Valle salvaje sigue cosechando éxitos en las tardes de La 1 —incluida una nominación al Emmy Internacional—. Y no es para menos porque ha sabido jugar bien todas sus cartas y cuenta con todos los ingredientes que debe tener una serie diaria que se precie: una gran historia de amor, secretos familiares, alianzas inesperadas, venganza, tensión constante… y, por supuesto, una villana a la altura. Entre ellas ha destacado el personaje de Úrsula Salcedo de la Cruz, interpretado por Cristina Abad, que se ha convertido en una pieza clave dentro del puzle. Sofisticada, ambiciosa y letal, desde su llegada ha hecho la vida imposible a Adriana (Rocío Suárez de Puga) y a Rafael (Marcos Perna). Ahora, coincidiendo con su salida de la ficción, que marca un punto de inflexión en la historia, la actriz hace balance de cómo ha sido su paso por la producción de época de RTVE.
© RTVEEn un episodio clave, Ana (Alejandra Armero) reaparece en la Casa Grande tras varios días desaparecida y acusa directamente a Úrsula del asesinato de Julio Gálvez de Aguirre (Nacho Olaizola). En medio de la tensión, la Santa Hermandad, ante la que Rafael la ha denunciado, registra la habitación de la joven noble y encuentra un frasco con veneno. Con pruebas en mano, las autoridades anuncian su detención ante todos: “Doña Úrsula Salcedo de la Cruz y Hurtado está prendida… será conducida ante el real y supremo consejo de Castilla para ser juzgada como procede”. Mientras la familia se enfrenta al shock y a la traición, la prima de Adriana rompe a llorar, consciente del abismo que se abre ante ella. Antes de abandonar Valle salvaje, lanza una última mirada a su tía Victoria (Sabela Arán) cargada de dolor.
© RTVECristina Abad afronta el final de su etapa en la serie con emoción. “Me despido de Valle Salvaje y me da mucha pena porque en estos meses he estado rodeada de personas que me han querido mucho desde el primer momento, me han acogido y me da mucha pena dejar esta familia”, ha confesado la actriz en una entrevista con RTVE. Tras seis meses de rodaje, siente que deja atrás a un personaje complejo y lleno de matices que ha marcado a la audiencia y le ha permitido crecer profesionalmente. Aunque, entre risas, reconoce que se queda con ganas de “cometer más maldades”.
Con un sentimiento agridulce y “aunque la gente me odie”, asegura que “he disfrutado mucho de Úrsula”. Y no solo le ha enriquecido a nivel profesional, sino que también a nivel personal se siente muy agradecida. “Al final, volver a trabajar en lo que te gusta, te llena. Ha sido muy cansado, pero, aun así, ha merecido la pena”, ha explicado con sinceridad.
© RTVECristina ha conseguido hacer de su personaje, un imprescindible dentro de Valle salvaje, pero construirlo no ha sido nada sencillo. "Yo he ido conociendo a Úrsula poco a poco porque no sabía mucha información al principio", ha confesado la protagonista de Acacias 38. Con pocos datos iniciales —solo que era hija del primo de Victoria y Evaristo, Miguel—Abad se apoyó en el trasfondo del personaje para darle profundidad y "entender el porqué". “De las pocas pinceladas que tenemos es que su padre casi la mata”, ha revelado, un maltrato que marca muchas de sus decisiones y que "sería mi justificación" a su comportamiento.
© RTVEPero dentro de su maldad, Úrsula también se ha lamentado por sus actos, un sentimiento que la intérprete espera haber logrado transmitir en pantalla. “He trabajado el arrepentimiento por lo que hizo con Julio”, ha contado, reconociendo que cree que su personaje se siente muy culpable porque no había matado antes y le acaba pasando factura: “Era su primera vez”.
© RTVELa actriz destaca la importancia de transmitir cada momento desde la sinceridad, especialmente en la escena de la copa envenenada que acaba con la vida del mayor de los Gálvez de Aguirre . “En esa secuencia, Úrsula pide disculpas a Rafael y Adriana y les da su bendición para su vida. Yo eso lo trabajé desde la verdad; sentí que les estaba pidiendo perdón y diciéndoles que siguieran adelante con su relación desde el corazón”, ha señalado Cristina a RTVE.
© RTVEAunque Úrsula no se despide en pantalla, la protagonista de Servir y proteger, de 33 años, se imagina cómo habría sido ese adiós. Pese a lo que muchos puedan pensar, su última conversación no habría sido con Victoria o con Pedrito, con quien tiene una relación muy bonita,, sino con Adriana para “relajarnos, hablar desde el corazón y pedir disculpas”, un momento para dejar atrás rencores y entenderse, más allá de todas las heridas. Esta reflexión revela la complejidad del personaje y el cariño que Abad ha desarrollado hacia él, a pesar de su oscuridad.
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© @vallesalvajetveDesde su incorporación en marzo ha creado fuertes vínculos en el set y lo que más va a echar de menos de la serie es llegar al set y sentirse “querida por todos mis compañeros”. Se lleva el cariño del equipo —algo que hemos podido comprobar en un vídeo que ha compartido la cuenta oficial de la ficción, donde todos ellos corren a abrazarla tras finalizar el rodaje de su última escena—, la experiencia de haber dado vida a una villana inolvidable… y el reconocimiento del público.
© RTVECristina lanza un mensaje cómplice a los seguidores de la ficción de época: “Gracias por estar ahí y por odiar a Úrsula”, ha expresado con orgullo, convencida de que “eso me transmite que he hecho muy bien mi trabajo”. Y se despide con una frase que deja su destino en el aire: “Ojalá volver a veros pronto”. ¿Un simple deseo o una puerta entreabierta? Su personaje no ha muerto y en las series diarias mientras hay vida hay esperanza. El pasado —y las grandes villanas— siempre vuelve. ¿Regresará Úrsula en un futuro? Que nadie se confíe porque… en Valle salvaje, todo puede suceder.
