Robo de película en uno de los museos más importantes y visitados del mundo como es el Louvre, en París, que en teoría es también uno de los sitios más inexpugnables y vigilados de Francia con unas medidas de seguridad que ahora quedan en entredicho. Al parecer, los presuntos ladrones ejecutaron su asalto este domingo a primera hora de la mañana (de 9:30h a 09:40) tras forzar una de las ventanas que da acceso a la Galería Apolo, llevándose consigo joyas de un valor histórico y patrimonial incalculable.
La ministra de Cultura gala confirmaba la impactante noticia a través de sus redes sociales y ordenaba el cierre provisional del emblemático recinto, que en ese instante pasaba a estar custodiado por la gendarmería. "No hay constancia de heridos y las investigaciones están en curso", señalaba Rachida Dati sin dar más detalles, desde el lugar de los hechos, tras haberse desplazado hasta allí según le informaron de lo sucedido.
La mayor parte de las piezas sustraídas, según la prensa local, pertenece a la época imperial de Napoleón Bonaparte y su mujer Josefina (de 1804 a 1815). Los cacos, disfrazados de obreros con chalecos amarillos aunque con pasamontañas, se llevaron nueve piezas de esta colección tan sumamente valiosa. Estas son las coronas de la reina María Amelia y de la reina Hortensia, un collar del conjunto de zafiro de ambas o un collar de esmeraldas y un par de pendientes de la reina María Luisa. Por su parte, el diamante más grande cuyo peso es de más de 140 quilates, conocido como el Regente, no ha sido robado y permanece intacto en una de las vitrinas.
Al parecer, en su huida, los delincuentes habrían perdido y dañado algunas de estas joyas que después fueron encontradas en el exterior. Una de ellas es la corona de la aristócrata española y emperatriz Eugenia de Montijo, la que fuera esposa de Napoleón III (quien gobernó Francia de 1848 a 1952) y una de los antepasados de Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo, actual jefe de la Casa de Alba.
Golpe exprés de tan solo 7 minutos
Que el hurto no ha sido obra de unos aficionados se refleja en la rapidez con la que ha sido llevado a cabo, en tan solo siete minutos. Llegaron en motocicleta y emplearon un montacargas para colarse en la primera planta, donde se encontraba el botín. Allí, usaron pequeñas motosierras para romper los cristales de las urnas y acceder a los artículos, procediendo justo después a darse a la fuga inmediatamente.
En posteriores declaraciones a los medios, Dati ha advertido de que "el crimen organizado tiene ahora en su punto de mira las obras de arte, y los museos se han convertido en sus objetivos". Considera por tanto que "habrá que adaptar" las pinacotecas "a estas nuevas formas de delincuencia, porque quienes han hecho esto son profesionales". El presidente Macron, por su parte, está en permanente contacto con su ministra para conocer todas las novedades del caso, mientras que parte de la oposición ya ha tachado el asalto al Louvre como "un ultraje a Francia".









