Durante casi dos años y hasta hace poco más de un mes María Bernabé ha sido la presidenta del Badajoz, la primera mujer que ha ocupado el cargo en los 120 años de historia del club deportivo. Ahora, la abogada madrileña emprende una nueva aventura profesional en la empresa familiar y deja su puesto en manos de Colate Vallejo-Nágera, hasta el momento vicepresidente de la formación deportiva, quien nos contaba recientemente cómo se sentía ante la nueva responsabilidad durante su partido debut en la presidencia. Lo que quizá mucha gente no sabe, y ya descubrió ¡HOLA! en su momento, hace un año, es el parentesco que une a María e Isabel Preysler. "Somos familia por parte de Arrastia. Mi abuela materna es la hermana de la madre de Isabel, de 'tita' Betty, así que mi madre e Isabel son primas", nos contaba entonces. María nos habla hoy de su nuevo reto, de la amistad forjada con Colate en este tiempo de compartir los designios del equipo y también de las memorias de su tía Isabel, sobre las que tanto se ha hablado y se han escrito ríos de tinta en las últimas semanas.
María, has renunciado a la presidencia del club, pero me imagino que no tiene que ver con que no te gustara.
No, para nada. Ha sido un proyecto apasionante, al que le he dedicado casi un año y medio. Lo que sucedes es que mi vida profesional ahora me lleva por otro lado y es incompatible con este proyecto. Por eso he tenido que renunciar a la presidencia. Pero la dejo en las mejores manos con Colate, que segurísimo va a hacer un muy buen trabajo.
¿Qué ha sido para ti lo mejor de este tempo que además habrá sido de grandes retos?
Para mí ha sido uno de los mayores proyectos en los que me he visto inmersa desde que inicié mi carrera profesional. Soy abogada y nunca me había enfrentado a algo así y mucho menos presidir un club de fútbol. Conocer este mundo desde dentro ha sido algo que jamás podría haber imaginado. Hemos tenido además muchísimas experiencias, muchas emociones y me llevó todo cosas buenas, pese a que la situación del club y otros asuntos han hecho que estos últimos meses hayan sido muy intensos. Todo ha merecido la pena para ver cómo es presidir un club desde dentro. Y más, siendo mujer, que al final estás rodeada de hombres. Yo creo que ha sido un gran paso en mi carrera profesional.
Ha habido y hay poquísimas mujeres en puestos directivos de equipos de fútbol.
Sí, muy pocas. De hecho, yo soy la primera presidenta del Badajoz en sus 120 años de historia. La verdad que todos me han acogido muy bien y solo tengo palabras de cariño para todos.
¿Cómo llegaste a la presidencia del club?
Era abogada de la propiedad del Club y por eso surgió la posibilidad.
¿Cómo ha sido trabajar ese tiempo con Colate, qué destacarías de él?
A Colate lo conocí en marzo de 2024, cuando nos surgió este proyecto. Lo único que sabía de él era lo que salía en la tele y las revistas. Y me ha sorprendido mucho, es una persona super trabajadora y entregada al cien por cien, ha venido a todos los partidos que hemos jugado en casa, me ha ayudado absolutamente en todo, tiene grandes ideas, quiere darle al club la visibilidad que merece y dejarlo en la posición que tiene que estar, porque no merece para nada estar en tercera rfef. Trabajar con él ha sido muy fácil y muy divertido. Me llevo un gran compañero y un gran amigo.
Ahora, en esta nueva etapa ¿cuáles son tus planes?
Me voy a dedicar al mundo empresarial, emprendo nuevos proyectos familiares y me voy a volcar al cien por cien porque requieren plena dedicación y más al comienzo.
¿Seguirás vinculada al mundo del fútbol?
Más allá de prestar servicios jurídicos… no de la manera que he estado vinculada hasta ahora. Me voy a centrar en las empresas familiares y quién sabe en un futuro.
¿Y a la abogacía?
Si, a la abogacía, sí.
¿Has podido leer las memorias de tu tía Isabel Preysler? ¿Qué te han parecido?
Estoy leyéndolas ahora mismo, llevo un poquito más de la mitad y me están encantando. Sobre todo, cuando habla de nuestros familiares, mis bisabuelos…. No sé, como que te hace viajar un poco e imaginar cómo era aquella época. Me está gustando mucho. Para mí, mi tía Isabel es una persona digna de admiración y creo que lo está haciendo muy bien. Recomiendo a todos que lean las memorias porque están fenomenal. Aunque desde fuera pueda parecer una vida idílica, también ha sufrido mucho con todas las cosas que han pasado y te das cuenta de cómo se supera día a día. Es muy auténtico.








