Como ya vimos y contamos en nuestro número anterior, Stella del Carmen Banderas hizo realidad su soñada boda con Alex Gruszynski, a quien conoció en la escuela cuando ella tenía solo cuatro años y cuya amistad dio paso a una bonita historia de amor.
En la celebración, que tuvo lugar el sábado 18 de octubre, la hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith reunió a su modern family en la Abadía Retuerta LeDomaine, hotel cinco estrellas que se ubica en lo que era un templo premostratense de estilo tardorrománico, fundado en 1146, en Sardón de Duero (Valladolid).
Como no podía ser de otra manera, no faltaron sus padres, al igual que tampoco lo hicieron sus hermanos, la actriz Dakota Johnson —la hija que Melanie tuvo con Don Johnson, con quien se casó dos veces— y Alexander Bauer —nacido de su segundo matrimonio, con el intérprete cubano Steven Bauer—.
Igualmente, Stella contó con la presencia de los otros dos hijos de Don Johnson, a quienes considera como unos hermanos más: Atherton Grace Johnson, de la actual unión del protagonista de Corrupción en Miami con Kelley Phleger, que ha crecido muy unida a Stella —solo es cuatro años menor que la hija de Antonio y Melanie—, y Jesse, nacido de la relación de Don con la actriz Patti D’Arbanville.
Para el momento de la cena —recordemos que el menú fue ajoblanco con uvas de temporada, a modo de entrante; solomillo o lubina salvaje, con crema de pizarras y pimiento verde, a elegir como plato principal, y tarta de queso al estilo vasco, de postre—, Stella desveló su segundo look nupcial. Para esta ocasión, se decantó por un vestido lencero confeccionado en seda y hecho a medida por la diseñadora Jane Booke. Lo combinó con un elegante collar vintage, tipo rivière, y pendientes largos de diamantes.
Se trataba de un diseño muy diferente al traje que la hija de Antonio y Melanie había lucido para la ceremonia civil, que es el que había creado junto al equipo de la firma Rodarte "alrededor de nueve meses". Aunque, para entonces, Stella ya había dejado su original ramo de calas negras, pudo disfrutar de su deseado toque gótico a lo largo de toda la noche: además de que el novio y Antonio Banderas llevaron la misma flor en la solapa de sus respectivos esmóquines, las tres damas de honor —Dakota Johnson, Atherton Grace Johnson y la hermana de Alex, Adaline Gruszynski— iban también vestidas de negro, al igual que gran parte de las invitadas.
El cariño de Melanie, el humor de Dakota y la sensibilidad de Antonio
A lo largo de la cena, no pararon de sucederse instantes de gran emoción, como los que protagonizaron Melanie Griffith, Antonio Banderas y Dakota al tomar la palabra. La madre de Stella, muy muy emocionada, dio las gracias a los asistentes y quiso remarcar que había ganado "otro hijo" con Alex, mientras este miraba a su ya suegra junto a su padre —el director de fotografía polaco Alexander Gruszynski, que ha trabajado en series como Emily in Paris o películas como Jóvenes y brujas—.
Por su parte, Dakota también remarcó su cariño hacia su nuevo cuñado para luego protagonizar una de las anécdotas más divertidas de toda la celebración: "¡Mi hermana pequeña se ha casado antes que yo!", bromeó la actriz de Cincuenta sombras de Grey, provocando las risas de todos los asistentes.
En su lugar, Antonio Banderas ofreció un precioso discurso —también en inglés— dedicado a su única hija. Estas palabras, llenas de emoción, hicieron llorar tanto a Stella como a Melanie y a gran parte del resto de los presentes. De ahí que, nada más terminar la intervención del malagueño, su hija se fundiera con él en un cariñosísimo abrazo.
Pero, como decíamos anteriormente, este punto de la celebración presentó muchísimos momentos muy bonitos. Por ejemplo, el que protagonizaron Jesse Johnson, a la guitarra, y Alexander Bauer: los dos quisieron cantar para los recién casados, constatando, una vez más, el grandísimo talento artístico que hay en la familia.
Al terminar la cena, Stella y Alex se dirigieron al impresionante claustro de la abadía junto a sus casi 200 invitados. Allí fue donde cortaron su impresionante tarta nupcial de dos metros, hecha de nata y frambuesa. En este momento de la velada, Alex tomó el micrófono para volver a mostrar su amor por su ya mujer y lo hizo para emocionar con un discurso, emocionante y divertido a partes iguales.
Del baile de los novios a la gran sorpresa de Antonio
A continuación, tuvo lugar otro de los momentos más inolvidables y esperables de la celebración: el baile de casada de la novia. Curiosamente, no lo empezó con su ya marido, sino que Stella le quiso dedicar ese momentazo a su padre. El tema escogido para la ocasión fue la romántica Moonlight Serenade, el clásico de Glenn Miller, que fue interpretado por una veintena de músicos de la orquesta sinfónica Larios Pop del Soho.
A mitad de la canción, Stella ya le tendió su mano a Alex, con el que se fundió en un auténtico beso de película. Mientras, Antonio continuó bailando con Melanie, como si fuera otra escena de una película del Hollywood dorado.
La big band siguió animando la velada y lo hizo repasando algunos de los grandes éxitos de Frank Sinatra y otros de clásicos de la época. Sin embargo, el gran número musical de la noche se lo estaba guardando Antonio Banderas: el actor malagueño sorprendió a los recién casados cantando una versión de Minnie The Moorcher, canción que Cab Calloway grabó en 1931 y que volvió a popularizarse, cinco décadas después, gracias a la película The Blues Brothers. Sin duda, fue un momentazo absoluto.
Durante la cena, Antonio dedicó un emotivo discurso —en inglés— a su única hija. Stella no pudo contener las lágrimas, al igual que Melanie y muchos invitados
Pero la noche no concluyó aquí, ya que Stella y Alex aguantaron hasta casi al amanecer junto a sus invitados, entre los que se encontraban las hijas del ex Presidente de Estados Unidos Barack Obama, Malia y Sasha, y los actores Drew Starkey (Outer Banks, Queer) y Dylan Minnette (Por trece razones), entre otras personas que forman parte de la industria cinematográfica norteamericana. La encargada de animar la velada fue Jade Croonenberghs, que ejerció de DJ y pinchó algunos éxitos indie.
Para que sus familiares y amigos tuvieran energías y aguantaran toda la fiesta, los recién casados pidieron a su wedding planner —Alice Wilkes Design— que se sirvieran hamburguesas con patatas y churros con chocolate durante la madrugada. También, Stella quiso que se proyectaran escenas de películas como Casablanca, La princesa prometida y Vacaciones en Roma, entre otros clásicos del cine.
Dakota Johnson protagonizó uno de los momentos más divertidos cuando bromeó durante el discurso que dio en la cena: "¡Mi hermana pequeña se ha casado antes que yo!"
De hecho, fue la propia hija de Antonio y Melanie quien hizo la selección cinematográfica para que se proyectara en los muros de la abadía, durante la sesión de la DJ. Y de esta forma tan romántica como cinematográfica concluyó la fiesta casi a las cinco de la mañana, cuando el sol empezaba a ponerse en este centenario entorno de la Ribera del Duero.
Habla Stella: de la admiración a sus padres a su futuro con Alex
Al terminar la fiesta, Stella Banderas no podía sentirse más feliz. Y tenía motivos, porque su boda con Alex Gruszynski salió a la perfección. Los recién casados se trasladaron a Madrid al día siguiente de darse el "sí, quiero" y fue en la noche de ese mismo domingo 19 cuando emprendieron su luna de miel a un destino exótico.
Stella ha compartido su emoción con ¡HOLA! mientras repasaba los mejores momentos de la gran fiesta y nos compartía sus planes de futuro con su marido: ella, en la industria cinematográfica, pero siguiendo detrás de las cámaras, y Alex, como CEO de Nova, plataforma que él mismo cofundó para conectar con talentos freelance en Hollywood.
Stella, tu primer baile de casada se lo dedicaste tu padre. Habrá sido muy emocionante para los dos.
Lo queríamos como sorpresa, en lugar del primer baile como pareja.
Salió a la perfección y no paraste de bailar en toda la noche. ¿Cómo te viste?
Digamos que mi padre es el que lleva el talento del baile y del ritmo en la sangre. Yo no me defiendo mal, pero soy mucho más de moverme de forma espontánea que de seguir pasos ensayados. Pero queríamos que la fiesta fuese eso, una fiesta.
Habla Antonio Banderas
"No espero que construyan una casa, espero que construyan un hogar en el sentido más puro de la palabra. El legado que deseo para Stella y Alex es la capacidad de adaptación, de compromiso y de respeto mutuo. Que sepan que la felicidad no es una meta, sino la forma en la que viajas".
Con estas sabias palabras, Antonio Banderas compartía con ¡HOLA! su deseo de felicidad para su hija junto a Alex Gruszynski. "No importa si su 'hogar' está en una colina de Los Ángeles o en un piso en Málaga, mientras el amor esté en el centro. Nuestra vida es la prueba de que se puede pertenecer a dos sitios. Les enseño que Málaga es el alma y que Los Ángeles es la herramienta para su felicidad", nos continuaba diciendo el actor malagueño.
Antonio, aparte del numerazo musical que protagonizaste con la orquesta de tu compañía teatral, el Teatro del Soho, tu hija te ha dedicado su primer baile de casada. Vaya noche tan inolvidable que has vivido.
Ha sido algo especial. Quería que la fiesta tuviera ese calor, esa pasión y esa capacidad de celebración que tenemos los españoles. Quería que la gente se quedara con el sabor de la alegría y de los buenos caldos de nuestro país.
Para ti, ¿qué significa que Stella haya decidido casarse en España?
Significa todo para mí. Es el mayor regalo que me podía hacer. Stella ha vivido entre dos mundos, pero ha elegido celebrar su amor aquí, en su tierra, y eso es una reafirmación preciosa de sus raíces. La elección de Valladolid y esa abadía románica del siglo XII habla de su madurez y su elegancia. Buscaba algo con historia, con solera, alejado de los focos habituales. Es un lugar con un alma tremenda y es perfecto para crear recuerdos que perduren para siempre.






































