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El legado de Isak Andic se mantiene intacto: "La voluntad reflejada en su testamento se ha cumplido de forma escrupulosa"


Los albaceas del fundador de Mango aseguran que han sentido la "obligación moral" de pronunciarse ante "el cariz que ha tomado la situación"


Isak Andic© Mango
21 de octubre de 2025 - 10:49 CEST

10 meses después de la trágica e inesperada muerte de Isak Andic, su nombre y el de algunos miembros de su familia ha vuelto a ocupar titulares. Aunque la imputación por homicidio de su hijo Jonathan ha supuesto un duro golpe para todos, la familia se ha mantenido unida desde el primer momento. Así lo demuestra la forma en que han gestionado la repartición de su herencia y cómo han sabido preservar el legado del empresario, dando continuidad a uno de los mayores imperios textiles de España. Este lunes, 20 de octubre, coincidiendo con el que habría sido su 72º cumpleaños, los albaceas del fundador de Mango se han pronunciado en el periódico La Razón, asegurando que se han visto en la "obligación moral" ante "el cariz que ha tomado la situación". "Sus herederos han actuado siempre desde la unidad que su padre les inculcó, mostrando una gran generosidad con las personas a las que su padre amaba", se recoge en el comunicado firmado por Toni Ruiz, CEO y presidente de Mango; Dani López, director de expansión y franquicias de Mango y miembro del consejo de administración del grupo; y José Creuheras, presidente de Grupo Planeta y de Atresmedia.

Isak Andic
Isak Andic

Como albaceas del testamento de Isak Andic, y en cumplimiento del deber que nos encomendó, consideramos nuestra responsabilidad, justo el día en que Isak cumpliría 72 años, manifestar nuestro sentir. No es una decisión que tomemos a la ligera, sentimos la obligación moral ante el cariz que ha tomado la situación.

Lo hacemos desde el más profundo respeto a su memoria y con la serena, pero firme, determinación de velar por la intimidad de su familia. En los diez meses transcurridos desde su fallecimiento, hemos sido testigos de cómo el dolor de un duelo privado se ha visto agravado por un debate público que causa un mayor sufrimiento.

La admiración que nos merece el legado de Isak Andic —un emprendedor visionario cuya contribución a la sociedad es incuestionable— no puede disociarse del respeto que se debe a su familia. Su trayectoria fue siempre un reflejo de su carácter: un hombre de infinita curiosidad, generoso y profundamente comprometido con los suyos y con la sociedad a la que sirvió desde su obra empresarial. Amén de su ingente obra benéfica.

Más allá de la dimensión humana, que ya de por sí debería ser suficiente para llamar a la contención, asistimos a la peligrosa vulneración de garantías fundamentales. El derecho a la presunción de inocencia, pilar de nuestro Estado de Derecho, ha sido con frecuencia obviado. Resulta especialmente grave que se señale públicamente a una persona, ignorando lo que el pasado 17 de octubre aseguraba la oficina de prensa del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, «que las diligencias respecto al accidente son secretas y, procesalmente, en este momento la causa no se ha dirigido ni se dirige contra ninguna persona concreta». Así se contribuye a crear una condena paralela que causa un daño irreparable a la dignidad de una persona, mucho antes de que la justicia se haya pronunciado. En cualquier caso defendemos la inocencia de Jonathan y su única condición de víctima.

Como albaceas, podemos y debemos afirmar que la voluntad de Isak Andic, reflejada en su testamento, se ha cumplido de forma escrupulosa. Sus herederos han actuado siempre desde la unidad que su padre les inculcó, mostrando una gran generosidad con las personas a las que su padre amaba.

Entendemos y respetamos el interés informativo siempre que se ejerza desde la veracidad y el respeto a los derechos fundamentales. Pero la difusión de rumores y especulaciones sobre su hijo, Jonathan Andic, que abarcan desde su capacidad profesional hasta la relación más íntima con su padre, dibuja un retrato que se aleja de la realidad. Isak y Jonathan se querían. Se querían mucho. Y Jonathan admiraba y admira a Isak.

Hoy esta situación somete a la familia a una presión añadida que resulta difícil de sobrellevar mientras atraviesan el duelo por la pérdida de su padre. Es un panorama tan cruel desde el punto de vista humano que requiere de la máxima consideración.

Confiamos en la rigurosidad de la justicia, de los cuerpos de seguridad del Estado y de los medios.

Es imperativo que estos valores se impongan y que el respeto por las personas prevalezca sobre los juicios paralelos. Se lo debemos a la memoria de Isak Andic, un hombre que trabajó toda su vida desde el esfuerzo y la generosidad. No es solo una cuestión de justicia para una familia, se trata de la salud de nuestro debate público y del imperio de la ley.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.