En plena temporada alta de bodas, el pasado sábado 4 de octubre, se celebró, en la Costa del Sol, el enlace entre el primogénito del presidente de Ferrovial, Rafael del Pino, que se llama igual que su padre, y Victoria López de la Serna, hija de los galeristas Javier López Granados y Gaella de la Serna.
La ceremonia religiosa, oficiada por el padre Nicolás Álvarez de las Asturias, se celebró, pasadas las cinco de la tarde, en la parroquia de Santa Ana de la localidad malagueña de Manilva, muy cercana a Marbella. El novio, que es el mayor de los tres hijos que Rafael del Pino tuvo con su primera mujer, la recordada Cristina Fernández Fontecha, fallecida, en 1998, en un accidente náutico, llegó junto a su padre, con el que estuvo recibiendo a los invitados en la puerta de la iglesia.
La novia llevó un vestido blanco de corte clásico, con escote barco, sin mangas y con detalles de tul bordado con cristales y flores en tres dimensiones
Entre los asistentes se encontraban Alberto Cortina y su mujer, Elena Cué, muy elegante con un vestido de seda bordada de color tostado, de Elie Saab, con clucht y zapatos a juego, y la melena recogida; los duques de Terranova, Gonzalo de la Cierva y Patricia Olmedilla, con un favorecedor vestido largo y camisero de satén azul celeste; los duques de Aliaga, Luis Martínez de Irujo y Adriana Marín, que se perdieron la boda de su tío Cayetano Martínez de Irujo por asistir a esta otra...
La marquesa de Mirabel, Xandra Falcó, asistió junto a su suegra, la duquesa de Almodóvar del Río, Isabel Hoyos, y Mencía Fitz-James Stuart, hija de Javier Fitz-James Stuart e Isabel Sartorius, coincidió con su tía Teresa Sartorius.
Martina Svedin, la segunda de las tres hijas de Luis Figo y Helene Svedin, asistió con su novio, Luis Osorio, hijo de Ioannes Osorio, duque de Alburquerque, y Blanca Suelves. La pintora Bárbara Pan de Soraluce y su marido, Juan Arena; la periodista Marta Barroso; la influencer Lucía Páramo, y su marido, Pascu, se encontraban también entre los cerca de 500 invitados.
La madrina, su tía Belén
Rafael hijo vistió un chaqué gris oscuro con chaleco verde claro y en el interior del templo se encontró con la madrina, papel que ejerció su tía Belén Fernández Fontecha. A continuación llegaron sus hermanos, Ignacio, junto a su mujer, Pilar Montes Yebra, con la que se casó en 2023, en la localidad manchega de Retuerta del Bullaque, y Juan del Pino.
La madre de la novia, Gaella de la Serna, y sus dos hermanas, Jimena y Gaella, fueron de las últimas en llegar. La galerista escogió para la boda de su hija un vestido largo de color cereza, con el escote drapeado y en forma de "V", mientras que sus hijas optaron las dos por el color verde: Jimena, en un tono más oscuro, y Gaella, más claro, con aplicaciones de flores bordadas. Las dos hermanas se convirtieron en el centro de todas las miradas como dos de las invitadas más estilosas.
Junto a Gaella y Jimena, hermanas de la novia, algunas de las invitadas más estilosas fueron Mencía Fitz-James Stuart y Elena Cué
La novia llegó a la iglesia a bordo de un Aston Martin gris, junto a su padre y padrino, el mismo coche en el que después se marcharon los recién casados. Victoria estaba radiante con un vestido blanco de corte clásico, con escote barco, sin mangas y falda de godets con microcristales y flores en tres dimensiones bordadas sobre el tul. Con el pelo recogido en un moño de estilo años 50, optó por un largo velo de tul blanco que caía sobre la cola del vestido. Su ramo nupcial fue un bouquet de diferentes flores en tonos pastel.
Tras la ceremonia, la anécdota se produjo mientras los invitados aguardaban la salida de los novios. Al darse cuenta de que no tenían arroz, una vecina entró en su casa y les dio un paquete a las hermanas de la novia, Jimena y Gaella, que se encargaron de repartirlo entre los asistentes para recibir, como manda la tradición, a los recién casados bajo una lluvia de arroz.
A continuación, la celebración se llevó a cabo en Finca Cortesín, un lujoso espacio situado en la localidad de Casares, con amplios jardines, que fueron el escenario del cóctel. Tras la cena, compuesta por crema de marisco con teja de calamar y guisantes; roast beef con parmentier de patata trufada y cebollitas trufadas, y, de postre, tarta árabe, todos disfrutaron de una animada fiesta que se prolongó hasta altas horas de la madrugada.