La muerte de Encarnita Polo a los 86 años ha causado un gran impacto. No solo porque deja una huella imborrable en el mundo del espectáculo, en el que marcó una época con temas como Paco, Paco, Paco, sino por las trágicas circunstancias en las que se ha producido y los misterios que rodean su caso. La policía está investigando un presunto estrangulamiento por parte de uno de sus compañeros de la residencia de mayores de Ávila en la que la artista llevaba seis meses. En medio de las diferentes informaciones que circulan, ha tomado la palabra su única hija, fruto de su matrimonio con el compositor argentino Adolfo Waitzman. Raquel Waitzman, que la recuerda como una mujer fuerte, divertida y con un carácter único, ha enviado un comunicado que reproducimos íntegro a continuación:
"Quiero agradecer a todas las personas que, en estos días tan difíciles, nos han acompañado y siguen acompañándonos, de una forma u otra, tras el fallecimiento de mi madre, Encarnita Polo.
En primer lugar, a la familia de sangre y a la familia de elección, las únicas personas imprescindibles en estos momentos, por estar a nuestro lado sin descanso. Vuestra presencia y vuestra sonrisa han sido fundamentales.
También quiero dar las gracias al auténtico tsunami de personas que han contactado para mostrar su cariño y su admiración hacia mi madre; quienes forman parte de nuestro día a día, quienes hacía años, o incluso décadas, que no veía y quienes han aparecido desde lugares que jamás habría imaginado.
Enorme gratitud también para los empleados del tanatorio Isabelo Álvarez, por el mimo, el cuidado y la humanidad con que nos han tratado, y por su dedicación, que ha ido más allá de cualquier obligación.
A la prensa de Ávila, por su respeto y sensibilidad, y, especialmente, a Álex García, de Cadena SER. Y gracias de corazón a los medios y periodistas que han escogido recordar los buenos momentos y dejar de lado todo aquello que no merece seguir ocupando espacio.
Mi madre no fue sólo una artista pionera y una figura querida por tantas personas. Su música y sus canciones quedarán para el recuerdo de todos, pero su luz se quedará conmigo.
Por último, y como ya he expresado previamente, quiero pedir respeto y privacidad. No voy a conceder entrevistas, ni haré ningún otro tipo de declaración".
Dos homenajes a una carrera eterna
El sábado 15 de noviembre, horas después de conocerse la noticia, Encarnita Polo fue despedida por sus íntimos en Ávila: su hija, su gran amigo Antonio Albella, integrante de Locomía, y personas de su círculo íntimo encabezaron el último adiós. Habrá además dos homenajes públicos para que el mundo del espectáculo pueda despedirse. El 22 de noviembre se celebrará una misa en su recuerdo en la iglesia de Santa María Goretti (Málaga) y más adelante se prevé hacer otro en la Basílica Parroquia de la Virgen Milagrosa (Madrid), organizado este por voluntad de Raquel Waitzmanm. Se trata de un templo muy significativo ya que la cantante vivió muy cerca junto a su familia. Los últimos años los pasó en Ávila.
El legado artístico de Encarnita, que nació en Sevilla, es eterno. En 1963 grabó su primer disco, con temas como La balada del amanecer y Sobre la playa, al que siguieron Un sueño roto y Yo que te quiero, pero su verdadero éxito llegó en 1969 con el lanzamiento de Paco, Paco, Paco. En los años sesenta se mudó a Italia, donde trabajó con grandes estrellas como Claudio Villa o Gigliola Cinquetti, debutando en la escena cinematográfica del país junto a Domenico Modugno en la comedia musical Scaramouc. También participó, ya en nuestro país, en programas de televisión como Los amigos del lunes o Noche del Sábado junto a rostros conocidos como a Rocío Jurado, Julio Iglesias, Nino Bravo, Massiel o Karina.






