La sensación agridulce de Joana Sanz tras dar a luz: “No siempre las cosas salen bien, pero no fue nuestro caso”

El matrimonio afronta su nueva etapa con una firme decisión sobre el futuro de su hija

11 de octubre de 2025 - 16:31 CEST11 de octubre de 2025 - 16:31 CEST

Joana Sanz ha decidido romper su silencio después de convertirse en madre por primera vez, ofreciendo a seguidores y prensa un comunicado que mezcla gratitud, firmeza y una petición de respeto. La modelo canaria ha querido dejar claro desde el inicio su postura: “No siempre las cosas salen bien”.

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Con esa frase contundente, Joana introduce un mensaje en el que reclama el derecho a cuidar la vida privada de su bebé. “Esta publicación queda muy diferente a la que me habría gustado hacer. Me da tristeza que hagan una nota de prensa vacía (porque no saben nada) en la que hablan del nacimiento de un bebé que no ha sido anunciado por alguno de sus progenitores. Deberían de tener un poco de tacto y ponerse a pensar que no siempre las cosas salen bien, que hay complicaciones y muchas otras situaciones horribles que tal vez no sean como para tener que lidiar con los medios de comunicación en la puerta de tu casa felicitándote”, explicaba en sus redes sociales.

Aunque en el comienzo de su comunicado muestra su decepción ante filtraciones y especulaciones, Joana se apresura a tranquilizar a quienes la acompañan en este momento: “Gracias a Dios no fue nuestro caso y está sano invadiéndonos de amor”. Y añade: “Agradezco de corazón los mensajes llenos de cariño y buenos deseos, también a los medios de comunicación que han hablado con respeto”.

Sin embargo, la modelo también alza la voz contra quienes han lanzado críticas o comentarios ofensivos: “Lamentablemente no todos los mensajes son bonitos y siempre hay gente tan podrida por dentro que tiene el valor de desearle mal a un bebé”. Con ello, reafirma la determinación de proteger la vida de su hijo: “Por esto, hemos decidido que no publicaremos absolutamente nada de nuestro bebé y haremos todo lo posible por protegerlo mediáticamente”. Y resume la filosofía con que pretenden vivir esta etapa: “Lo que no se ve, no se estropea. Gracias a los que nos quieren”.

Un nacimiento muy esperado

Joana Sanz y Dani Alves dieron la bienvenida a su primer hijo juntos el pasado 7 de octubre en Barcelona. La pareja ya se encuentra instalada en su residencia de Esplugues de Llobregat, donde están recibiendo las visitas de familiares y amigos. En redes sociales, Joana compartió un ramo de flores enviado para felicitarla, un gesto que acompañó de un discreto agradecimiento.

La modelo, que ha pasado uno de los años más complejos de su vida, recibe a su pequeño tras un embarazo que fue su mayor motivación en los últimos meses. En declaraciones a ¡HOLA! poco antes del parto, confesaba: “Ahora que ha pasado el periodo de riesgo, estoy mucho más tranquila, llena de felicidad y de ilusión por mi bombón. Han sido momentos muy duros y dos años de auténtica montaña rusa emocional, pero ahora estoy aquí. Con una felicidad desbordante y con una bendición que viene en camino”.

El embarazo de Joana fue anunciado públicamente en marzo de 2025. En aquel momento, compartía sin filtros las dificultades que había atravesado: “No quería compartir nada hasta que fuera más que evidente, pero quise hacerlo por las que están en la lucha. Tuve que lidiar desde los veintidós años con preguntas de ‘¿para cuándo el bebé?’… Qué presión social tan aterradora. Nunca tuve instinto maternal, ese deseo de tener hijos o de que me guste cargar el bebé de alguien”, confesó entonces.

Su historia es también un relato de perseverancia: “Una mujer de 27 años sana se encuentra con dos FIV, tres pérdidas y, de últimas, una operación de trompas sumado a la aparición de endometriosis. Me hice pruebas de todo tipo a lo largo de los años, con unos embriones divinos y sin encontrar el porqué de nada. La frustración y el porqué todas se embarazan como por arte de magia me atormentaba. Estoy acostumbrada a que con esfuerzo, trabajo duro y perseverancia consigo lo que me proponga, pero esto no va así, querida”.

Finalmente, la esperanza llegó con su último embrión congelado, al que definió como su “última oportunidad”. “Aún no me lo creo y me despierto en la madrugada con el miedo de ver las sábanas llenas de sangre o cierro los ojos en las ecografías hasta que escucho que todo está perfecto. Todo llega, no desistas”, escribió emocionada.