Blanca Llandres y Alberto Herrera no pueden estar más felices. Tras meses de preparativos, una boda de ensueño en Sanlúcar de Barrameda y el dulce anuncio de su próxima paternidad, el hijo de Carlos Herrera y Mariló Montero y la prima de Lourdes Montes han querido hacer una pausa para regalarse una romántica escapada. El destino elegido para desconectar ha sido Málaga, uno de los enclaves favoritos de la pareja. Allí, entre pueblos blancos de encanto andaluz y el rumor del mar, el recién estrenado matrimonio ha disfrutado de unas mini-vacaciones en las que han podido descansar y aprovechar el tiempo juntos antes de la llegada de su bebé.
La pareja ha disfrutado de cada minuto juntos en una escapada de lo más romántica. Han compartido cenas íntimas, largos paseos junto al mar e incluso una visita a la playa para dejarse envolver por la brisa marina. Blanca, radiante, luce con orgullo su cada vez más visible barriguita, mientras ambos dejan ver la emoción que les provoca la inminente llegada de su pequeño Marcos.
Un viaje de novios aplazado
La decisión de no sellar su unión con el tradicional viaje de luna de miel inmediatamente después de la boda fue una de las cuestiones que más interés despertó. Apenas 48 horas después de darse el 'sí, quiero', el propio Alberto Herrera regresaba a las ondas en su programa de COPE y revelaba el verdadero y tierno motivo por el que habían decidido posponer este viaje.
La razón es muy sencilla y profundamente romántica: Blanca Llandres se encuentra en el segundo trimestre de su embarazo y la pareja ha decidido esperar a que nazca su bebé para poder disfrutar de ese viaje tan especial con su hijo. "Nos iremos 10 días el próximo verano, que nadie se preocupe", señaló el locutor radiofónico, dejando claro que su luna de miel será un plan familiar. De hecho, la pareja ya está preparando con ilusión esa gran aventura de casados que protagonizarán el próximo año, junto al pequeño Marcos.
'Marcos', un nombre cargado de significado
El pequeño Marcos llegará al mundo, si se cumplen las previsiones, durante el primer trimestre de 2026. Su nombre es un homenaje a Marcos Soto Parejo, primo hermano de Blanca y miembro de la banda Mi hermano y yo. La elección fue instantánea, dado que el cantante es, a su vez, íntimo amigo de Alberto Herrera. "El mayor regalo que nos ha hecho la vida", señalaba Blanca, apenas 42 días antes de su boda, al hacer público el embarazo.
La llegada del bebé es un acontecimiento que se espera con muchísima ilusión en el seno familiar. "Mi padre está feliz de poder tener un nieto al que llevarle a enseñarle la Semana Santa, al Rocío, a la radio...", contaba recientemente Alberto sobre la emoción de Carlos Herrera, a lo que añadía con humor la abuela, Mariló Montero: "Nos vamos a pelear por a ver quién se queda con él el fin de semana".
Además, el futuro Marcos se unirá a la saga de primos de la familia Montes-Rivera, y se llevará pocos meses con el hijo pequeño de Lourdes Montes y Francisco Rivera, Nicolás, y con Mateo, el primogénito de Sibi Montes y Mateo Ibáñez.
Su confesión más íntima: el embarazo
La pareja, que se casó estando embarazada Blanca, quiso zanjar las especulaciones sobre la cronología de los acontecimientos. Alberto Herrera no dudó en abordar la pregunta en su programa. "Es una intimidad, pero lo voy a contar", señalaba el hijo de Carlos Herrera, que confesó con total honestidad que el embarazo fue "consecuencia de la pedida, y no al revés".
La Elegancia y Emoción de su Boda Gaditana
La esperada boda de Alberto Herrera y Blanca Llandres se celebró el pasado 18 de octubre en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), uniendo a familiares y amigos en una jornada marcada por la emoción, la elegancia y el acento andaluz. La Basílica Menor de Nuestra Señora de la Caridad fue el escenario elegido, un templo de gran significado histórico.
Blanca Llandres, radiante del brazo de su padrino, deslumbró con un vestido de Nicolás Montenegro. La creación, de corte imperio y con un delicado microdrapeado, realzaba su figura y culminaba con una impresionante cola. El novio, Alberto Herrera, optó por un clásico traje de Tomás Laso-Argos, acompañado por su madre y madrina, Mariló Montero, que lució un favorecedor vestido verde. Tampoco faltó Carlos Herrera, acompañado por su esposa, Pepa Gea, ni su hermana, la modelo Rocío Crusset, quien acaparó miradas con un sofisticado vestido amarillo.
En el interior del templo, los momentos de emoción se sucedieron, siendo la entrada de Blanca uno de los más intensos. Entre los invitados, destacó la presencia de José Manuel Soto y su mujer, Pilar Parejo, así como su hijo, Jaime Soto, quien desveló que interpretaría una canción en la ceremonia, añadiendo un toque íntimo. Al finalizar la ceremonia, la pareja salió convertida en marido y mujer, con un emocionado Alberto sorprendiendo a Blanca con un espontáneo beso en la mejilla. En un gesto original, abandonaron el recinto en un todoterreno descapotable amarillo yema, mostrando sus alianzas y protagonizando un inicio de matrimonio lleno de alegría y complicidad.






















