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Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles


Tres noches de 'Mayhem Ball', una fantasía gótica y efectista que marca el regreso de la legendaria artista a España, reuniendo a casi 60.000 personas


Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Kevin Mazur/Getty Images for Liv
1 de noviembre de 2025 - 9:24 CET

Para los little monsters españoles, la espera que se hizo eterna. Casi ocho años tuvieron que pasar desde la última vez que Lady Gaga puso pie en suelo patrio, con la gira del disco Joanne, para volver a verla sobre los escenarios. Tres noches de Mayhem Ball han saldado su deuda. Si le pidiéramos a ChatGPT que escribiera un drama musical combinando Alicia en el País de las Maravillas, Moulin Rouge! y El fantasma de la ópera, tal vez se parecería a lo vivido esta semana -dos horas y cuarto por concierto- en el Palau Sant Jordi de Barcelona.

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

Así vivimos el apoteósico concierto de Lady Gaga en Barcelona

Mi abuela siempre decía que no se puede empezar por el final; es decir, que se debe empezar por el principio. Cuánta verdad se esconde los dichos populares más redundantes. Siguiendo esta premisa, en 2024, Lady Gaga decidió lanzar un disco que rescata ese sonido electrónico que propulsó su ascenso al estrellato y, con ello, una era en la música comercial, concretamente la de mi preadolescencia. ¿Se puede estar tan obsesionado con algo como cuando tienes 12 años? 

Pocas veces me he enganchado a algo más que cuando se publicó en YouTube el videoclip de Bad Romance -el primero de la historia en alcanzar los 200 millones de visualizaciones- y lo repetía una y otra vez intentando memorizar cada gesto en la coreografía y analizando al milímetro el vestuario, que incluía tres looks ya icónicos de la colección Primavera/Verano 2010 de Alexander McQueen, conocida como Plato's Atlantis. Un antes y un después en mi psique.

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

El último álbum de Lady Gaga, Mayhem, es una resurrección del sonido dance-pop electrónico que la convirtió en estrella internacional con The Fame y The Fame Monster. Tras una década de incursiones variadas en el country, el jazz y, por supuesto, el cine, se reafirma en esta gira como la más incorregible de las artistas, y no podíamos perdérnoslo. 

El martes 28 de octubre, viajamos hasta Barcelona de la mano de Azulmarino, que se encargó de todo el proceso, desde las entradas hasta el alojamiento -a solo minutos del recinto- y los traslados. La red de agencias de viajes del grupo World2Meet gestiona los paquetes oficiales para conciertos y festivales de Live Nation, por lo que cada detalle estaba cubierto y solo tuvimos que preocuparnos de disfrutar. 

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

Una ópera de terror gótico en cinco actos

Pocos minutos después de las nueve de la noche, se encendieron las pantallas del escenario y dos Gagas, la Dama de Blanco y la Dama de Rojo, recitaban al unísono una declaración sobre la reconciliación entre dos "gemelos enfrentados", dos fuerzas opuestas que, a su vez, permiten la existencia la una de la otra. En ese momento, incluso antes de que nuestra protagonista saliera a escena, ya se nos presentaba el conflicto central de esta obra: la lucha entre el pasado y el presente. ¿Quién es Lady Gaga después de la fama? 

No es la primera vez que Lady Gaga nos muestra, como parte de su imaginario, a la Dama de Rojo. En los MTV Video Music Awards de 2009, recibió el premio de Mejor Artista Revelación enfundada en un vestido rojo de encaje con mangas largas, cola y una máscara incorporada, de la colección Otoño/Invierno 1998 de Alexander McQueen. Era la "continuación" del traje blanco que llevó solo unos minutos antes para cantar Paparazzi y que, a mitad de dicha presentación, comenzaba a derramar sangre hasta teñirse casi al completo de rojo. 

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

La Dama de Rojo representa el eterno martirio de la fama. Ella fue su doble fantasma, un contrapunto y hasta una guía, que la enfrentó a la diva que fue y a la artista en la que se ha convertido. El telón se abrió para dar paso a un mastodóntico vestido rojo con crinolina de siete metros de altura, sobre el que se sostenía la cantante mientras entonaba Bloody Mary, la primera canción de un setlist ecléctico y perfectamente curado. El tejido de la falda se retractó para exponer una gigantesca jaula en su interior, donde momentos después apareció cautiva la propia Gaga.

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

A la manera de una ópera, el show se divide en cinco actos temáticos, que no "eras": The Art of Personal Chaos (Manifesto), Of Velvet and Vice, And She Fell into a Gothic Dream, The Beautiful Nightmare That Knows Her Name, Every Chessboard Has Two Queens y Eternal Aria of the Monster Heart. Tanto el escenario como el vestuario cambian constantemente para marcar estas transiciones, siendo cada montaje y cada look más impresionantes que los anteriores. Un teatro decimonónico, con sus columnas griegas y adornos preciosistas, alberga la puesta en escena de esta fantasía romántica, gótica y, claro está, absolutamente camp.

La artista tejió una crónica de los puntos clave de su carrera, intercalando éxitos, como Poker Face, Applause o Judas, con temas menos conocidos de cada uno de sus seis discos. Un homenaje en vida a sí misma. Interpretó Die With a Smile y Dance in the dark en el piano, al borde del escenario, y nos llevó al llanto con una rendición emotiva (aunque breve) de Million reasons, que concluyó con unas palabras de agradecimiento a esos little monsters que abarrotaron los modestos conciertos de su primera visita a España, por allá en 2009. 

Lady Gaga se supera a sí misma en su paso por Barcelona: de su doble en el escenario al mensaje para sus 'little monsters' españoles© Getty Images

Se despidió entre llamaradas y dardos de luces, pero nosotros, las 17.960 almas que colmamos el Palau esa noche, permanecimos clavados al suelo, sin movernos siquiera para pillar una última cerveza. Tras un par de minutos de silencio, irrumpió en las pantallas desde el backstage: un plano secuencia la seguía - ella, sin maquillaje y vestida solo con una camiseta y pantalones cortos- de vuelta a nosotros. 

Lady Gaga reapareció en el escenario siendo la versión de sí misma que existe cuando nadie está mirando. Atrás quedaron los fantasmas de la fama. En su esencia desnuda, nos recordaba que su arte se sostiene sobre la autenticidad que yace bajo el disfraz, y que el éxito nunca es un accidente, sino un recordatorio de su inagotable talento y, más importante, de su capacidad continua para refinarlo.

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