un buen futuro a menos de un mes de la salida de la versión española, que la editorial Planeta anuncia para el 3 de diciembre.
Envuelta en el torbellino de la promoción del libro, que lleva a cabo en solitario —el Rey ha seguido el lanzamiento desde Sanxenxo, donde asistió, el pasado sábado 8 de noviembre a un acto social—, Debray parecía radiante mientras firmaba sin descanso ejemplares de Reconciliación. "Estoy muy contenta con la acogida que está teniendo el libro. Supera todo lo que podíamos imaginar", cuenta emocionada. Y añade: "El Rey sigue muy de cerca el programa de presentación. Hablamos con mucha frecuencia, le cuento con todo detalle las entrevistas y los artículos que se publican. Está muy contento y emocionado por el interés que despiertan sus memorias en Francia. Hemos trabajado sin descanso durante tres años, con la mayor confidencialidad. Estar ahora en el foco de atención en el momento del lanzamiento del libro es impactante".
Según la historiadora, el entusiasmo en el país vecino se debe al destino fuera de lo común de Juan Carlos I, con sus luces y sus sombras. "La historia, a la vez rocambolesca y shakesperiana, de este hombre fascina en Francia. Pero también se le reconoce como uno de los últimos grandes líderes europeos del siglo XX aún vivos. De ahí el interés por su testimonio sobre una parte de la historia contemporánea contada en primera persona". "En Francia —prosigue—, intriga mucho la situación insólita en la que se encuentra en el ocaso de su vida, proscrito lejos de su familia".










