Los 56 días que han pasado en los Cayos Cochinos han supuesto para los finalistas de Supervivientes All Stars una auténtica metamorfosis. Los concursantes habían vivido anteriormente esta aventura, pero esta segunda oportunidad ha sido mucho más extrema de lo que podían imaginar. Se llevan un aprendizaje impagable que les marcará para siempre. Vuelven más fuertes que nunca emocionalmente, pero las huellas del hambre y de las duras condiciones en las que han estado viviendo han dejado también un cambio evidente en sus físicos. Una transformación impactante a la que se han enfrentado en pleno directo, justo antes de reencontrarse con sus familiares.
En la gran final hemos asistido en directo al momento en el que los finalistas se han vuelto a mirar al espejo. Un gesto cotidiano que ellos no han podido hacer en casi dos meses. Una de las reacciones más esperadas era la de Jessica Bueno porque la semana pasada Laura Madrueño le cortó 25 centímetros de su melena a cambio de comida en la conocida como mesa de las tentaciones. Prueba extrema con la que lloró mucho y de la que ha visto el resultado entre gestos de sorpresa.
"Por fin me voy a ver de frente, que estoy harta de verme desde arriba", ha dicho la modelo mientras la tela que cubría el espejo iba poco a poco moviéndose hacia arriba. "Ay las piernas. Madre mía, qué de picaduras", ha comentado al ver con detalle las marcas de todos los insectos que la han acribillado en Honduras. "Me he quedado sin culo, necesito ir al gimnasio, me veo más flácida que cuando entré", ha añadido.
Al verse entera, con su cambio de look, ha exclamado: "Dios mío, no tengo pelo. Ay, mi pelo. Y mi cara, qué morena". Sin dejar de observarse mientras se colocaba de lado, de espaldas y se acercaba al espejo, la que fuera Miss Sevilla ha dicho que se tiene que "acostumbrar" a esta nueva versión de sí misma. "Madre mía, cuanto tiempo sin verme. Me da como vergüenza verme, es como si no fuera yo", ha reconocido. Sobre el pelo ha dicho que "no está tan mal como imaginaba, pero tengo que igualarlo".
El primero en ver la transformación ha sido Tony Spina, primer expulsado de la noche. "¿Pero quién es? Este no soy yo, es otro. Ay, las piernecitas que se me han quedado", ha dicho señalándose y riendo. "Parezco un nórdico, y la barba, el pelo... El pelo ni tan mal, tenías razón. Hay que pulir un poco, pero muy bien", le ha dicho a Jorge Javier.
También contenta por lo que se ha encontrado en el espejo se ha mostrado Miri: "Ostras, me veo superdistinta, qué fuerte tengo los ojos más grandes, me han crecido. Ni tan mal lo que ha hecho Laura (refiriéndose al pelo). Qué guay, me gusta".
Rubén Torres ha protagonizado un reencuentro de película con su novia justo después de ver cómo ha cambiado. "Los gemelos los tengo delgados, pensaba que no tanto. Me he quedado sin culo, y los brazos, madre mía. Pues anda que no tengo que comer y cenar", ha dicho el exconcursante de La isla de las tentaciones según iba descubriendo en el espejo partes de su cuerpo. "Se nota un montón, yo pensaba que no tanto, me debéis más migas y chiches", ha comentado al ver el peso que ha perdido. Y al llegar a la cabeza y verse sin cejas (se las cortó por una prueba), ha comentado: "El pelo y la barba te lo compro, pero tengo la cara superchupada".








