El circuito Ricardo Tormo, en la localidad de Cheste, acoge este fin de semana el Gran Premio de Valencia de MotoGP. Se trata, sin lugar a dudas, de la fecha más especial y emotiva del calendario para la competición de dos ruedas, después de que el año pasado tuviera que ser cancelada (y trasladada a Barcelona) por la catástrofe natural que ocasionó 228 víctimas mortales en esta comunidad. Serán dos días donde se mezclará el rugir de los motores con los homenajes en recuerdo a los que perdieron la vida, y que tendrá a Marc Márquez como el gran ausente de esta señalada cita.
El piloto catalán sigue "en modo recuperación", como le gusta decir a él, después de la caída que sufrió el pasado 5 de octubre en Indonesia y que le obligó a decir adiós a lo que restaba de temporada. Tras ello, tuvo que pasar por quirófano, y allí, como no podía ser de otra forma, estaba su novia Gemma Pinto arropándole en el hospital. "Cirugía hecha. Todo ha salido bien. ¡Gracias por vuestros mensajes de apoyo! Y no lo olvidéis... ¡somos campeones del mundo!", contaba tras la operación. Como bien recordaba en ese mensaje, el dolor era menor que en otras ocasiones al tener ya en su vitrina el título del mundial que había conquistado -por séptima vez en su carrera- tan solo una semana antes en Japón.
Márquez no podrá por tanto competir en Cheste por causa de fuerza mayor, aunque tal vez lo veamos por las instalaciones como un espectador de lujo en esta prueba con la que se echa el cierre al campeonato. Deportivamente hablando no hay mucho en juego, ya que solo está por resolverse quien se lleva la corona en la categoría de Moto2 (con el brasileño Diogo Moreira como gran favorito). Marc, por su parte, no correrá en casa, en España, lo que le hubiera gustado sobremanera y más tratándose de un lugar como Valencia. Cabe recordar que el piloto, aunque a él no le gusta que se haga público, se volcó con las víctimas de la DANA al hacer una generosa donación que fue muy comentada.
En su caso, el siete veces campeón del mundo de MotoGP no aportó dinero en metálico directamente, sino que equipó al completo (con el coste económico que ello supone) tres comedores escolares de varios colegios de la zona afectados por las riadas. Fue en Benetússer, uno de los pueblos arrasados por el temporal y que cuenta con 16.000 habitantes. Así lo desveló ante la prensa Ana Martín, su concejala de Educación en el ayuntamiento, que no daba crédito cuando recibió una llamada en nombre de Marc. "Fueron días de auténtica locura, de no saber cómo, cuándo y de qué manera íbamos a salir de la tragedia, así que cuando cogí el teléfono pensé ‘¡venga ya, otro que me quiere engañar, que se quiere aprovechar, paso! ¡Me están tomando el pelo!", reveló.
Tras comprobar que no era un broma, el piloto pudo aportar su granito de arena bajo un frase que no pasó inadvertida: "Ustedes pidan y nosotros acudimos". Tras ello, explicaba la concejala que "Marc quería ayudarnos con algo que quedase para los niños, que lo pudiesen disfrutar desde el primer momento y les quedase para siempre. Y fue así como incluso nos dieron las pequeñas camitas para la siesta" de los alumnos, relató. Márquez, que recibió entonces con alegría esas palabras de agradecimiento de todos los vecinos, contó cuál es su forma de proceder ante este tipo de situaciones tan complicadas. "Prefiero dar cosas en material, no ingresar dinero en una cuenta y ya lo usaremos, no. Tú dime lo que necesitas y yo te lo compro", explicó.









