Muchos actores se convirtieron en rostros muy queridos por el público en la década de los 2000. Uno de ellos fue Diego Martín, de 51 años, a quien vimos en producciones tan conocidas como Policías, Aquí no hay quien viva o Velvet. A pesar de la popularidad que alcanzó, el intérprete siempre ha preferido mantener su vida personal en un segundo plano. Hoy descubrimos un poco más sobre su lado más personal.
Se sabe muy poco sobre su vida privada, ya que el actor es muy reservado y prefiere mantener en un segundo plano a su mujer y a sus hijos. De hecho, en sus redes sociales apenas muestra esa faceta más íntima, fiel a su decisión de proteger su entorno familiar del foco mediático.
En cuanto a sus orígenes, nació en Madrid en 1974. Su padre, Carlos, es catedrático de inglés, mientras que su madre, Adela, trabaja como especialista en prensa extranjera en el Banco de España. Un entorno familiar vinculado al conocimiento y la cultura que, sin duda, influyó en la sensibilidad artística que el actor ha mostrado desde sus primeros pasos en la interpretación. Al igual que su hermano, Jacobo Martín, decidió orientarse hacia el mundo de la interpretación. Eso sí, en sus comienzos, el actor llegó a matricularse en la carrera de Derecho, estudios que finalmente no llegó a completar al descubrir que su verdadera vocación estaba sobre los escenarios.
Desde hace años, reparte su vida entre España y Francia. En la capital francesa reside junto a su mujer y sus hijos. En una entrevista concedida a XL Semanal en 2023, el intérprete habló brevemente de su familia y se limitó a añadir que su pareja es ortodoncista. También confesó que su mayor pesadilla sería que sus hijos siguieran sus pasos en la interpretación.
En esa misma entrevista, Diego reconocía con total sinceridad lo complicado que le resulta compaginar su carrera con la vida familiar. Admitía que la conciliación es una tarea casi imposible y que, en su caso, suele ir acompañada de cierta culpa. Aun así, el actor se muestra agradecido por poder dedicarse a una profesión que le apasiona, aunque eso implique sacrificios. Con esa honestidad, habló de la importancia de encontrar equilibrio y de aprender a valorar el tiempo en familia como un verdadero lujo.
A pesar de su discreción, el actor aprovecha, de vez en cuando, la ocasión para mostrar en redes sociales el cariño que siente por su familia. “Entre el Día Internacional de la Pesca Submarina y el Día Comarcal del Macramé, uno no se puede saltar este. ¡Feliz Día, madre!”, escribió en una de sus publicaciones. Con ese sentido del humor que lo caracteriza, Diego demuestra que, más allá de su faceta profesional, mantiene un fuerte vínculo con los suyos. Sus mensajes, siempre cercanos y espontáneos, reflejan la importancia que concede a los afectos y a las pequeñas cosas del día a día.