El final de Andy y Lucas como pareja artística después de tanto tiempo juntos va camino de convertirse, si no los es ya, en un culebrón en toda regla con los ingredientes clásicos de drama y suspense que cada día suben un peldaño más. Tras conocerse la supuesta mala relación entre ellos y unos desencuentros que han vivido a lo largo de su dilatada trayectoria, lo que que poco a poco se está sacando a la luz, se suma ahora un nuevo capítulo de mayor gravedad como es el hecho de que habrían llegado a las manos.
Así se ha desvelado esta tarde en el programa Fiesta (Telecinco), después de que la periodista Arabella Otero explicara que había hablado largo y tendido con Andy por teléfono, y este le había relatado el incidente vivido. Incluso, mostrándole una fotos de las secuelas físicas en forma de heridas que le dejó aquella pelea. Hace unos meses, el pasado mayo, ya se habló de una violenta disputa entre ambos donde se supone que hubo más que palabras, entre gritos y golpes, algo que ellos negaron en su momento. Sin embargo, la versión que se pone sobre la mesa sí habla de una presunta agresión.
"A mí lo que me cuenta Andy es que Lucas le ha tenido siempre envidia, como si estuviera en guerra con todo", comenzaba diciendo la reportera. Según la versión que ha dado, a Lucas le molestaba que Andy fuera "tan dicharachero" y bromista con el resto del 'staff' en los camerinos, hasta tal punto que un día explotó. "Se puso malo solo de verle reírse y ahí empezó la discusión". Al parecer, tras intentar calmar Andy a Lucas, no lo consiguió y este último "se volvió loco perdido y casi le rompe el abductor". Tras lo sucedido, Andy "tuvo que irse rápidamente al hospital de Mérida", subrayan.
En este sentido, durante su conversación con la periodista, el cantante gaditano ha expresado también su pensamiento de que "a Lucas hay que encerrarlo de verdad. Como siga así, va a terminar muy mal. Está enfermo y no se deja ayudar". Pero por si todo esto fuera poco, la cosa no ha quedado ahí. Andy ha denunciado que aún no ha percibido ninguna remuneración económica del concierto de despedida que ofrecieron el 10 de octubre en el Palacio de Vistalegre (Madrid), y acusa directamente a Lucas. "Ha cobrado todo el mundo menos yo. Sospecho que no me va a pagar, de ahí la tensión el otro día", se lamenta.
Del mismo modo, el artista andaluz de 43 años cuenta que tampoco le sentó bien que Lucas -quien desde 2024 también tiene problemas de salud tras la fallida operación en su desfigurada nariz- se dirigiera a él como si fuera un subordinado: "Me llama empleado y él no sabe hacer nada bien. Cade vez que había un lío era yo el que lo solucionaba". Por último, Andy afirma sentirse mucho más feliz en esta nueva etapa que comienza con su carrera en solitario. "Tengo más clubs de fans ahora que cuando estaba con él. Ni todos los premios del mundo pueden igualar este cariño", sentencia.