Diane Keaton ha fallecido este sábado a los 79 años de edad, tal y como ha informado la revista People en exclusiva. La legendaria actriz ha muerto en California y, de momento, no se conocen más detalles acerca de esta inesperada noticia. Su familia ha pedido privacidad en este momento tan complejo para ellos. Keaton saltó a la fama en la década de 1970 gracias a su papel en las películas de El padrino y a sus colaboraciones con el director Woody Allen. No en vano, Diane ganaría el Óscar a la mejor actriz por Annie Hall en 1977, una de las cintas más laureadas del neoyorquino, y uno de los grandes papeles de su carrera.
Su larga trayectoria como intérprete incluye películas como El club de las primeras esposas, múltiples colaboraciones con la directora Nancy Meyers y la franquicia Book Club. La actriz nació en Los Ángeles en 1946 como Diane Hall y era la mayor de cuatro hermanos. Su padre era ingeniero civil, mientras que su madre era ama de casa. Ella sería una persona muy importante en su vida pues, cuando se percató de que ya existía una artista con el nombre de Diane Hall registrado en la asociación actoral, decidió adoptar el apellido materno, convirtiéndose así en Diane Keaton.
Como todos los grandes intérpretes de su época, Keaton decidió estudiar interpretación en la universidad, una carrera que terminó abandonando para probar suerte en el mundo del teatro y el espectáculo neoyorquino, donde las luces siempre son más grandes y los aplausos más sonoros. Debutó en la gran pantalla en 1970 con Lovers and Other Strangers, pero su gran oportunidad llegó cuando Francis Ford Coppola la eligió para interpretar a Kay Adams, la novia de Michael Corleone (Al Pacino), en El padrino, estrenada en 1972, y considera como la mejor película de la historia para una gran masa de cinéfilos.
"Creo que lo más amable que alguien ha hecho por mí... es que me seleccionaran para participar en El padrino sin siquiera haberlo leído. No sabía nada", declaró a la revista People en 2022. "Simplemente iba de una audición a otra. Creo que fue increíble para mí. Y luego tuve que leer el libro", precisó. La película fue un éxito rotundo y ganó el Oscar a la 'Mejor película', una gesta que repetiría con las dos entregas posteriores de la icónica saga de mafiosos sicilianos, estrenadas en 1974 y 1990, respectivamente.
La musa de Woody Allen
Según Woody Allen, quien fuera su amor en los setenta, además de uno de sus directores fetiche, Diane vestía “con imaginación algo excéntrica, como si su personal shopper fuera Buñuel”. Cuando en Hollywood triunfaban las curvas, Diane Keaton enseñó que la feminidad no tenía por qué ejemplificarse por medio de unos tacones y un vestido. Llevando trajes y abrazando de lleno el estilo boyish que a día de hoy triunfa en las pasarelas y alfombras rojas. Keaton era una dandy más, y su particular estilo fue el elemento más atemporal de su vida.
Keaton colaboró con Allen en la versión cinematográfica de Play It Again, Sam, estrenada en 1972, un papel de lo más especial, pues la actriz ya había formado parte de la obra teatral que Allen estrenó en Broadway en el año 1969, y que le valió una nominación al Tony -los premios Oscar del teatro-. Después vendría El dormilón (Sleeper), de 1973, y Love and Death, de 1975. Dos años más tarde, su relación artística y platónica llegaría a su clímax con la ya mencionada Annie Hall, donde Diane interpretó un rol que bebía de sí misma: el vestuario de Annie imitaba el de la propia Keaton, lleno de ropa masculina, chalecos y pantalones estructurados. La película consolidó a la actriz como un icono de estilo.
Muchos especularon que la película se basaba en la relación entre Keaton y Allen, pero ella declaró a The New York Times en 1977 que, aunque no era "cierto", sí había "elementos de verdad" en el guion. Keaton volvería a colaborar con Allen en Interiores (1978), Manhattan (1979) y Misterioso Asesinato en Manhattan (1993). También defendió a Allen tras las acusaciones de abuso sexual de su hijastra Dylan Farrow. "Le quiero", declaró a The Guardian en 2014.
Icono de moda y de 'soltería': nunca se casó
La vida personal de Diane Keaton no fue del todo un misterio, pero la intérprete siempre fue bastante cauta a la hora de hablar de sus relaciones románticas: pocas apariciones y pocas declaraciones al respecto. La actriz tuvo tres grandes amores: Woody Allen, su gran romance de los años 70 -una dupla romántica y creativa-, Al Pacino, a quien conoció en el rodaje de El Padrino y con quien mantuvo una relación intermitente hasta el año 1990, y Warren Beatty, con quien estuvo durante cinco años tras dejarlo con Al Pacino.
En sus memorias, Ahora y Siempre (Lumen), la intérprete hablaba sobre cómo su bulimia, un problema que comenzó después de que un director de Broadway le dijera que tenía que perder peso en el año 1968, coincidiendo con su primer papel en Broadway, la obra Hair, fue un impedimento a la hora de tener citas con Allen. "Es triste que las exigencias de la bulimia resultaran más fuertes que mi deseo por Woody, pero así era", confesaba Diane. La transparencia era su fuerte dentro y fuera de la pantalla, por lo que nunca ocultó sus problemas alimenticios: "Entregué cinco años de mi vida a una insaciable voracidad", reconocía en sus memorias. "Me meto los dedos en la boca tres veces al día para vomitar. Llevo años haciéndolo", así explicó a su terapeuta su problema, sin pelos en la lengua.
Keaton dejó a los tres y nunca se casó. "Estaba pensando que soy la única actriz de mi generación que ha sido soltera toda su vida", explicó a People en 2019. "Estoy muy contenta de no haberme casado. Soy una persona peculiar. Recuerdo que en el instituto, un chico se me acercó y me dijo: 'Algún día serás una buena esposa'. Y yo pensé: 'No quiero ser esposa. No'". Con convicciones y una personalidad impenetrable, Diane no solo fue un icono prematuro de la moda sin etiquetas y género, también fue la musa de la libertad y la independencia. "Es una combinación de integridad, humor, inteligencia y justicia, y ¿he mencionado ya su belleza? Tiene un brillante sentido del humor", dijo Beatty de ella.
Sus otros papeles
Otros papeles cinematográficos de Diane Keaton incluyen Buscando al señor Goodbar (1977), Reds (1981), Shoot the Moon (1982) y La Chica del Tambor (1984), basada en la novela de John le Carré. Trabajó con la icónica directora de comedias románticas Nancy Meyers por primera vez en Baby Boom (1987). Volverían a trabajar juntas en tres ocasiones más: en El Padre de la Novia (1991), El Padre de la Novia II (1995) y Cuando menos te lo esperas (2003), que le valió a Keaton otra nominación al Oscar.
Cuando le preguntaron cuál de estos proyectos le gustaba más, Keaton respondió a Vulture en 2020: "Sinceramente, puede que te parezca cursi, pero me encantan las películas de El Padre de la Novia. Eran muy conmovedoras", admitía sobre su faceta como musa de la directora estadounidense. Keaton protagonizó El club de las primeras esposas junto a Goldie Hawn y Bette Midler en 1996, una cinta sobre tres mujeres cuyos maridos las habían abandonado por otras chicas más jóvenes. La comedia terminó con las tres cantando You Don't Own Me de Lesley Gore, una escena que se adapta a la perfección a su currículo personal.
Sus últimas películas fueron La Joya de la Familia, ¡Porque lo digo yo!, Buscando a Dory, Book Club (y su secuela) y Mejor que nunca (Poms). En el año 2016 trabajó, en una rara aparición televisiva, en la serie The Young Pope, de HBO, y trabajó como directora hasta en tres ocasiones: el documental Heaven de 1987; la película Hanging Up del año 2000, que ella misma protagoniza junto a Lisa Kudrow y Meg Ryan; y un episodio de Twin Peaks.