El día del debut de Carolina Lansing en Le Bal des Débutantes se acerca, y en casa de los Herrera la emoción está presente en toda la familia. Patricia Cristina, la menor de las cuatro hijas de la gran Carolina Herrera, está envuelta en los preparativos, siendo parte del proceso del diseño del vestido que rendirá tributo a su madre y la histórica marca que ha transcendido generaciones. Y es que, esta emoción es por partida doble ya que será el pequeño de sus hijos, Magnus, quien actúe como cavalier, bailando con su hermana y siendo su apoyo en un día tan especial.
Patricia nos confiesa que también se encuentra algo nerviosa, ya que, a pesar de que sus hijos han asumido con responsabilidad absoluta los preparativos para el gran evento y asisten juntos a clases de baile, afirma "los Herrera somos un poco torpes y mi temor inicial es que el vals transcurra sin contratiempo" y espera que no haya tropiezos ni tacones rotos.
La invitación al prestigioso baile llegó de la manera más inesperada —gracias a un encuentro casual con una amiga—, y su reacción inicial fue inmediatamente un "sí". Tras ello, comenzó el proceso de preparar el vestido junto a su madre y Wes Gordon —director creativo de Carolina Herrera— en la Couture House de Carolina Herrera en Nueva York.
Durante el diseño del vestido, Patricia estuvo presente pero dejando espacio para que su hija tomara sus propias decisiones. “Carolina sabía lo que quería y Wes y mi madre fueron brillantes”, asegura. Por lo que su papel fue de apoyo y acompañamiento, disfrutando del gran tributo que le hacen a su madre y a la marca a través de telas de lunares blancos y negros y todo tipo de detalles cargados de simbolismo, como el acto de colocar un pequeño lazo amarillo en el interior en honor a Good Girl, el primer perfume de la marca.
Más allá del gran evento social que le espera a Carolina Lasting, distinguido por su motivo benéfico y solidario, Patricia afirma estar tranquila y orgullosa de las vivencias de su hija, por lo que le pueden aportar: conocer gente, hacer amigos, cutivar su curiosidad, o entender la importancia de los valores de un evento así y que cada día a inculcado a sus hijos.
Así es como estamos seguros de que, para ella, no solo como madre, sino también como hija consciente del gran legado de su propia madre, este será un día lleno de emociones. Una jornada en la que estarán más presentes que nunca los valores que la familia y la marca han sabido transmitir, generación tras generación, tanto a su hija como al mundo. Un legado de elegancia, dedicación y autenticidad que cobrará vida el próximo 29 de noviembre, cuando Carolina debute en París por todo lo alto.







