Durante los últimos meses, son cada vez más los rostros conocidos que se animan a publicar sus memorias. La última biografía que conocemos, y que verá la luz mañana, martes 25 de noviembre, es la de Romina Power en Italia, titulada "Pensieri profondamente semplici. L'abbecedario della mia vita" - Pensamientos profundamente simples. El abecedario de mi vida, en español -. En sus páginas, la artista recorre los momentos más difíciles y complejos de su vida, abordando temas como la dolorosa desaparición de su hija Ylenia y la ruptura con su pareja, Al Bano Carrisi.
Romina Power no ha escogido esta fecha de publicación de manera casual: el 29 de noviembre se cumplirán 55 años del nacimiento de su hija Ylenia, en la Villa del Rosario de Roma. Con motivo del lanzamiento de sus memorias, la cantante cha concedido una entrevista al prestigioso Corriere della Sera, en la que ha adelantado algunos de los pasajes más delicados de su libro y ha explicado qué pueden esperar los lectores. "Ha llegado el momento de dar mi versión, sin que nadie me atribuya palabras que nunca he pronunciado", ha comenzado declarando.
Durante la entrevista con el citado medio ha confesado que tras la desaparición de su hija hubo algunos periódicos que le causaron un gran sufrimiento: "Bueno, en Milán había un periódico llamado La Notte. Tenía un titular enorme en portada: 'Ylenia ha muerto'. Sin pruebas, sin nada. Pero ¿cómo debe sentirse una madre con esperanza?".
Tal y como la propia artista ha confesado, que dieran por muerta a su hija no fue lo único que tuvo que escuchar o leer: "También dijeron que manteníamos a Ylenia escondida en casa solo para ganar publicidad. Por no hablar de las historias falsas sobre mi hija: que consumía drogas, que había decidido tirarse al río Misisipi sola. Pero Ylenia era curiosa, brillante y estaba a solo un examen de graduarse del King's College. Y sabía nadar. Nunca creí la historia del cuidador del Acuario, que decía haberla visto: su descripción no era fiable".
De hecho, durante la entrevista, Romina Power ha querido despejar todas las dudas y dejar claro que cree que su hija sigue viva: "Una madre lleva un cordón umbilical invisible con los hijos que da a luz: si Ylenia hubiera muerto, lo habría sentido. Necesitamos una fundación para las niñas desaparecidas, para demostrarles que no las hemos olvidado, que seguimos esperando volver a verlas y que nunca hemos dejado de amarlas ni de buscarlas".
También ha querido destacar el papel de Sophia Loren tras la tragedia familiar: "No puedo olvidar su llamada. Se echó a llorar; estuvo ahí para mí como una madre para su madre. Nos quedamos en Nueva Orleans casi un mes, y luego Al Bano insistió en volver : tenía compromisos de trabajo", ha contado antes de destacar la relación de su hija con su hermano: "Ylenia y Yari eran muy unidos. Él llegó a Belice al día siguiente de la partida de Ylenia: quería darle una sorpresa. Después, regresó a Luisiana varias veces para buscar pistas. De pequeños, siempre llevábamos a los niños de gira. En España, en verano, a veces dormíamos bajo las estrellas, porque quizá no había sitio en los hoteles. Y nuestro coche, que era una camioneta, se convirtió en una cabina: algunos dormían en el techo, otros en el capó o en los asientos".
Una entrevista sincera en la que también habla de Al Bano y en la que ha contado que la agenda del cantante fue la que marcó la fecha de su boda: "Al Bano eligió la fecha porque era su único día libre del verano". Un día que no recuerda con especial felicidad: "En mi ingenuidad, estaba convencida de que sería una boda íntima. Mi madre y mi hermana tuvieron que mirar desde una ventana. Cuando llegó el momento de dar el 'sí, quiero', no fuimos nosotros quienes lo pronunciamos, sino todos los invitados que había".
También ha compartido cuál fue su momento juntos más especial sobre el escenario: "Los conciertos fueron, y siguen siendo, momentos especiales, como cantar en una burbuja donde estamos solos: crea una magia. Sin embargo, nuestra actuación más emotiva fue la que tuvimos en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro frente a Juan Pablo II, para la Jornada Mundial de la Juventud".
Entre sus declaraciones más sinceras, la artista ha confesado que durante años tuvo pesadillas, quizá porque "no era la vida que quería. El éxito no te hace feliz automáticamente. A veces soñaba con tomarme unas vacaciones en algún lugar tranquilo. Para mí, la familia siempre fue lo más importante".
Antes de zanjar la entrevista, Romina Power ha contado cómo es su vida en la actualidad: "En mi granja hay perros, gatos, gallinas, ranas y 90.000 abejas. De hecho, déjame contarte algo sobre las abejas". A día de hoy, su felicidad se centra en sus nietos: "El hijo de Romina me llama Abuela Mariposa, porque siempre le canto una cancioncita sobre mariposas. También adopté cuatro niños en India, con Care to Action: el año pasado los conocí en persona, y uno de ellos y yo nos escribimos por WhatsApp".










