El inconfundible Antonio Resines (71) ha vuelto a sentarse en un plató de televisión para compartir una de las anécdotas más extraordinarias y, a la vez, aterradoras de su vida. El actor de Los Serrano se sinceró sobre un episodio que nunca podrá olvidar: las alucinaciones que sufrió durante los 23 días que permaneció en coma inducido, ingresado por COVID-19 en el Hospital Gregorio Marañón. Resines, que estuvo 48 días hospitalizado, desveló en El Show de Bertín que su mente lo transportó a una realidad paralela de intrigas palaciegas y peligros mortales, todo ello marcado por sus lecturas previas a aquellos días.
La lucha del actor fue crítica. Él mismo ha recordado que llegó al hospital con una neumonía bilateral grave. Sin embargo, fue el “viaje” que vivió en su mente el que más impactó a su círculo, y que quiso compartir, sacando más de una sonrisa. Resines explicó que el origen de estas complejas visiones estaba en la medicación que recibió en la UCI. "Parece que los corticoides provocan un determinado tipo de alucinación. Es muy raro", comentó el actor. A partir de ese momento, su mente creó una trama digna de una novela de suspense, protagonizada por nadie menos que la Reina Isabel, que en aquel entonces seguía viva.
El actor relató: "Yo me estaba siempre muriendo o en situaciones que tenían que ver con cosas que había leído o visto. Durante mi coma, estuve mucho con la Reina de Inglaterra. Vivimos juntos una temporada en el Buckingham Palace". Entre los corticoides y sus lecturas, vivió una verdadera novela de fantasía: “Justo antes, me había leído un libro en el que la Reina de Inglaterra investigaba, junto a su secretaria, unos asesinatos que habían ocurrido en Buckingham. Por eso, mis alucinaciones tenían que ver con eso”, aseguró.
La narrativa de su alucinación no se limitaba a la monarquía, sino que se expandía a la historia mundial. Confesó que también revivió la Segunda Guerra Mundial: "Todo tenía una cierta relación. Yo he estado con Hitler, Mussolini, Franco y Churchill. Eso lo he vivido yo", explicó.
Pero, más allá de estas insólitas tramas, el actor confesó que la sensación de estar siempre en peligro de muerte era real y constante, un reflejo de su grave estado respiratorio. Como ya adelantó a la SER, fue una experiencia muy difícil. “Yo llego al hospital muy mal, la saturación de oxígeno era bajísima, yo iba azul, vamos. Yo no respiraba, veía borroso, y al cabo del rato me ven que tengo una neumonía doble. Y yo estaba muy contento por ir a la UCI porque sabía que era más probable que viviese”, relató.
"Lo sí que me pasaba siempre es que me estaba ahogando. Eso me estaba pasando de verdad. Siempre estaba en una situación de ahogarme, como en un mar, un río o me enterraban; me enterraron varias veces", desveló el actor, describiendo el agobio de esos días. Afortunadamente, el actor se recuperó y, como él mismo sentenció, los finales de sus delirios siempre coincidían con una mejoría: "Siempre lo pasaba mal. Cuando me salvaba de esa situación de morirme, era porque me estaba recuperando de alguna forma".










