Se ha guardado las cartas más íntimas y cariñosas, pero de las muchas que le escribió Mario en sus casi ocho años de relación, Isabel ha decidido publicar ocho. Las cuatro primeras las recibió al principio de su historia de amor; y las otras cuatro, resumen los últimos años que estuvieron juntos. Todas son de amor y todas están firmadas por el premio Nobel (siempre Mario), aunque hay que sumarles una novena, la de la ruptura, pero ésta ya la escribe Isabel, dejando claros los motivos.
En el último capítulo del libro “Mi verdadera historia”, que titula “Desmentidos y cartas de amor”, Preysler explica lo que vivieron juntos rebatiendo rotundamente que Mario se sintiera “profundamente desgraciado” a su lado, como afirmó su entorno a medios de comunicación y a amigos… Pero claro, esa sería la otra versión de la historia (la suya) –“Mario fue muy feliz”-, e Isabel ha querido sepultar todas las dudas… “Que el lector saque sus propias conclusiones”.
Y este es el resumen. De la primera carta, fechada el 21 de marzo de 2015, a la última seleccionada (el 18 de febrero de 2022) el encabezamiento siempre es el mismo alternado: Isabel querida; Isabel querida, amor mío; Isabel, amor mío… Y, también, la despedida en la que siempre aparece la palabra amor o un “te quiero”. Y queda claro que se sentía ilusionado y feliz.
En las primeras hay incluso algo de temor a perderla y de asombro… “Una de mis pesadillas desde hace algún tiempo, es precisamente esa: que quedemos desconectados y no sepa dónde y cómo encontrarte” … “Nunca imaginé que me harías tanta falta, que, en tan poco tiempo, te hubieras vuelto alguien tan imprescindible y querido en mi vida”… “Yo nunca he estado tan seguro sobre nada como lo estoy contigo. Te quiero y nada me haría más feliz que pasar todo lo que me queda de vida a tu lado, adorándote y procurando hacerte feliz…. Qué revolución has causado en mi vida, amor mío”.
“Cuando menos lo esperaba, ocurrió lo que ocurrió y fue como si empezara a vivir de nuevo. Desde la noche maravillosa de la peletera (se refiere al primer beso, en febrero de 2015, cuando comenzó todo en el ascensor de la casa de Elena Benarroch), mi vida se llenó de juventud, de sueños, de deseos". Y también está presente el “descubrimiento”: “Amor mío, cada vez descubro en ti cosas bellas, delicadas, pequeños detalles que me llenan de admiración y de felicidad. Y pienso la impagable dicha que será vivir toda una vida a tu lado, descubriendo cada día uno de los tesoros y maravillas que hay en ti. Te quiero mucho y hoy te beso, en cámara lenta, en tus orejitas, en tus hombros, en las manos y en los pies…”.
Las frases que le dedica están llenas de halagos: las “orejitas que parecen dos signos perfectos de interrogación”; la “lucecita verde que asoma en el fondo de tus ojos”; “la suavidad sedosa de tu piel”; “tu linda silueta, tu cintura de avispa, tu manera de caminar, tus pasos como de danza”; “reinita de los delfines” … Piensa conseguir (con tanto amor y tanto mimo), que se vuelva “la mujer más intratable de toda la creación”. Y le hace saber que la extraña y que el mundo le “parece vacío y sin vida cuando no estás conmigo”.
“Me parece que hace siglos desde la última vez que te tuve desnuda en mis brazos, sintiendo latir tu corazón… Esta noche me reuniré contigo y te diré cosas hermosas y dulces al oído mientras te hago el amor”.
La cuarta carta (26 de mayo de 2015), hace referencia a una nueva etapa -la relación dejaría de ser secreta-, tras la reunión de Mario con su familia en Nueva York; y ya, con un salto de tres años, nos encontramos con la quinta, fechada el 18 de febrero de 2018, día del cumpleaños de Isabel.“Tres años pueden ser una eternidad o el tiempo de un suspiro, y estos tres años que hemos pasado juntos han sido ambas cosas, una larga felicidad, que yo no había conocido hasta ahora, y una experiencia veloz, que a mí me hubiera gustado inmovilizar, eternizar”.
Y llega la sexta, de nuevo el día de su cumpleaños (18 de febrero 2019) y con el mismo mensaje: el tiempo vuela. “Ya cuatro años que estamos juntos. Se han pasado corriendo, como pasa el tiempo cuando uno es feliz. Y yo lo he sido y lo soy a tu lado, como no creo haberlo sido nunca antes. No recuerdo un periodo comparable, en el que, gracias a ti, he sentido que la vida tenía sentido, era bella, y valía la pena gozar de ella, y aprovecharla. Nunca antes he escrito con tanto entusiasmo, y sentido que todo, incluso las cosas más tri-viales, valían la pena y tenían un sentido".
También es el momento del agradecimiento que aparece reflejado tanto en la sexta carta como en la séptima (18 de febrero 2021). “Gracias amor mío por todo lo que me has dado y sé que me seguirás dando, esta alegría de vivir, de pequeñas felicidades en todo lo que hacemos y planeamos juntos”… “Gracias a ti, he sido muy feliz, más, creo, que en el resto de la vida. Ha sido mucho más fácil de lo que pensaba acostumbrarme a tu casa, a tu familia, y ha sido posible gracias a ti, a tu cariño, a tu delicadeza y a tu amor". Y no olvida tampoco agradecerle el haber podido seguir escribiendo mucho al “hacerme la vida fácil porque desde el primer momento comprendiste que mi trabajo es esencial".
Finalmente, llega la última carta seleccionada por Isabel: la octava. Es el anuncio de un “regalo” que no se pudo cumplir. Mario la escribió unos meses antes de la ruptura. Coincidiendo de nuevo con el cumpleaños de Isabel (18 de febrero de 2022).Le habla de la novela que está escribiendo para ella y “viene de muy atrás”… “Quiero ponerla a tus pies cuando la termine… Creo que será mi mejor libro y quiero dedicártelo con todo mi amor”… “Porque te quiero mucho y te querré siempre, hasta el último día. Ojalá estés conmigo en ese momento decisivo, en el que uno se despide de esta vida, rumbo a la otra (que no existe)”… “Siento que las fuerzas me van abandonando poquito a poco pero espero que no se vayan del todo mientras escribo esta novela que te dedicaré como testimonio de la felicidad que me has dado en estos años, y que, espero, me darás todavía en los que espero vivir a tu lado y queriéndote cada día más”.
El sábado 10 de diciembre hizo llegar a Isabel las galeradas de esta última novela ¿Un champancito, hermanito? (aunque posteriormente cambió el título por Le dedico mi silencio), pero dos días después, llegó la ruptura. Y este es el resumen de la carta que le escribió Isabel el 12 de diciembre de 2022 dirigiéndose a él con un “querido Mario” y despidiéndose con un abrazo.
En ella, Preysler remite a los años felices que vivieron para evidenciar que su relación ya “no se parece en nada a la que teníamos al principio de los casi ocho años que llevamos juntos”. Han perdido la ilusión, la complicidad, y la alegría y al no haber intereses en común (matrimonio, hijos) la mejor decisión es romper. Es el peso de la rutina en el día a día, pero también (como le hace saber) el asombro que le produjo su “ridícula escena de celos” después de una fiesta, “porque, a nuestra edad y en nuestro caso, las escenas de celos infundados están totalmente fuera de lugar y dan hasta vergüenza”.
A esto se suma que se tuviera que enterar por el servicio que había vuelto a su domicilio (de la calle Flora) y mandara, sin “dar señales de vida”, a una persona a recoger su pasaporte y algo de ropa. Un comportamiento que considera “totalmente inaceptable”. Isabel añade que “lo que de verdad hace imposible la convivencia es la mala educación y tú estás muy mal educado. Mi casa no es un hotel en el que las personas van y vienen sin tener en cuenta a los demás y yo no voy a soportar tus idas y venidas sin, por lo menos, una explicación”. Le recuerda, que ya hubo una primera vez –“también por otra escena de celos”-, en la que lo volvió a acoger cuando decidió volver… y que “esta ha sido la segunda vez que lo has hecho pero no va a haber una tercera…”Por favor, manda a alguien a recoger todas tus cosas”.