La felicidad de Lorenzo Díaz y Paloma de la Hoz es inmensa. Tres años después de darse el "sí, quiero" en Ibiza, su amor se ha multiplicado y se han convertido en una familia de cuatro que este verano posaba en las páginas de ¡HOLA! Manuela, de dos años, y Lorenzito, de seis meses, son los absolutos protagonistas de su día a día, que se desarrolla ahora entre pañales, juguetes y noches en vela. Viven la paternidad con calma, sin sobresaltos, conscientes de que cada momento es único y teniendo siempre presente el recuerdo de los abuelos paternos, Lorenzo Días y Concha García Campoy. Su gran proyecto común llega tras más de una década de amor que comenzó cuando estaban estudiando.
"Nos conocimos en la universidad. Estudiamos los dos Periodismo bilingüe en la Carlos III de Madrid. La clase era bastante pequeña y teníamos el mismo grupo de amigos, éramos como 10 aproximadamente. Empezamos de amigos y según fueron pasando los meses hubo más química y nos fuimos gustando. A finales del primer curso ya estábamos saliendo. Fue bastante rápida teniendo en cuenta que teníamos 18 años", ha recordado Paloma, que ha orientado su carrera hacia el marketing y la moda, mientras que Lorenzo sigue la actualidad política desde los Informativos Telecinco.
La periodista también ha confesado que en su relación "hemos tenido alguna pausa que otra, muy pequeña". Esas rupturas han sido breves y ambos han apostado por darse nuevas oportunidades que han tenido final feliz: "De cada parón hemos salido aún más fuertes. Hemos pasado muchísimas cosas que han formado nuestra pareja y han formado quiénes somos, individualmente y de forma conjunta".
Para Paloma, compartir su vida con Lorenzo desde hace tantos años "es muy bonito porque creces con esa persona y os amoldáis el uno al otro". Reconoce que también hay partes difíciles porque "no eres el mismo con 18 que con 28". "Querer madurar y dar los pasos a la vez, me parece lo más complicado de tener una relación sana, larga y verdadera", ha confesado basándose en su propia experiencia.
La vida del matrimonio ha cambiado mucho con la llegada de sus hijos, pero se siguen eligiendo cada día y una de sus claves es sacar ratos juntos y compartir experiencias solos. Uno de sus planes fue disfrutar este verano de una escapada a Cancún, donde aprovecharon para recargar pilas, descansar y dedicarse el uno al otro.
La relación de los hermanos
Como confesaban en ¡HOLA!, el gran reto en esta nueva etapa ha sido organizarnos al pasar de tener un bebé a tener dos. "Vas a notar las noches y organizarte con los dos. Quedarte solo con los dos es complicado, no tienes manos si te necesitan a la vez. Pero luego vas sacando una rutina como baño y cena a la misma hora. Fue más shock pasar de no tener hijos a tener uno porque ahora me tomo la maternidad de forma más tranquila y segura", ha confesado Paloma, acostumbrada a formar parte de una familia numerosa porque tiene cuatro hermanos.
Su hija mayor se lo está poniendo fácil en el proceso de adaptación desde el primer instante. "Ella se acercó a él, lo abrazó sin pensarlo y fue como ¿de dónde ha salido esto? Ese momento, ese abrazo, esa aceptación. Fue como si todo encajara perfectamente. Muy mágico, la verdad. No fue en el hospital, lo decidimos hacer en casa, en nuestro entorno. Al final, la madre está postrada en la cama y queríamos que fuera algo más íntimo, más cercano. Y la verdad es que fue muy bonito, muy especial", nos contaba Lorenzo.
Las semanas han ido pasando y Manuela sigue estando muy pendiente del pequeño. "No tiene celos, no sé si aparecerán más tarde, si depende de los niños... No lo sé. Le hace mucha gracia su hermano pequeño y siempre está hablándole. Lo máximo de celos es que le regalan un juguete a Lorenzito y ella se lo quita", ha explicado Paloma, que se prepara para las navidades más especiales.










