La final de Supervivientes All Stars está siendo frenética desde el primer segundo. Los nervios y las emociones se entremezclan con unas condiciones climatológicas adversas que tienen a todo el equipo alerta. Esas difíciles circunstancias han acompañado a los concursantes desde que hace 56 días pusieron un pie en los Cayos Cochinos, impresionante paraje caribeño que también sirve como telón de fondo de una noche épica que ha comenzado con sabor amargo: la expulsión de Tony Spina.
A la final solo pueden llegar tres y se ha quedado a las puertas, como cuarto finalista. "Estoy muy contento de lo que he hecho. En su día no pude acabar por una lesión. Tenía muchas ganas de volver, venía a competir conmigo mismo y me he superado con creces. Me he dejado la piel en todo, he sido real... ¡Me habéis regalado una mujer que llevaba cuatro años esperando ese momento", ha dicho Tony, que protagonizó un momentazo al casarse con Marta Peñate, también exconcursante del formato. El 7 de octubre lo visitó en la isla y protagonizaron una romántica ceremonia con validez legal y compañeros de convivencia como invitados.
El público, que tiene un papel clave en el desarrollo de todo el concurso, ha elegido que sea el último expulsado de esta segunda edición del reality más extremo de la televisión. Jessica Bueno, Rubén Torres y Tony Spina se enfrentaban a esta posibilidad, mientras que Miri Pérez-Cabrero se ha mantenido al margen del televoto porque tenía ya su pase directo a la gran final. En la semifinal, celebrada el martes, se convirtió en la primera finalista oficial al ganar el collar de líder.
Tony ha confesado que le gustaría llegar lo más lejos posible, pero ha aceptado su expulsión con total deportividad y la satisfacción de haber cumplido con sus objetivos. Las primeras dos semanas no fueron fáciles porque el concurso se le hizo "cuesta arriba y pensaba no estar a la altura de todo lo que me había propuesto”, pero ahora echa la vista atrás con inmenso orgullo y agradecido de salir reforzado de esta oportunidad. También se muestra ilusionado por reencontrarse con esos familiares y amigos a los que tanto ha echado de menos.
Ha dicho adiós al concurso desde la Palapa, escenario que ha sido testigo en estas semanas de noches de tensión, de discusiones, de nominaciones, de expulsiones y también de sorpresas. Poco antes se ha despedido también de Cayo Paloma, donde hoy el sol brilla tras varias jornadas de tormentas devastadoras que amenazaban el desarrollo de la final. Su paso por Supervivientes ha acabado oficialmente, pero traslada todas sus fuerzas a sus compañeros para enfrentarse a los juegos, creados especialmente para esta gala y la última gran prueba que tienen que superar.








